¿Cuál es mi pensamiento sobre el sistema frutícola del Valle?
Nunca hubo un modelo de organización que perdure en el tiempo y mucho menos un líder o líderes genuinos, transformadores, con visiones integradoras, de conjunto, de futuro y que compartan experiencias e información con el resto de la actividad.
Lindo tema y apasionante… comencé a trabajar en la actividad en 1975 y si tomamos que la génesis frutícola inicia en 1930 cuando la Estación Agronómica de Cinco Saltos a cargo del ingeniero Juan Barcia Trelles comienza con la distribución limitada de plantas de manzana y pera, la cronología indica que he estado en el sistema por la mitad del total de años.
Desde mi percepción inicial, hasta llegar a la actualidad, he podido observar y considerar que nunca hubo un modelo de organización que perdure en el tiempo y mucho menos un líder o líderes genuinos, transformadores, con visiones integradoras, de conjunto, de futuro y que compartan experiencias e información con el resto de la actividad.
Sí, hubo líderes parciales como es el caso de Roberto Gasparri, que se destacó en el tema variedades y experto en la realización de chacras a partir de lo que en ese momento eran los Redescuentos del Banco Central.
Otro líder fue Giovanni “Nino” Bocchi, dueño mayoritario de Trading Bocchi Group y su representación en Argentina con Expofrut S.A. En el tema comercial, revolucionó todo, se vendía todo, lo favorecía el valor del euro del momento.
Ahora bien, luego del repaso parcial, rescato una persona que se asemejaba mucho al estereotipo que considero líder, fue Francisco “Pancho” Tropeano, pero desde su identidad política (militante comunista) lo destrozaba el establishment valletano, sociedad claramente conservadora.
Siempre tuvo de la actividad una idea que amalgamaba la producción primaria con la venta. Parte de su lucha fue darle un resguardo legal a la primera venta, hablaba de contratos, registro de los mismos, precios, formas de pago, agruparse en cooperativas para trabajar la fruta y comercializarla.
Partiendo desde las jerarquías conservadoras del momento, la amenaza que se concebía era tener un movimiento chacareril organizado, principiando por el gobierno provincial, con ascendencia sobre las Cámaras de Productores y su integración a la Federación de Productores y rematando en Corpofrut.
Mi pensamiento, volviendo a la pregunta, es que el grado de sojuzgamiento comercial que el productor lleva en sus genes fue la causa mayor para que poco a poco se fuera opacando su participación activa y productiva, en el sector.
Sobre este tema es interesante las reflexiones que realiza Francisco Netri, (eclesiástico y abogado, de origen italiano) sobre los procederes del productor para con quién tiene lazos comerciales. Fue fundador de la Federación Agraria Argentina, uno de los motivadores para la sublevación de los arrendatarios allá por 1912, cuando se produce El Grito de Alcorta, recomiendo su lectura.
De hecho, de los varios miles de productores independientes con que contaba el sector frutícola, hoy está reducido tal vez a 500-700. Hay más, pero en realidad las chacras están con nombres de fantasía que pertenecen a las empresas empacadoras.
Cuando los precios volaban después de la pos guerra, el chacarero aún con 4-5 hectáreas se confunde, cree que la situación es perenne y comienza el abandono del terruño, busca en la ciudad un salto en la calidad de vida.
La rentabilidad era muy positiva y deja la chacra, emigra a la ciudad, los gastos se multiplican, sus hijos se capacitan en estudios que nada tenían que ver con los trabajos de chacra, se desvanece a futuro el recambio generacional, vienen devaluaciones, la volatilidad del mercado, aparecen los competidores del hemisferio sur, todo cambia y no se percibe.
Nadie advierte, nadie dice nada, pero seguramente hay quienes desde el silencio festejaban. Ahí es donde tendrían que haber aparecido el o los líderes, para evitar la diáspora chacareril, pero no, cada parte tiró para su lado y el sector se convirtió en lo que es en la actualidad. La concentración empresarial a partir de lo que se podría denominar Burguesía Local, se fagocitó el sistema y de esto no hay vuelta atrás.
