El membrillo, una alternativa de reconversión frutícola
Desde el INTA trabajan para volver a reposicionar al membrillo entre las producciones frutícolas clave del país. Es parte de la reconversión.
Desde hace más de 10 años, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina (INTA) San Pedro acompaña a productores locales en el desarrollo e implementación de estrategias para impulsar el cultivo y las plantaciones comerciales de membrillo, como una alternativa de producción a los frutales de carozo y cítricos.
El membrillo tuvo una alta presencia en los Valles de Río Negro y Neuquén durante las décadas que fueron de 1970 a 1990 con una producción que llegó a superar las 120.000 toneladas. En la actualidad, los frutos de las pocas plantas de membrillos existentes en la región se orientan al consumo familiar.
El organismo aseguró que desde hace 60 años, el membrillo es un fruto que se utiliza para su industrialización y que, en la actualidad, cuatro empresas se abastecen con materia prima proveniente del noroeste del país, para procesarlo como dulce sólido en latas y barras.
Por otro lado, los viveros de la zona producen y comercializan membrilleros destinados a abastecer plantaciones de escala familiar. Gabriel Valentini, investigador en fruticultura en la Estación Experimental Agropecuaria del INTA San Pedro, explicó en declaraciones recogidas por la entidad que, ante la iniciativa de fruticultores de la zona en avanzar con el cultivo de esta especie y la escasez de información local sobre particularidades, el INTA contribuyó con actividades ligadas a la asistencia y asesoramiento de especialistas en el cultivo del membrillero, facilitando su llegada a la zona y la organización de jornadas de capacitación.
“Las condiciones regionales de cultivo son adecuadas para un correcto comportamiento agronómico de este frutal”, indicó Valentini. "Por otro lado, existen cuestiones propias del ambiente que obligan a prestar especial atención a la incidencia de enfermedades fúngicas como la Mancha Parda y de plagas como la Mosca de la Fruta y Carpocapsa”, agregó.
INTA informó que, la variedad que más se ha plantado en la zona es INTA 147. En relación con los rendimientos, el investigador indicó que varían según las temporadas y sus condiciones. “Si no existen factores que signifiquen limitantes mayores, los valores oscilan entre 24 y 30 toneladas por hectárea en plantas en plena producción”, puntualizó.
La primera plantación con escala comercial se realizó en la zona en 2015 y hoy se encuentra en plena producción. “La iniciativa de quienes comenzaron con esta producción y sus resultados a nivel local, sirvieron como incentivo para que otros productores decidieran implantar lotes con fines comerciales. En 2015 se instalaron 10 hectáreas y, actualmente, existen unas 50 hectáreas implantadas”, indicó el especialista.
Desde 2018 se lleva adelante un experimento en un lote comercial, perteneciente a productores locales, para evaluar cinco variantes de poda, uno de los aspectos relevantes del manejo cultural y componente determinante del rendimiento y su sostenibilidad a través de las campañas, indicó INTA.
Fuente: INTA
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