Chancay: impacto geopolítico y comercial del Mega Puerto chino en Perú
El puerto de Chancay cambiará drásticamente el comercio marítimo del Pacífico sur de América. Un argentino en la operación junto a China.
Año tras año observamos como crece la importancia de la demanda asiática dentro del comercio mundial. Y esto se da en un contexto en el que le Gobierno de China está motorizando obras de infraestructura estratégicas en puntos definidos del globo apuntando a sostener su soberanía alimentaria e industrial.
No es un tema reciente. Hace ya más de dos décadas que esta implementando este tipo de política agresiva para posicionarse en áreas y regiones tácticas para sustentar su desarrollo económico. La costa del Perú, es una de las seleccionadas. A unos 70 kilómetros al norte de Lima, capital de Perú, se está construyendo el Mega Puerto de Chancay, que estará operativo en los primeros meses del año próximo.
Es la primera inversión portuaria de China en Latinoamérica que será operada directamente por una empresa propia. Tiene como su mayor accionista a Cosco Shipping Ports Limited (60%), una de las subsidiarias de la empresa estatal china, que a su vez es uno de los mayores conglomerados navieros del mundo. El otro accionista es la firma peruana Volcan Compañía Minera (40%).
Chancay se transformará en la principal puerta de entrada de China y de Asia a América del Sur y funcionará como un "hub" para el comercio desde y hacia Ecuador, Chile, Colombia y Argentina. Así mismo, contará con la posibilidad de conexión con los variados proyectos de corredores bioceánicos que podrían comunicar más fácilmente a los países de las costas del Atlántico Sur con el Pacífico, generando un impacto geopolítico local, nacional y regional innegable. Por ejemplo, el estudio de ampliación de la operatoria de Chancay prevé integrar a Perú con el parque industrial de Manaos, lo cual le permite mejorar su conectividad con todo con el Mercosur.
En este punto, es importante recordar que en 2010, Perú fue el segundo país latinoamericano en firmar un Tratado de Libre Comercio con China que es, además, el principal socio comercial de Perú desde 2014.
La inversión esperada para este Mega Puerto es de 3.000 millones de dólares, y permitirá cimentar una obra que integrará dos complejos, uno portuario y otro logístico, que contarán con dos terminales especializadas, cuatro fuentes de atraque y un terminal de contenedores con 11 muelles para la atención de naves transportadoras de vehículos, carga general y a granel. Para el inicio de sus operaciones -oficializada en los primeros meses de 2025- donde ya se invirtió poco más de 1.300 millones de dólares, el puerto prevé mover el equivalente a 1,1 millones de TEUs (unidades de contenedores equivalentes a veinte pies) y unas 6 millones de toneladas de materias primas a granel. Al finalizar la obra, estimada para el 2030, se espera que Chancay tenga un movimiento equivalente a una cifra superior a los 5,1 millones de TEUs y un techo de 10 millones de toneladas de productos a granel.
La gráfica adjunta termina por mostrar la importancia de Chancay, en relación al movimiento marítimo que presenta el comercio del Pacífico sur de América, y el potencial crecimiento de la oferta exportable de alimentos y materias primas hacia los puertos de China.
Inversión estratégica
El Mega Puerto de Chancay es el único del Pacífico Sur que tiene la capacidad de recibir las embarcaciones más grandes que circulan por los mares del mundo, aquellos barcos que transportan el equivalente de hasta 18.000 TEU, que hasta el momento no llegan a América Latina.
El volumen de movimiento y concentración de comercio que abarcará Chancay ya encendió algunas alarmas en Estados Unidos. En agosto pasado en el prestigioso diario Washington Post (WP), se afirmó que el gobierno de ese país manifestó a las autoridades de Perú su preocupación por la inversión china en un sector estratégico como el portuario. El malestar del gigante del norte por el avance chino en Latinoamérica, se manifiesta de múltiples formas pero especial preocupación causa lo que ocurre en Brasil y Perú, que son los principales destinos de inversión china en la región.
La situación se puso algo más tensa cuando, el mes pasado, el canciller de Perú, Javier González Olaechea, anticipó que el Mega Puerto de Chancay sería inaugurado por el presidente de China, Xi Jinping, en noviembre durante la cumbre de APEC a celebrarse en Lima.
