Manzana: se desploma el consumo en el mercado interno
En los últimos 40 años se dejaron de consumir en la Argentina un volumen equivalente a 270.000 toneladas de manzana. Pese a ello, sigue siendo un destino clave para el Valle. Importante disparidad y amplitud de precios se observa en las góndolas. No ocurre lo mismo sobre la oferta mayorista.
El mercado interno ha sido históricamente un importante destino para la manzana que se produce en los Valles de Río Negro y Neuquén. En los últimos años, su participación creció en forma significativa en desmedro de la exportación. Lógico: el sesgo anti exportador que tiene la economía se hizo sentir y gran parte de la manzana que antes tenía como destino los mercados externos terminaron por derivarse a las góndolas locales.
En las últimas dos décadas se observan claras tendencias en el comercio de esta especie. La más significativa es que los volúmenes de manzanas hacia el mercado interno se mantienen relativamente estables, pero su proporción, sobre el total del resto de los canales comerciales, crece 14 puntos porcentuales en los últimos 20 años.
Lo que queda en claro con la estadística presentada es que, por un lado, el consumo per cápita de manzanas cayó en este período bajo análisis. Esto se deduce al relacionar la evolución de una población creciente frente a una oferta de manzanas relativamente estable.
Pero por otro lado, está la fuerte caída de producción que sufrió la manzana en todos estos años. El promedio 2002-2006, para esta especie, se ubicó en los 870.000 toneladas de producción. Para este año se proyectan poco más de 480.000 toneladas, reflejando una caída del 45% respecto del período bajo análisis. En términos absolutos, cerca de 400.000 toneladas de manzanas dejaron de estar en los distintos mercados. Un número no menor, teniendo en cuenta que es lo que representa éste volumen para el movimiento económico del todo el Valle.
Otro dato de importancia que surgen de los datos presentados, es la caída que está registrando el consumo.
Estudios oficiales y privados reflejan una sensible merma del consumo de manzanas en el mercado argentino. Según la estadística volcada en este informe, en los últimos 40 años cada ciudadano argentino dejó de comprar 5,9 kilos de manzana por año. Este indicador, llevado a nuestros días, significa que la actividad perdió, en este período, un mercado equivalente a unas 270.000 toneladas de manzanas.
Gran parte de todo este retroceso que reflejan los números de la fruticultura se debió a las políticas económicas aplicadas en estas últimas décadas, que terminaron por afectar el desarrollo del sistema. Otra parte, a la mayor oferta de frutas alternativas en el mercado (cítricos, tropicales, carozos, etc.) que se muestran altamente competitivas en góndola. Y, por último, a la falta de la calidad ofertada desde el Valle, que definió un cambio de hábito sobre quien era hace años nuestro gran consumidor de manzanas
Precios
La diferencia de cotizaciones que observamos sobre las manzanas en las góndolas de los distintos puntos del país, reflejan una una disparidad de precios que nunca antes se había visto. Sin dudas que la coyuntura económica no ayuda. Con los niveles de inflación existente, es difícil que el consumidor puede tener referencia de los valores que está pagando por un kilo de manzanas. Recorriendo una tienda de barrio se puede encontrar hoy un kilo de manzanas en 1.200 pesos y dos cuadras más adelante, otra boca minorista vende esa misma manzana a 1.600 pesos el kilo. Nadie puede explicar técnicamente las causas que generan esa diferencia de precios.
Como históricamente ocurre, las más altas cotizaciones se las ubica en ciertos puntos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y el cordón norte del Gran Buenos Aires.
En los supermercados y tiendas especializadas se puede encontrar hoy el kilo de manzanas de alta calidad y calibres adecuados entre los 1.600 y 2.200 pesos. Sin embargo hay que destacar que la manzana que llega a estos niveles de precios representa menos del 15% del total de la especie que se comercializa en el mercado interno. En el otro extremo podemos encontrar ofertas entre 600 y 1.000 pesos el kilo.
Pero cuando se toman los promedios, los números de la manzana son altos respecto de otro tipo de alimentos. Un kilo de asado, que esta semana lo estuvo promocionando una importante cadena nacional de supermercado, se oferta en las góndolas a 1.100 pesos el kilo.
Históricamente el índice manzana/asado equivalía a 2,5. Es decir, el valor promedio de 2,5 kilos de manzanas era similar a un kilo de asado. Hoy esta relación está está levemente superior a 1,2. Otra señal de la enorme distorsión de precios relativos que existe en nuestra economía.
También encontramos diferencias importantes entre los valores de la manzana que se comercializan en los mercados mayoristas y los finales en góndola, que son los que terminan pagando los consumidores.
De este gráfico se infiere que las grandes diferencias entre los altos y bajos valores de las manzanas que se pueden ver en góndolas, disminuyen en forma importante en la oferta mayorista. La especie que llega de Chile es la de mayor cotización, con un valor promedio de 800 pesos el kilo en el segmento mayorista del Mercado Central de Buenos Aires (MCBA). El resto de la manzana roja, de origen local, tiene un valor de venta mayorista que parte de un piso de 320 pesos a un techo de 544 pesos por kilo, marcando una diferencia entre ambos extremos del orden del 70%. En góndola esta variación supera el 300% entre ambas puntas.
Queda para otro análisis las causas que producen estos desvíos.
Nota: contenido elaborado con el aporte del Ing. Jorge Toranzo.
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