El sistema comercial nunca fue bueno, siempre fue el resultado de una resta y hoy ya casi ni existe. Se negocian por parte de las empresas determinadas variedades, determinados tamaños, altas exigencias de calidad y a otra cosa, el resto te lo quedas, ya sea en la planta, a industria o algún puestero local.
El productor (el que queda) diría que no tiene un horizonte claro ante un futuro de costos creciendo, el cual se da en sintonía con lo que ocurre a nivel mundial y con empresas de empaque y comercialización cada vez más concentradas. En no mucho tiempo más las empresas casi no van a necesitar de la fruta del productor.
Hubo un intento de extranjerización allá por el 90, pero con los años abandonaron el negocio, a mi criterio el capital extranjero no se habituaba a la volatilización del negocio y además al sistema productivo en sí.
En resumen, mi pensamiento, y muy personal, es que estamos con fruticultura sumamente estancada, veo poco aporte de los organismos de apoyo e investigación. Se sigue plantando a acierto o error (las variedades) y de acuerdo con el lazo comercial o empresa de empaque al cual se está comprometido. El tema vivero y aporte de especies y variedades de plantas con la tecnología que se requiere, está casi ausente.
No la hubo y sigue sin estar la orientación y el apuntalamiento que necesita el chacarero en determinados momentos, tanto para adentro o para afuera de la tranquera. Hace años, y copiando a otros países, se realizaban congresos después de cada campaña, el motivo era ver los problemas de la temporada y además se invitaban profesionales con “chapa mundial” que nos hablaban de lo que venía, del futuro.
Los técnicos viajaban a los seminarios y congresos en el exterior, estaban al tanto de la fruticultura que se estaba dando en la competencia y además las empresas tenían asesores extranjeros que las visitaban en varias oportunidades al año. Se emparejaba para arriba. Hoy el silencio aturde.
Que me recuerde, solo vienen a mi memoria tres programas exitosos en el valle:
- El Programa Nacional de Supresión de Carpocapsa donde los unió el espanto, ya que estaba en juego la exportación. Habíamos llegado a porcentajes de daño elevados y sin control. Fue exitoso en un principio, pero también sobrevino el desmadre en el control, en las aplicaciones, en la colocación de trampas y los porcentajes volvieron a subir-
- Observatorio Frutícola de la Manzana y la Pera: un hito muy importante de la actividad, pasó desapercibido y que estuvo en pleno funcionamiento durante un buen tiempo. Las decisiones a que se llegaban tenían una fortaleza que impedían refutarlas en el futuro y además dejaban precedentes que la fruticultura, sobre todo a partir del sector empaque e industria. Se desnudaban temas de costos y temas comerciales sobre la Cadena de Valor, lo boicotearon, En agosto de 2011 se genera un documento interinstitucional y centralizado en los costos de la cadena frutícola, base que sirve en la actualidad para seguir sacando los mismos. Se trabajaba en tres comisiones: A) de Costos y Precios, B) de Buenas Prácticas Agrícolas y C) de Análisis de la Industria. Con el correr del tiempo se llegaron a conclusiones y resultados que no convenían y de a poco se comenzó con un vaciamiento de información y de RRHH, a mi entender directamente lo boicotearon.
- Programa Cambio Rural: muy bueno en cuanto a su implantación inicial, la mayoría de los ingenieros intervinientes estaban en la actividad privada que llevaba a cabo la vanguardia frutícola, por lo tanto, digo sin exagerar que enriquecieron y jerarquizaron en forma significativa al programa El mismo se desvirtuó al comenzar a desvincularse de Nación, los chacareros se desbandaron y en eso tuvo mucho que ver ciertos empaques. Fueron sobre los principales productores de los grupos, que habían reconvertido a los cuales ensalzaron, los dividieron, los cooptaron y después ya conocemos la historia.
