Sequía

Sequía en Argentina: El riego por goteo subterráneo salva el cultivo de la papa

¿Puede el riego subterráneo salvar el cultivo de papa en zonas áridas? En Traslasierra, productores e INTA prueban esta tecnología para combatir la sequía.

La sequía parece ser un tema en distintos puntos del país. Mientras en la Patagonia, se habla de estrategias ganaderas de cara al verano, en Traslasierra (Córdoba) la alarma es porque el cultivo de papa enfrenta restricciones crecientes por escasez de agua. Menores precipitaciones y alta demanda hídrica del cultivo impulsan alternativas. El INTA Villa Dolores investiga el riego por goteo subterráneo, probado en campos de productores en un radio de 40 kilómetros alrededor de Villa Dolores, como Los Cerrillos y San José.

La zona realiza dos ciclos anuales: tardío (siembra febrero, cosecha invierno) y semitemprano (siembra julio-agosto, cosecha noviembre-diciembre). La demanda hídrica oscila entre 500 y 800 milímetros en ciclos de 100 días. Sistemas tradicionales incluyen riego por gravedad del dique La Viña o pivotes con agua subterránea. Sin embargo, la eficiencia del riego por surcos solo alcanza 40 %, según mediciones de INTA, Consorcio de Usuarios de Riego Río de los Sauces y PROSAP.

Esta baja eficiencia motiva tecnologías adaptadas. Comparado con surcos, el goteo permite regar tres veces más área con igual agua, según cálculos de productividad. “El riego es un factor clave en nuestra región”, afirmó Silvana Walter, jefa de la Agencia de Extensión Rural del INTA Villa Dolores. Ante esta limitante, algunos productores de la región, que desarrollan sus explotaciones en un radio de 40 kilómetros alrededor de Villa Dolores, en localidades como Los Cerillos y San José, comenzaron a instalar sistemas de riego con esta tecnología. Estas experiencias permitieron evaluar, junto a los profesionales del INTA, los costos de la implementación del sistema, prácticas de manejo y alternativas para mejorar la eficiencia, entre otros aspectos.

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Evaluación de raíces: Agua asciende por capilaridad: INTA verifica adaptación en suelos locales. Foto: INTA

Evaluación de raíces: Agua asciende por capilaridad: INTA verifica adaptación en suelos locales. Foto: INTA

Experiencias prácticas locales

En las últimas campañas, el INTA Villa Dolores acompañó dos experiencias en lotes productivos. La primera se realizó entre agosto y diciembre de 2024. La segunda, entre febrero y junio de este año. En ambos casos, productores locales instalaron sistemas de goteo subterráneo, con acompañamiento técnico del equipo local del IN A.

“La operación del sistema resultó mucho más sencilla que en el riego por surco, que se hace en forma manual y puede tardar más de 24 horas, incluso de noche. Además, el nuevo sistema elimina costos como la limpieza de acequias”, destacó Walter.

Además del requerimiento de agua, la papa se diferencia de otros cultivos extensivos por sus particularidades agronómicas. “No se hace en siembra directa, sino que requiere un laboreo previo del suelo, además de la profundidad a la cual se coloca el tubérculo semilla, que es de unos 15 a 18 centímetros”, detalló Walter. La cosecha también es mecánica y se realiza con una herramienta llamada “peludo o arrancador”, que invierte el pan de tierra para facilitar la recolección.

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Cosecha mecánica: Laterales a 35-40 cm evitan daños; maquinaria opera sin interferencias. Foto: INTA

Cosecha mecánica: Laterales a 35-40 cm evitan daños; maquinaria opera sin interferencias. Foto: INTA

Ventajas y manejo de precisión

El sistema integra fertirriego, más eficiente que aplicaciones al suelo, ajustando nutrientes a demanda. Permite riego preciso sin depender de consorcios, regulando frecuencia según clima. “El fertirriego es mucho más eficiente que aplicar el fertilizante al suelo, y permite aplicar la cantidad de unidades que el cultivo requiere”, señaló Walter.

Más allá de estos beneficios, la implementación del sistema demanda una inversión inicial significativa. “En el lote donde trabajamos se impermeabilizó una represa con geomembrana y se instaló todo el sistema de bombeo, filtrado y distribución”, explicó Walter.

Además, destacó que se trata de una tecnología con una vida útil estimada de 12 a 15 años. Por eso, desde el INTA se indicó que debe pensarse como una inversión a largo plazo, especialmente en contextos de escasez hídrica.

Fuente: INTA con aportes de +P

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