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Duraznos y damascos: dudas en la campaña europea

La producción está fuertemente impactada por la sequía y las inundaciones. ¿Cuáles son los números de 2023?

“La campaña 2023, marcada por la incertidumbre”, eso planteó Javier Basols, de la Federación de Cooperativas españolas, en la presentación de las previsiones de cosecha de durazno y damasco de Europa aportadas por los principales países productores en el webinar organizado por medFEL–Europêch.

La incertidumbre que menciona el especialista español se debe al clima. La sequía extrema en el norte de España (Cataluña y Aragón) y del sur de Francia (Languedoc Roussillon) y las inundaciones en Italia (Emilia Romana) hacen que las cifras presentadas en el webinar, que se llevó a cabo el 23 de mayo, sean más optimistas que reales.

En la actualidad, se espera que la producción alcance las 3.379.000 toneladas, lo que supone un aumento del 14% respecto al año pasado, un 2% más de la media 2017/21.

País por país, un escenario complejo

En el norte de España, la situación es tan grave que puede peligrar la vida de los árboles por la falta de agua. Según Manel Simon, de la Asociación Empresarial de Fruta de Cataluña (Afrucat), “hay zonas que solo cuentan con riego autorizado para garantizar la supervivencia del árbol, no para asegurar la cosecha”.

Pese a esta situación, se prevé un aumento de la cosecha de un 4% respecto a la media de los cinco últimos años, exceptuando el 2022, año “muy duro con una producción muy corta” que distorsiona mucho las estadísticas. Así, en España, el potencial de producción de duraznos y damascos, incluidos los planos, se estima en 1.250.000 t (+52% frente al 2022), mientras que el de los pelones en 292.00 t (+41%/2022).

Con 665.800 toneladas, Grecia espera una producción similar a la de 2022, “con una ligera caída del 5% en durazno y damasco y del 4% en pelones. En este último caso, esto supone un descenso del 14% respecto a la media de los últimos cinco años”, dijo Georges Kantzios, de la Cooperativa ASEPOP.

Respecto a la superficie cultivada, el representante griego comentó que “se ha ido reduciendo en duraznos en los últimos años por mal rendimiento económico, siendo sustituido por damascos, pero sobre todo por kiwis y cerezos”.

Con la mirada en la producción de Francia, Bruno Darnaud, presidente de la asociación AOP, aseguró que las 231.00 toneladas representan un volúmen normal pero alertó: “Los problemas de sequía latente, importante en el departamento de los Pyrénées–Orientales, empiezan a afectar a los calibres de la fruta, por lo que habrá que volver a valorar más adelante”.

El representante francés también señaló que “a esto, hay que sumar el aumento de los costos de producción, que en 2022 fue de un 12% y este año de un 10%. Estamos negociando con la distribución un incremento de precios. Pero habrá que tener en cuenta la actitud del consumidor en un contexto de menor poder adquisitivo”.

Para terminar, el panorama de Italia está atravesado por las lluvias en la región de la Emilia Romana. Elisa Macchi, referentes del Centro Servizi Ortofrutticoli–CSO, aseguró que “todavía no podemos cuantificar los daños porque muchos terrenos están inundados”.

Según la representante italiana, antes de estas precipitaciones el norte de Italia ya presentaba una reducción de la superficie de un 4% respecto al año pasado. De hecho, en 2023 el potencial de producción se sitúa en 933.000 toneladas de duraznos y damascos (–8% respecto a la campaña anterior).

Fuente: Hortoinfo

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