Iniciamos con el Equipo Territorial del ministerio una iniciativa para volver a aquella época donde las empresas entregaban planillas de empaque diario y planillas de resumen mensuales. Como antecedente para reiniciar el sistema, todo esto estaba establecido por Ley Nacional en la Reglamentación de Frutas Frescas conforme al Decreto Ley 9244/63, con las reformas registradas a posteriori en cuanto a reformas normativas. Los datos serían almacenados en el Observatorio Frutícola y eso encendió otra alarma local, se comenzaba con una fruticultura con “números reales”. Lo dinamitaron.
Salvo estos momentos descriptos, no siento nada, no veo nada, no leo nada trascendente de la actividad, está en punto muerto. Mientras que Chile, Brasil, Sud África, México y demás siguen para adelante, la chatura intelectual e investigativa que veo en todos los sectores que componen la actividad, es muy preocupante.
Hoy el silencio es muy notorio, ya no se habla de la actividad y eso es muy conveniente para la concentración empresarial, que sigue adelante, en silencio y con tecnología de punta sobre todo en el empaque y logística de distribución.
Desde el ministerio, se intentó apoyar al productor primario para que llegue al consumidor sin intermediarios, fracasamos en general, aunque hubo algún emprendimiento que todavía se sostiene en base a la propuesta de aquellos momentos.
En el inicio de la nueva centuria el negocio cambia con el hipermercadismo, cambian los sistemas comerciales, sistemas de aprovisionamiento a los mismos y se transita aquí y en las demás partes del planeta, parecería ser a un destino de “Fruticultura sin Fruticultores”. La exportación y los super e hipermercados es terreno de las grandes empresas y es un tema incuestionable ya que tienen con qué para hacerlo, producto, plata y logística.
Como corolario final cabe una apreciación, el sistema frutícola en general, ¿fracasó, está en crisis permanente, en crisis parcial o no está en crisis? De ninguna manera, el sistema frutícola está sólido, con buenas producciones por hectárea y con descartes inferiores a los tradicionales, en condiciones climáticas normales. Qué motiva tal apreciación, es fácil, salieron del sistema aquellas producciones que estaban en la zona gris de la fruticultura y que no superaban los 20-25 Tn/Ha y con descartes muy significativos.
Sobrevivieron hasta que el sistema comercial, sobre todo el exportador, cambió la demanda, porque cambiaron las exigencias exportadoras teniendo en cuenta que en la cancha están los países de vanguardia frutícola del hemisferio sur. Se obligó a comprar de acuerdo a lo que exigía el mercado, es decir, determinadas especies, variedades, color, tamaño y con alta calidad.
¿Fracasó el sistema?, de ninguna manera, fracasó la parte más débil de la cadena de valor, la del chacarero, en claro peligro de extinción, que no supo en todos estos años, establecer una organización con líderes genuinos y comprometidos con sus pares.
De lo expuesto parecería que no hay un futuro frutícola con productores frutícolas y yo pienso todo lo contrario, lo hay y puede ser venturoso, sobre todo para esta provincia con tierra, agua, clima y RRHH a partir de jóvenes en abundancia. Solamente voy a decir que en 1970 con casi 24 millones de habitantes consumíamos 17 kilos de manzana y 5,5 kilos de pera por habitante y hoy con casi 46 millones consumimos 4 kilos de manzana y menos de 1 kilo de pera.
Si hay política de estado con ganas de hacer algo, no tengas duda que se puede hacer algo muy bueno que involucre al eslabón que está a punto de desaparecer, pero este es un tema a desarrollar cuando se den condiciones totalmente distintas en términos políticos y económicos a las actuales. El Mercado Externo está, hay que dejárselo y además apoyar a quiénes hoy lo desarrollan. El Mercado interno es el norte referencial para un nuevo productor.
*El autor es ingeniero agrónomo y consultor frutícola ([email protected]).
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