Pero no sólo Estados Unidos manifiesta su intranquilidad por el posicionamiento comercial que tendrá China en las costas del Pacífico sur de América. Los operadores portuarios de Chile también están transmitiendo una profunda preocupación por la puesta en marcha de este Mega Proyecto. Según estudios, los puertos trasandinos podrían ser afectados, en su capacidad de carga e interconexión con los países del Atlántico máxime si se considera que los puertos chilenos tienen -hasta ahora- preponderancia como punto de llegada/salida del corredor bioceánico que une Brasil con Chile y que pasa por Paraguay y Argentina. Por otra parte, también podrían perder capacidad de carga teniendo en cuenta los cambios en el mercado de transporte marítimo que implica la llegada de Chancay en este importante y clave negocio.
En Chile preocupa que la ruta marítima desde China hasta Chancay reducirá en 15 días la travesía hasta la costa sur de América. En segundo lugar, por el calado, Chancay podrá recibir barcos de la máxima capacidad de transporte, los denominados Ultra Large Container (ULC), que puedan transportar hasta 18.000 TEU. En esas condiciones, los puertos chilenos solo podrán recibir embarcaciones de menor envergadura que provendrían de un trasbordo de carga desde Chancay.
El analista político peruano Luis Thais, aseguró, en el portal de Sergio Rodríguez Gelfenstein, que las características de Chancay permitirán abaratar los costos de transporte en alrededor de 30% lo cual significa que Perú será mucho más competitivo que otros países de la región. En particular eso afectará a Chile que dejará de ser competitivo en su comercio con Asia. En septiembre del año pasado, el entonces presidente de la Liga Marítima de Chile, Miguel Ángel Vergara, se refería a Chancay en forma muy crítica: “Todo nuestro comercio exterior con el Asia-Pacífico podría concentrarse en el Mega Complejo portuario de Chancay, que se desarrolla en Perú con capitales chinos. Ese complejo pasaría a ser lo que técnicamente se conoce como puerto ‘hub’, lo que limitaría el comercio exterior de Chile a una suerte de cabotaje de ida y vuelta a Chancay-Callao”.
Un conocido argentino en la operación
El Mega Puerto de Chancay no fue ideado por el gobierno chino o algún importante empresario de ese país, fue un proyecto concebido en 2007 por el peruano Juan Ribaudo De La Torre, entonces propietario de las tierras donde hoy se construye el puerto. Ello según un artículo que escribió en el sitio Lampadia.com José Luis Noriega Lores, exgerente general de Chancay Port SA, como se llamaba la empresa de Ribaudo en sus inicios.
La empresa que inició Ribaudo lleva hoy el nombre de Cosco Shipping Ports Chancay Perú y tiene como su mayor accionista a Cosco Shipping Ports Limited -con una participación del 60% de las acciones- y a la firma peruana Volcan Compañía Minera con el restante 40%, hasta hace poco parte del gigante de los commodities Glencore, que el mes pasado anunció su venta al grupo argentino Integra Capital, cuyo presidente es José Luis Manzano, exministro de la gestión de Carlos Menem.
A través de una subsidiaria de su compañía Integra Capital, el reconocido empresario de medios de comunicación, energía y litio le compró a la minera suiza su participación en Volcan Compañía Minera S.A.A. La minera cuenta con cinco unidades operativas: Yauli, Chungar, Alpamarca, Cerro de Pasco y Óxidos de Pasco; nueve minas subterráneas, tres tajos abiertos, siete plantas concentradoras y una planta de lixiviación, ubicadas en la Sierra Central del Perú.
Glencore informó que, como parte de la transacción, Transition Metals de Integra Capital le pagará 20 millones de dólares, mientras que la firma suiza proporcionará una línea de crédito garantizada de hasta 40 millones de dólares para financiar ciertas obligaciones de oferta pública obligatoria en cumplimiento de las leyes y regulaciones peruanas. Además de poseer unidades de negocios en las industrias de medios de comunicación, energía, educación, construcción, petrolera y vitivinícola, entre otras, Manzano es dueño de Minera Aguilar en Jujuy y posee concesiones por 497.000 hectáreas en salares en Catamarca, La Rioja y Jujuy.
El mes pasado sumó a Volcan Compañía Minera que, en su balance financiero al cierre del primer trimestre de 2024, reportó que sus inversiones totales disminuyeron 6,7%, pasando de 36,2 millones de dólares entre enero y marzo del 2023 a poco más de 33,8 millones de dólares durante el mismo periodo de este año. De acuerdo con la minera peruana, esta medida responde a la priorización de inversiones en las unidades operativas para preservar la liquidez, según publicó el medio peruano Gestión. Increíble, pero real...hasta donde llegan los lazos comerciales del exministro Manzano.
Fuente: Redacción +P con los aportes de la BBC de Londres, Sergio Rodríguez Gelfenstein, CNN Atlanta y La Tercera de Chile.
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