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Crisis de las cerezas chilenas en China: Maersk solo pagará el 12% de las pérdidas

Las pérdidas de los más de 1.300 contenedores de cerezas chilenas en China suman unos 130 millones de dólares.

La crisis generada por los más de 1.300 contenedores de cerezas chilenas que quedaron varados en el buque Maersk Saltoro en enero de este año parece no tener fin. "Es inviable, es indecente", expresaron los gremios agrícolas trasandinos al calificar la respuesta de la empresa Maersk, que ofreció una indemnización equivalente a apenas el 10% del valor total de las pérdidas millonarias sufridas por los productores.

Mientras los exportadores y productores de cerezas chilenos afectados intentan recuperarse de la catástrofe comercial, Maersk tomó una decisión que generó indignación en el sector agrícola: la empresa presentó ante el Juzgado Civil de Valparaíso una solicitud de constitución de fondo de limitación de responsabilidades. Esta figura legal busca establecer un límite monetario a la responsabilidad que pueda tener la compañía en el retraso y pérdida de la carga.

El monto ofrecido por la empresa naviera asciende a poco más de 16 millones de dólares, lo que equivale aproximadamente al 12% del total de las pérdidas totales una vez llegada la fruta al puerto de Nansha, China. La respuesta de los productores no se hizo esperar. Antonio Walker, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, calificó la propuesta como "indecente" y criticó el accionar de la compañía: "Realmente nos sorprende que Maersk recurra a un resquicio legal como este procedimiento voluntario para limitar su responsabilidad. Estamos hablando de pérdidas entre 120 y 130 millones de dólares solo en cerezas. Es inaceptable".

Por su parte, el presidente de la Federación de Productores de Frutas de Chile (Fedefruta), Víctor Catán Dabike, también expresó su descontento con la postura de Maersk y acusó a la empresa de falta de transparencia. "Aún no tenemos información sobre el mantenimiento del buque ni sobre las medidas que pudieron haberse tomado para evitar este desastre. Creemos que es inviable que la empresa pretenda hacerse cargo solo del 12% del valor de las pérdidas como medida indemnizatoria. Hubo opciones, como el remolque del buque, que no se ejecutaron", señaló el titulas de la Federación.

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Víctor Catán Dabike (derecha), quien asumió el cargo el año pasado sucediendo a, Jorge Valenzuela Trebilcoc (izquierda).

Víctor Catán Dabike (derecha), quien asumió el cargo el año pasado sucediendo a, Jorge Valenzuela Trebilcoc (izquierda).

Catán también aseguró que su postura desde el día uno ha sido que productores y exportadores contrataron un servicio, “y ese servicio no cumplió, por lo tanto Maersk tiene que hacerse responsable de todo lo que hay posterior, porque si no, es seguir pasándole la cuenta a un productor que ya está afectado, que ya perdió en algunos casos el 100% de su cosecha de un año”.

El problema con las cerezas comenzó en alta mar

El buque Maersk Saltoro, perteneciente a la reconocida empresa de transporte marítimo Maersk, partió desde el puerto de San Antonio (Chile) el 27 de diciembre de 2024, cargado con 1.352 contenedores. En su interior, viajaban aproximadamente cinco millones de cajas de cerezas destinadas al mercado chino, en plena temporada de exportaciones. Sin embargo, el 13 de enero, el buque sufrió una grave falla en el motor y quedó varado en alta mar durante semanas, lo que derivó en la pérdida de toda la mercancía.

Después de 52 días de retraso, el buque finalmente llegó a su destino. Como era previsible, la fruta ya no estaba en condiciones para su comercialización y se determinó su destrucción. Según fuentes oficiales, el cargamento estaba valorado en aproximadamente 130 millones de dólares. Las autoridades sanitarias chinas concluyeron la inspección del producto el pasado 8 de marzo, y desde entonces han estado llevando a cabo su eliminación.

Maersk y la estrategia para limitar su responsabilidad

Un duro golpe en un año difícil para el sector

La crisis del Maersk Saltoro ocurre en un contexto ya complejo para la industria de la fruta chilena. Según un informe de la consultora Collier, la temporada 2024-2025 dejó pérdidas cercanas a los 1.500 millones de dólares para los productores y exportadores de cerezas. Esta situación fue causada, en primer lugar, por una abrupta caída en los precios en el mercado chino y, en segundo lugar, por el colapso generado por la pérdida de los contenedores varados en alta mar.

A pesar de estos reveses, los productores mantienen la esperanza de que el mercado de exportación de cerezas pueda recuperarse en los próximos años. Se prevé que las colocaciones de cerezas aumenten a partir de 2025 y alcancen su punto máximo en 2030. Sin embargo, los gremios agrícolas advierten que es fundamental adoptar nuevas estrategias para diversificar los mercados y reducir la dependencia de China. También destacan la necesidad de mejorar la logística y el control de calidad de los envíos para evitar que situaciones como la del Maersk Saltoro vuelvan a ocurrir.

La disputa legal entre los productores y Maersk apenas comienza. En las próximas semanas, las partes afectadas podrán presentar sus impugnaciones ante la justicia chilena, y el principal argumento del sector agrícola será demostrar la negligencia de la empresa naviera. En tanto, la pregunta que resuena en la industria es clara: ¿Quién asumirá realmente la responsabilidad por esta crisis?

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