Dos nuevos productos de la Patagonia son incluidos en el Código Alimentario, ¿cuáles son?
Después del orugo de manzana, dos harinas abren nuevas oportunidades económicas para la Patagonia.
Hace unos días, se supo que el orujo de manzana era incluido al El Código Alimentario Argentino (CAA) gracias a investigaciones del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Y ahora se sumaron dos nuevos productos de gran importancia para la provincia de Río Negro: las harinas de dos algarrobos nativos de la Patagonia (caldén y alpataco).
Todo comenzó con el trabajo realizado por investigadores del Centro de Investigación y Transferencia de Río Negro (CIT Río Negro, CONICET-UNRN) junto con productores locales. Las harinas de alpataco y caldén, además de ser ricas en hidratos de carbono, fibras y proteínas, no poseen gluten, lo que las vuelve aptas para celíacos.
La solicitud de incorporación de la harina de alpataco al CAA fue realizada por la UNRN, mientras la de la harina de caldén fue elevada por una empresa. Sin embargo, en ambos casos la documentación que se presentó como respaldo fue resultado de investigaciones, comenzadas hace varios años por el equipo que hoy dirige Patricia Boeri, investigadora en el CIT Río Negro Sede Atlántica y profesora de la UNRN.
“La caracterización nutricional del alpataco la iniciamos con mi tesis doctoral, financiada por la UNRN. La del caldén es parte de la tesis doctoral de Daniela Dalzotto, que acaba de finalizar su beca doctoral del CONICET”, señala Boeri.
La investigadora destaca que el alto valor nutricional las posiciona como una alternativa muy interesante frente a las harinas convencionales, a lo que se suman además sus capacidades antioxidantes y antiinflamatorias, que las convierten en un alimento con beneficios adicionales para la salud.
En relación con el impacto que puede tener la incorporación de estas harinas al CAA, Boeri señala que pesar de haber sido una valiosa fuente de recursos para los pueblos las zonas áridas y semiárida de Argentina desde tiempos ancestrales, nunca habían sido formalmente reconocidas en el marco regulatorio nacional.
“La medida tiene especial impacto para la provincia de Río Negro, dado que tanto el alpataco como el caldén son especies emblemáticas de nuestra región”, afirma la investigadora.
La incorporación al CAA de estas harinas representa una habilitación formal clave para su comercialización e industrialización, lo que abre nuevas posibilidades para productores, cooperativas y pequeñas y medianas empresas agroalimentarias, fomentando así el desarrollo local y la generación de empleo en zonas rurales.
“Con esta resolución, el Estado nacional no solo reconoce la inocuidad y calidad de estas harinas, sino también su considerable valor nutricional y su potencial como ingrediente funcional para la industria alimentaria”, señala Boeri.
Además de Boeri y Dalzotto, también forman parte del equipo los profesores e investigadores del CONICET en el CIT Río Negro, Lucrecia Piñuel y Daniel Barrio; y la profesora e investigadora de la UNRN, Sandra Sharry.
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