Retienen una carga de cebollas en la frontera con Brasil
La Dirección General de Aduanas detectó la falta de trazabilidad del producto y constató que la empresa que exportaba no tenía antecedentes en la actividad ni capacidad financiera para realizar esta operación.
Los problemas del fisco con las firmas exportadoras de cebolla salieron nuevamente a la luz esta semana.
Ante la presentación de “facturas de dudosa procedencia”, en pleno paso fronterizo de Santa Tomé y Sao Borja, uno de los tantos puntos de conexiones comerciales entre la Argentina y Brasil, un cargamento de cebolla fue detenido y ahora la Dirección Nacional de Aduana (DGA) investiga su procedencia.
“Agentes especializados descubrieron serias irregularidades en un exportador que había presentado facturas de dudosa procedencia para intentar vender 28.000 kilos de cebollas a Brasil. El operador presentó la documentación correspondiente y, tras realizar cruces de datos, la Aduana constató una falta de trazabilidad en las operaciones del exportador”, plantearon desde el organismo oficial.
Los exportadores no lograron justificar en forma convincente cómo se había adquirido la cebolla en el mercado interno. “En ese marco, se presume que la mercadería había sido adquirida en forma irregular”, aseguraron las fuentes de DGA. Los inspectores aseguraron que descubrieron que “el exportador pretendía justificar la adquisición de mercaderías con facturas emitidas por contribuyentes sin capacidad económica ni financiera”. Desde la DGA no mencionaron el nombre de la empresa involucrada ni el origen del producto.
“Estaban registrados en actividades que nada tenían que ver con la producción agropecuaria”, indicaron. La investigación determinó que el operador no cuenta con respaldo patrimonial, logístico, económico ni financiero para su volumen de exportaciones.
“Tras el descubrimiento, el organismo que dirige Guillermo Michel no autorizó la exportación e incautó las 28 toneladas de cebollas, cuyo valor se estima en 5.800 dólares”, remarcaron desde el organismo. Unos 0,20 dólares por kilo exportado.
Las autoridades sostuvieron que la operatoria con productos primarios es parte de un ciclo problemático que la Aduana viene detectando: simulan operaciones y utilizan intermediarios para exportar y no liquidar debidamente las divisas obtenidas.
“Queremos que los dólares sean debidamente ingresados al país y utilizados al servicio de la producción y empleo nacionales”, informaron.
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