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El sueño de la cereza chilena se convierte en pesadilla: pérdidas récord y crisis en el sector

Colapsó del mercado de cereza chilena: sobreoferta, precios en caída y una crisis que generó pérdidas por 1.600 millones de dólares.

Lo que se proyectaba como la mejor temporada en la historia de la cereza chilena terminó en un golpe inesperado para los productores. La combinación de una sobreoferta sin precedentes y un colapso en los precios del principal mercado, China, ha generado pérdidas estimadas en al menos 1.600 millones de dólares para la industria. El crecimiento en los envíos fue exponencial. En la temporada 2024/25, las exportaciones aumentaron más del 50% respecto al ciclo anterior, alcanzando un total de 120 millones de cajas. Este volumen récord saturó el mercado chino –destino del 90% de las cerezas chilenas– y provocó una caída de precios del 50% en comparación con la misma fecha del año pasado.

Los números oficiales de la Oficina de Estudios de Políticas Agrarias (ODEPA) muestran, al cierre de enero de este año, como crecieron las toneladas exportadas de cerezas, con valores que no reaccionaron en la misma relación.

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Al 31 enero ya se observaba que las situación del mercado de las cerezas estaba complicado. El problema se agravó por las condiciones de calidad de la fruta. Un año nuevo chino adelantado (29 de enero) aceleró las compras de importadores en China, pero las primeras cosechas en Chile presentaron problemas de madurez. La calidad inicial deficiente generó precios bajos y una ralentización en la demanda, lo que terminó afectando a toda la temporada. Cuando finalmente arribó la fruta en condiciones óptimas, lo hizo en volúmenes masivos que encontraron un mercado saturado, sin capacidad de absorber la oferta. A esto se sumó el desastre logístico del buque Maersk Saltoro, que permaneció a la deriva por semanas con un cargamento de 1.300 contenedores de cerezas, valuado en 120 millones de dólares. La fruta llegó en mal estado y fue completamente rechazada por las autoridades chinas, generando un impacto adicional en los exportadores.

Según un análisis de la consultora Colliers, publicado por el portal Emol, las pérdidas de los productores y exportadores en la presente temporada ascienden aproximadamente a unos 1.600 millones de dólares, considerando que el retorno promedio por kilo de cereza cayó de un techo de 5 dólares respecto de temporadas anteriores, a un piso estimado de 2,5 dólares en el mejor de los casos.

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La gráfica adjunta refleja que, al cierre de enero, los exportadores ya perdían casi dos dólares FOB por kilo de cereza exportada respecto de la temporada 2023/24.

Cereza chilena: lo que falta consolidar

Pero estos números de pérdida -los dos dólares por kilo que va consolidado ODEPA de la presente temporada- son parciales y probablemente tiendan a agravarse teniendo en cuenta tres factores adicionales.

- El primero de ellos es que faltan consolidar los datos oficiales de febrero y primeras semanas de marzo (unas 100.000 toneladas adicionales de fruta) período en que los precios siguieron a la baja.

- En segundo término, los valores FOB (declarados por las empresas al momento de exportar) son estimaciones de precios que se realizan por ventas futuras. Las expectativas al momento de iniciar los embarques eran mucho mayores de las que terminaron lográndose finalmente en destino, por lo tanto es probable que los números FOB declarados por las empresas estén sobrevaluados.

- Y el último punto, que la estadística presentada no incorpora, las pérdidas totales de los más de 1300 contenedores de cerezas (unas 25.000 toneladas aproximadamente) que se perdieron durante el trayecto del Maersk Saltoro.

La crisis ha puesto en evidencia la necesidad de cambios en la industria, puntualmente por lo sucedido en esta temporada, pero también por lo que vendrá. Actualmente, Chile cuenta con cerca de 80.000 hectáreas de cerezos en producción y las estimaciones indican que las exportaciones podrían llegar a 200 millones de cajas hacia 2030. Sin embargo, la dependencia de China como único gran destino expone al sector a riesgos significativos. Pero también está claro que diversificar mercados con semejante volumen de oferta es algo muy complicado, ya que solo China hoy tiene la capacidad de absorber el 90% de las más de 120 millones de cajas de cerezas que actualmente produce Chile.

Ante este panorama, sector público y privado buscan alternativas. Abrir nuevos mercados, es una de ellas. La necesidad de mejorar la calidad de la fruta en términos de calibre, color y sabor, así como implementar manejos agronómicos que permitan escalonar la cosecha y evitar la concentración excesiva de exportaciones en pocas semanas, es otra de las posibilidades.

El sector enfrenta una encrucijada. Sin cambios estructurales en la comercialización y una planificación más eficiente en la producción y exportación, la industria de la cereza podría volver a tropezar con los mismos problemas en futuras temporadas. La lección de este año es clara: depender de un solo mercado y saturarlo con oferta descontrolada y sin calidad adecuada puede transformar una oportunidad de crecimiento en una nueva crisis sin precedentes.

Fuente: Redacción +P con aportes de Emol.

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