Otra jugada de Luis Caputo...el que apuesta al dólar pierde
Vuelven las frases históricas que hablan de imponer al peso por sobre el dólar. Inconsistencias del modelo El ministro Caputo y el oro del Banco Central
“La realidad probará que en breve la gente va a tener que vender dólares para pagar impuestos y el peso va a ser la moneda fuerte de nuestra economía”, aseguró esta semana en sus redes sociales el ministro de Economía Luis Caputo. El comentario generó una lluvia de críticas teniendo en cuenta el contexto económico del país.
El objetivo que se plantea el ministro es volver a tener un peso fuerte frente al dólar. Habla solo para un sector de la población que, hasta ahora, se podía definir como pudiente. ¿Qué pasa con aquellas familias que no tienen dólares ahorrados?, ¿Y con el 50% de la población que se encuentra bajo el nivel de la pobreza que difícilmente en su vida tuvieron un dólar en sus manos?
“No hay más emisión. Van a faltar los pesos en la Argentina porque no se emite más y porque por el superávit primario estamos contrayendo a razón de un billón o un billón y medio de pesos por mes”, explicó Caputo y agregó que “Inevitablemente el mercado de pesos se va a equilibrar y en competencia de monedas, el peso va a ser la moneda fuerte”, detalló este fin de semana en una entrevista televisiva al periodista Antonio Laje.
Tabla cambiaria, límite a la emisión monetaria y apertura de importaciones… todos conceptos que, si bien no se dan en un mismo contexto, nos trasladan a modelos económicos aplicados en otros momentos de la historia y que nunca terminaron bien. Para la mayor parte de los economistas consultados, el objetivo final de lograr que la moneda local sea fuerte en la economía argentina no se soluciona solo con llevar el déficit fiscal a cero, y con ello ajustar la emisión monetaria que, durante años, fue utilizada para financiar los desequilibrios del Estado.
Es un tema bastante más complejo sin dudas, donde tienen que intervenir además de las fiscales, variables como cambiarias, impositivas y laborales. En definitiva, se necesita un programa económico que tenga en cuenta la convergencia en forma relativamente armónicas de todas estas variables hasta llegar a un punto de equilibrio que permita alcanzar este objetivo. Hoy lamentablemente el Gobierno se abraza a la solución del problema de la economía argentina trabajando sobre el déficit cero y la no emisión. Metas necesarias, pero que por si solas, no terminarán por corregir los desvíos que presenta la economía.
De ahí que hoy vuelven a emerger importantes inconsistencias en el modelo impulsado por el ministro Caputo. Las más significativa es el retraso en el tipo de cambio. Si bien tras la asunción de Javier Milei se impulsó una fuerte devaluación del pesos de más del 100% sobre la paridad, en estos siete meses de Gobierno la inflación y los costos internos, licuaron esta mejora cambiaria que hoy se encuentra en niveles de julio del año pasado; es decir, con un retraso importante.
Los costos en la Argentina están subiendo en dólares y con una inflación como la de los últimos meses, es inviable cualquier tipo de desarrollo económico. Entendiendo este contexto, el Gobierno se apura a anunciar medidas que se aplicarán en un futuro mediato. Es así que el titular de Hacienda reiteró que en septiembre reducirá el impuesto País y en diciembre quedará eliminado, lo cual espera que ayude a profundizar el proceso de desinflación que está encarando el Gobierno. “Al impuesto país lo vamos a sacar. Es un impuesto distorsivo que pega directamente en precios. Cuando saquemos ese impuesto en septiembre vamos a ir a una nueva baja en la inflación importante”, consideró Caputo. “Se termina efectivamente en diciembre y ahí hay una recomposición del tipo de cambio del 17%. Nosotros queremos bajar la inflación y generar competitividad bajando impuestos”, afirmó el funcionario con alto grado de optimismo.
Pero pese a estos comentarios favorables, el modelo sigue sin cerrar y sigue la recesión. Es una cuestión de ‘timing’ entre la puesta en marcha de las distintas variables que se mueven en la economía. Mientras el retraso cambiario se acelera (en la medida que exista inflación agregada), no hay una tendencia clara sobre una baja impositiva o caída de costos laborales; dos variables clave para generar competitividad en la economía argentina y así poder contar genuinamente con una moneda fuerte que pueda ser sustentable en el tiempo.
Habrá que esperar a ver qué tipo de impacto real puede llegar a tener la aplicación de la Ley Bases, recién promulgada por el Congreso, sobre este tipo de variables mencionadas y en qué tiempos pueden llegar a ejecutarse los cambios que necesita el modelo para poder corregir sus desvíos.
¿Dónde está el oro del Banco Central?
El Gobierno, a través de su ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó esta semana el envío de lingotes de oro a Inglaterra, calificada desde el interior del Poder Ejecutivo como “una movida muy positiva del Central”.
De esta manera el titular de Hacienda contestó en un reportaje, de modo informal, al pedido de informe que realizó el diputado nacional Sergio Palazzo -también secretario general de La Bancaria- luego de tomar conocimiento de fuentes del mismo Banco Central (BCRA) del traslado del oro de las reservas de la entidad.
En la carta al ministro, el diputado Palazzo les solicitó al Gobierno y al BCRA que expliquen si los días 7 y 28 de junio salieron camiones de caudales de la empresa Lumil trasladando el oro de la bóveda del BCRA a Ezeiza, donde los embarcaron en la aerolínea británica British Airways con destino desconocido. La operación fue realizada bajo una estricta reserva que solo fue filtrada por uno de los directores de la entidad que no responde al oficialismo.
Caputo destacó en forma escueta que el oro atesorado en el BCRA no estaba generando ningún tipo de dividendos y de esta manera ahora genera una renta. La operación brinda a la entidad herramientas para generar rendimientos por el depósito del metal en el exterior o, en caso de requerirlo, utilizarlo como garantía para conseguir dólares líquidos.
Los argumentos son válidos para tomar esta decisión. Pero, ¿Por qué hacerlo en forma casi secreta?, ¿por qué no se explicó la maniobra si era beneficiosa para el país?, ¿De qué montos equivalentes en dólares estamos hablando?, ¿En qué entidad está ahora depositado ese oro?, ¿Qué renta está dando?...todas preguntas que Luis Caputo todavía no se digno a responder o comentar públicamente.
Tampoco mencionó los potenciales riesgo que puede llegar a tener todo este movimiento. Uno de los economistas que salió al cruce de la iniciativa anunciada por el ministro fue el ex asesor de Gobierno, Fausto Spotorno y señaló que ese oro “puede caer en embargo” por juicios que tiene el Estado todavía pendientes en la justicia de otros países, como el caso de YPF.
“El tema del oro en las reservas es sencillo. El oro si estaba acá era para protegerlo contra juicios y embargos. Pero no se puede usar como las reservas en dólar billete. Para poder usarlo tiene que estar en el exterior. Eso le da liquidez y hasta puede generar rentabilidad. Pero podría caer en embargos y hay juicios como los del cupón PIB e YPF. Ese riesgo se puede reducir, pero son cuestiones legales", aseguró a través de su cuenta oficial en la plataforma X (ex Twitter).
Todo indica que es una jugada muy riesgosa la que hizo el Gobierno con las reservas de oro que tiene el en BCRA. Queda pendiente la palabra del ministro Caputo para que de una explicación del caso.
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