El auge del pistacho en Argentina: Un superalimento que conquista el país
En los últimos años, el pistacho ha ganado protagonismo en la agricultura argentina, con un crecimiento del 500% en su cultivo, según el INTA. Más allá del boom, ¿por qué es mucho más que un snack?
En los últimos años, el pistacho se ha convertido en el nuevo protagonista de la agricultura argentina. Según el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la superficie dedicada a su cultivo creció un impresionante 500% en solo cinco años. En la Patagonia, en Casa de Piedra (La Pampa), una región irrigada por el río Colorado, este fruto seco está viviendo un verdadero boom. Pero, más allá de su éxito en los campos, ¿qué lo hace tan especial?
Originario de uno de los árboles más antiguos del mundo, el pistacho es mucho más que un snack delicioso. Estudios del National Institutes of Health (NIH) lo coronan como un "guardián del corazón". ¿La razón? Su consumo regular reduce el colesterol LDL ("el malo") y equilibra la presión arterial, disminuyendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares, una de las principales causas de mortalidad global.
Además, al bajar los niveles de triglicéridos, se convierte en un aliado natural para mantener tu sistema cardiovascular en plena forma. Esto ayuda también a mejorar ciertas condiciones como el sobrepeso, alteraciones del metabolismo o la diabetes tipo 2.
En cuanto a esta última afección, un estudio publicado en la revista científica Nature junto al Centro de Nutrición Clínica de Toronto (Canadá), demuestra que los pistachos regulan los niveles de glucosa en sangre. Si bien estos frutos poseen una mayor concentración de carbohidratos que otros, no generan un aporte significativo para el organismo y permite el equilibrio de glucosa e insulina.
Un puñado de virtudes
Para comprender cabalmente los beneficios de estos frutos secos para la salud, es importante entender su valor nutricional. Los pistachos poseen más fibra que otros de su variedad, de la cual el 10% es insoluble y un 0,3% solubles. Asimismo, cuentan con grandes cantidades de minerales como el fósforo, magnesio, potasio y calcio. A su vez, posee vitamina A, E, C,K y gran parte de las vitaminas B.
Su aporte nutricional es tal que unos 100 gramos de pistachos aportan entre 5,6 y 8,8 miligramos de hierro. Este mineral esencial no solo combate la anemia ferropénica, causada por la falta de hierro, sino que también mejora la oxigenación de la sangre y fortalece tus defensas.
Por otro lado, los pistachos están cargados de antioxidantes como la vitamina E y el betacaroteno, que luchan contra el daño oxidativo y retrasan el envejecimiento celular. Incorporarlos a la dieta no solo es una estrategia de prevención, sino también un truco natural para mantener tus células jóvenes y saludables por más tiempo.
Hay más. La salud ocular también tiene un amigo en este superalimento. Con pigmentos como luteína, caroteno y riboflavina, el pistacho actúa como un escudo contra el deterioro de la visión relacionado con la edad. Un puñado al día puede ser el secreto para mantener tus ojos en forma a cualquier edad.
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