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Cuáles son los números del sistema de riego del Río Limay Inferior

El sistema de riego de Neuquén cumplió 100 años y desde +p hacemos una radiografía a través de sus números.

Este mes, el sistema de riego del Río Limay Inferior IPAF Patagonia llego al centenario y el INTA y la Dirección de Riego de la subsecretaría de producción, trabajó en Mapeo Colaborativo. Repasemos los números del sistema.

El régimen hidrológico natural del río Limay posee una doble onda de crecida, una en invierno debido al aumento de las precipitaciones y otra al finalizar la primavera por el deshielo. Su caudal medio es de 650 m3/seg y drena un área de 56.000 km2 (FAO, 2017).

El Sistema de riego de Limay Inferior, se extiende sobre una franja de 60 kms. a lo largo de la margen norte del Río Limay que transcurre entre la periferia de la ciudad de Neuquén y la localidad de Arroyito.

Abarca unas 12.000 hectáreas y su área de influencia incluye las zonas de Arroyito, Senillosa, Plottier y Neuquén. Actualmente, cuenta con 628 usuarios empadronados y su gestión es pública; es decir, no existen formas organizacionales privadas para su administración como son las comisiones de regantes.

Las principales actividades productivas que se desprenden del riego en el área son la fruticultura (principalmente, manzanas, peras, frutales de carozo y frutilla), la producción de frutos secos (sobre todo, nueces y almendras), la horticultura y la producción de forrajes.

El sistema de riego y su valor territorial

“El concepto de amenidad puede enriquecer la caracterización multidimensional del Sistema, ya que se define como una especificidad de base territorial susceptible de ser valorizada (Bustos Cara et al., 2004). En este caso, la presencia de los ríos representando una ventaja geográfica y el sistema de riego asociado como parte de un patrimonio común está fuertemente anclado e identificado con el territorio sobre el cual se está trabajando. Esta asociación conceptual va a permitir transitar hacia una cartografía diferente, de base cultural, donde se pueda visibilizar más claramente aquellas relaciones y vínculos que resultan en propiedades emergentes que favorecen el anclaje del sistema productivo del valle”, señalan en un documento que trabajaron las instituciones.

El mapeo colectivo

Se buscó mediante esta herramienta acercar a los actores institucionales vinculados al sistema de riego del río Limay inferior mediante talleres de mapeo colectivo que permitieron visibilizar gráficamente y desde distintas dimensiones los aspectos críticos que impactan en la valorización de este sistema de riego.

“Los mapeos colectivos permiten traer relatos de varios actores y puntualizar aspectos invisibilizados que caracterizan los procesos territoriales. Es un proceso de co-creación que trae y convoca a diferentes lugares de enunciación, desafiando los relatos dominantes sobre los territorios. Mediante esta actividad se pretendió fomentar el intercambio de conocimientos y comenzar a tejer la trama multidimensional para comprender la interrelación de las partes que sostienen al sistema de irrigación del río Limay inferior.

La acción de cartografiar va más allá de realizar una representación gráfica con fines técnicos y prácticos, sino que va en busca de visibilizar las experiencias del espacio y el tiempo, lo que se conoce como el espacio vivido (Bolaños y Schmidt, 2023) contado por quienes se vinculan de alguna forma a él.

Sobre un soporte gráfico y visual, como un mapa, se incentiva a la generación de un diálogo sobre él que permita visibilizar las problemáticas que plantea cada actor e identificar sus causas. También pueden mapearse experiencias positivas o virtuosas, espacios de organización y transformación, con el objetivo de tejer la red de afinidades y cooperaciones”, detallan en el material.

La intención fue generar una continuidad a partir de los “hilos” que se desprendían de las primeras instancias participativas que permitieran la re-vinculación de los nodos de la red que ejercen agencia sobre el sistema de riego. También en otra instancia, se contó con la participación de otros actores que siguieron sumando voces y enriqueciendo el diagnóstico, llevándolo a otras escalas.

Participaron del mapeo integrantes de la Dirección General de Riego de Neuquén, funcionarios de la dirección de medio ambiente del municipio de Plottier, de la dirección de producción del municipio de Senillosa y técnicos especialistas en riego (EEA Alto Valle, INTA y DPA Río Negro). La organización, registro y moderación de la actividad estuvieron a cargo de técnicos del IPAF Patagonia, INTA.

Antecedentes y números

Matías Gutiérrez, de la dirección de Riego de la provincia, señaló algunos “antecedentes de estos 100 años de canal fiscal”, indicando que “hubo dos sistemas previos de bombeo con un costo operativo muy importante; uno ubicado en Piscicultura, otro ubicado en la Isla 132 y también hubo una toma libre ubicada en la parte sur del casco urbano de Senillosa”.

“De alguna manera, cuando entró el régimen del sistema de la represa del Chocón y su dique compensador Arroyito se conectó con el sistema actual, ampliando la zona de dominio”, agregó.

“Esto viene a cuenta de que todos estos sistemas de riego tienen esfuerzo individual de todas las personas migrantes, trabajadores, chacareros, pero también del Estado que estuvo aportando”, señaló.

Gutiérrez mostró en imágenes “trabajo social acumulado, entendiendo que la modificación de ambiente y el patrimonio generado es un valor muy importante como para solo juzgar la rentabilidad instantánea, comparando un sistema productivo con otro menos sustentable”

Las hectáreas hoy empadronadas 4877, los usuarios empadronados son 634, 14 tomas y 459 kilómetros de canales y desagües. El sistema de riego en sí se lo puede considerar un todo (canal-desagües, etc.). Cuenta con 32 tomeros, 2 máquinas disponibles, un camión, dos camionetas, 10 motos y 4 cuatriciclos. De la superficie productiva real el 59% produce, el resto son hectáreas abandonadas, zonas urbanas, loteos.

Hay 407 hectáreas sin empadronar, de Asociaciones de Fomento Rural (AFRs) de Plottier y Senillosa principalmente y en este sentido se cambió el reglamento de riego para poder darles el servicio.

La situación real de los regantes es que el uso productivo real de parcelas empadronadas es de 375, esto es, 2909 hectáreas, 231 parcelas abandonadas (1056 has); loteos y urbanizaciones abiertas, cerradas y proyectos a lotear tenemos el 22% del total. En relación con cada ejido, los productores totales (empadronados) son en Plottier –si bien en Plottier son 2800 superficies empadronadas, la superficie productiva es de 1400; en Senillosa la diferencia es notable, son 1043 hectáreas pero productivas en sí, 941.

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