¿Por qué subió la deuda pública más de 40.000 millones de dólares?
Si el Gobierno no tiene necesidades de financiamiento importantes, al lograr superávit fiscal, ¿A qué se debe semenjante crecimiento de la deuda en dólares?
Días atrás la secrertaría de Finanzas de la Nación anunció que la deuda pública del país ascendía, al cierre de abril de 2024, a los 414.056 millones de dólares. La cifra refleja un aumento de 11.019 milllones de dólares respecto de marzo, equivalente a un incremento del 2,8% mensual.
Durante el período que va de diciembre 2023 a abril 2024, estos pasivos aumentaron 43.383 millones de dólares. ¿Cómo es posible que, con déficit cero, se llegue a semejante crecimiento de la deuda pública? ¿Las necesidades de financiamiento con las cuentas equlibradas no son mínimas? La respuesta está, en parte, en el retraso cambiario que presenta nuestra economía.
La gráfica adjunta muestra, en esta corta serie, dos puntos clave relacionados con el tipo de cambio. El primero, es en diciembre del año pasado donde se observa una sensible caída de la deuda pública. En ese momento se produjo la devaluación de poco más del 100% de la moneda local. Los pasivos cayeron 13% que, en términos nominales, equivale a una reducción de unos 55.000 millones de dólares. El otro punto se da en forma casi inmediata. A partir de enero de este año se observa un crecimiento sostenido de la deuda pública en dólares, producto de la combinación de la suba de los pasivos en pesos y el retraso en el tipo de cambio.
Tomemos el último informe de la secretaría de Finanzas, con los datos del mes pasado para mostrar los efectos del retarso cambiario en la deuda pública. Como se mencionó párrafos arriba, en abril la deuda creció poco más de 11.000 millones de dólares. “La variación se explica por la disminución de la deuda en moneda extranjera en 2.245 millones de dólares y el aumento de la deuda en moneda local por un monto equivalente en dólares de 13.264 millones de dólares”, destaca el comunicado oficial.
En el documentos de la secretaría de Finanzas se observa que el crecimiento de la deuda pública no se originó en las necesidades de financiamiento neto, que fue de apenas 416 millones de dólares, sino en las diferencias de cambio por un tipo de cambio oficial que volvió a moverse a ritmo de 2% mensual, en contraste con la tasa de inflación y la de interés de referencia del Banco Central. En este punto, el aumento contable en abril por “ajustes de valuación” ascendió a una cifra equivalentea a poco más de 10.590 millones de dólares.
En definitiva toda la deuda en pesos que se siga tomando -para ser refinancianda o canjeada- a tasas por encima de los niveles del 2% de devaluación, seguirá reflejando un sensible incremento de los pasivos en moneda dura.
De ahí que para muchos economistas el atraso cambiario mes a mes respecto de la tasa de inflación, no sólo es una amenaza para la competitividad cambiaria de las exportaciones y de las expectativas de mercado, sino también para el recorrido de la deuda pública, pese a los esfuerzos de mantenerla contenida a partir del logro del superávit de las finanzas públicas y la emisión monetaria cero por parte del Banco Central.
¿Puede ser éste un problema a futuro para el Gobierno? De no existir una corrección de la paridad cambiaria, que hoy se usa como ancla inflacionaria, por su puesto que puede serlo. Y esto se refleja en que, pese a haber logrado superávits fiscal y financiero en los últimos cuatro meses, el Gobierno está incrementando los pasivos en torno a los 10.000 millones de dólares por mes.
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