¿Buenas perspectivas para las manzanas?
Las miradas de los operadores están puestas en los precios del segundo semestre del año. Proyectan positivos retornos a partir de agosto. Creció casi 10% el volumen de fruta almacenada respecto del año pasado.
Los números que muestra la fruta almacenada en las cámaras frigoríficas de la región, dan una pauta de las posibles tendencias que pueda tomar el mercado para lo que queda de la presente temporada.
Datos suministrados por la Secretaría de Fruticultura de Río Negro (SEFRN) reflejan que existen, al cierre de abril del corriente año, poco más de 386.840 toneladas de manzanas y peras almacenadas en frío. De este volumen total, el 54% y 46% corresponden respectivamente a las especies mencionadas. La estadística se elaboró en base a las declaraciones juradas de 142 frigoríficos sobre un total de 179 ubicados en la provincia de Río Negro, reflejando una participación del 79%.
Analizando en esta primera parte los stocks de manzana en frío, los mismos alcanzaron las 207.230 toneladas. Este volumen que representa un incremento del 9,5% respecto del mismo período del año anterior y una suba cercana al 2% cuando se lo relaciona con el promedio de las temporadas 2019-2022.
Todo indica que esta mayor oferta en frío no afectaría, en principio, el desarrollo comercial de la manzana, en especial, a partir del segundo semestre del año. “Desde el punta de volumen no va a haber una sobreoferta de manzana en esta temporada”, señaló Héctor Zubeldía, consultor frutícola, en conversación con +P.
El otro dato de importancia que surge del estudio oficial es la forma en que se almacenó este año la fruta. Cerca de 89.00 toneladas de manzanas están en atmósfera controlada, volumen que se espera que salgan al mercado a partir de agosto, y hasta los primeros días de febrero de 2024.
Si se proyecta el 100% el stock almacenado en los frigoríficos de Río Negro (recordemos que la estadística oficial contempló solo el 79%) y se le suma la manzana en frío que existe en Neuquén, los volúmenes en atmósfera controlada se ubicarían, al cierre de abril, en torno a las 115.000 toneladas.
Esta es la fruta, en principio, que presentaría la mejor calidad y calibre, y que sería colocada en las góndolas en momentos en que tradicionalmente la oferta cae y los precios tienden a ir al alza.
Como dato comparativo, podemos decir que, el año pasado, la oferta promedio mensual de manzana que salió de la región hacia los distintos mercados durante período agosto-diciembre se ubicó en torno de las 25.000 toneladas. En enero de este año, ese volumen representó poco más de 11.000 toneladas. No hay que dejar de mencionar que la temporada pasada hubo importantes mermas en la cosecha de manzana y los precios finales del producto en el período bajo análisis generaron muy buenos retornos para la actividad.
Haciendo una sencilla cuenta, podemos anticipar que existen probabilidades - medias a altas- de que se repitan las condiciones comerciales de la temporada pasada para la manzana, a partir de agosto del año en curso.
Sin embargo, nada esta cerrado a la fecha. Otro dato importante que falta para hacer una análisis más riguroso del tema, es la calidad de la manzana almacenada en las cámaras. No pocos son los empresarios consultados que anticipan problemas sobre mucha de esa fruta. “Es un interrogante. Es difícil poder proyectar el desarrollo comercial de la manzana para el segundo semestre del año sin tener los datos de esta variable”, confió Zubeldía en otra parte de la conversación, agregando el factor de financiamiento a este escenario, que será clave para el desarrollo del sistema. “Si las empresas están con problemas financieros puede que tengan que liquidar fruta para hacerse de fondos y esto podría generar distorsiones en el mercado, en especial sobre el mercado interno”, destacó sobre el fin de la charla.
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