Puerto SAE: reducen frecuencia de buques, impacto en la exportación frutícola
El puerto SAE reducirá esta temporada el ingreso de barcos a uno por quincena, cuando en sus mejores épocas llegaron hasta 5 buques por semana.
La crisis estructural que atraviesa la fruticultura en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén sigue teniendo repercusiones, ahora en la logística de exportación. A partir de esta temporada, la Terminal Portuaria Patagonia Norte (TPPN) en el puerto de San Antonio Este (SAE) recibirá un barco quincenal en lugar de la frecuencia semanal (o más) que solía tener. Esta decisión ha generado preocupación ya que impacta directamente en la planificación de envíos y la competitividad en los mercados internacionales. No es una buena noticia, ni para la actividad, ni para el puerto, ni para la Provincia de Río Negro.
Según refleja la estadística de la TPPN, el ingreso de barcos al puerto de SAE para la carga de frutas y hortalizas con destino a los distintos puertos internacionales, llegó a un 'peak' en 2005 para progresivamente se número ir cayendo hasta los 30 buques que ingresaron la temporada 2024.
La gráfica adjunta muestra que los ingresos de buques al puerto de SAE se desplomaron en estas últimas dos décadas cerca del 80% perdiendo sin dudas su escala de trabajo. En términos absolutos están entrando 105 buque menos que hace solo 20 años atrás.
En conversación con +P, Cristian López, Gerente General de TPPN, explicó que la terminal opera según las necesidades de los exportadores: "Nosotros nos adaptamos a lo que el sector decida. Si se establece un barco cada 15 días, cargamos un barco cada 15 días". Sin embargo, reconocen que esta nueva dinámica puede generar desafíos logísticos en mercados que requieren envíos segmentados y constantes.
La reducción de la frecuencia de los barcos responde a una pérdida de competitividad de las peras y manzanas en el mercado externo, motivada por el atraso cambiario, la fuerte presión fiscal sobre la actividad y la baja productividad por hectárea en calidad y volumen. "Los exportadores han optado por enviar mayores volúmenes en cada barco, lo que en teoría mantiene la cantidad total de carga anual, pero con una frecuencia menor", explicó López. Los datos del sector privado muestran que, en línea con la menor llegada de buques, los volúmenes de exportaciones de frutas y hortalizas también fueron disminuyendo.
El gerente de la terminal también analizó la recuperación de las exportaciones tras la crisis de 2022, provocada por el conflicto entre Rusia y Ucrania: "Pasamos de 70 a 100 mil pallets cuando se recuperó parte del mercado ruso y luego subimos a 130 mil en la última temporada. Pero esta recuperación es relativa, porque seguimos lejos de los volúmenes históricos". Para este año, López es cauteloso: "Va a ser difícil alcanzar los 130 mil pallets. Estimo que podría haber una caída del 10% debido a los costos crecientes y la falta de fruta para exportar".
En cuanto al futuro de la terminal, López comentó que se trabaja en la ampliación de la gama de productos exportados, incluyendo energía y otros sectores productivos, aunque admitió que son proyectos a largo plazo: "Quizá con suerte en el segundo semestre de este año haya algo de trabajo adicional, pero aún no tenemos nada confirmado".
La situación también se ve afectada por la discusión paritaria en el sector portuario, donde los gremios reclaman ajustes salariales en un contexto inflacionario. "Es un momento crítico para todos. Los gremios defienden sus intereses, pero las empresas también enfrentan una situación complicada", concluyó López.
La voz de de la Provincia en el Puerto
La reducción de la frecuencia operativa e el puerto de SAE a partir de esta temporada, en un intento de los exportadores por reducir costos, a podría traer consigo nuevos desafíos logísticos y operativos. Facundo Fernández, presidente del Ente Regulador del Puerto de San Antonio Este (ERPSAE) y secretario de Fruticultura de Río Negro, analizó la situación en diálogo con este medio. “Es una situación compleja. Se replica en el puerto la misma crisis que atraviesa toda la actividad frutícola”, sostuvo.
Fernández explicó que la decisión de operar con un solo barco cada 15 días responde a la necesidad de los empresarios de ajustar su estructura de costos. “No es una decisión del puerto, sino del sector exportador. Sin embargo, esto le quita eficiencia al sistema. Lo ideal sería un puerto que esté trabajando todo el tiempo, con dos frecuencias semanales, como teníamos en su mejor momento”, detalló.
Según el funcionario, el puerto de SAE sigue siendo la mejor opción para la exportación de fruta en términos de costos, pero su estructura parada por largos períodos lo vuelve menos eficiente. “Hoy, operativamente, el puerto es muy eficiente. Un barco de 5000 pallets se carga en menos de 48 horas. Pero toda esa estructura parada es cara”, explicó Fernández. El esquema ideal, según el funcionario, sería volver a las dos frecuencias semanales que funcionaban en temporadas anteriores. “En su mejor momento, teníamos un barco de 400 contenedores el martes y otro el viernes. Eso permitía que los camiones circularan con mayor fluidez y la operación fuera más eficiente. Con una frecuencia cada 15 días, la acumulación de fruta puede generar problemas”, advirtió.
A pesar de las dificultades, Fernández aclara que SAE sigue siendo competitivo frente a otros puertos. “Sigue siendo más barato que Buenos Aires o Chile, porque los costos de los otros también aumentaron. Pero la situación general de la fruticultura hace que la actividad hoy sea inviable desde el punto de vista de rentabilidad”, sostuvo. Remarcó que la crisis que afecta al puerto no es un hecho aislado, sino una consecuencia directa de los problemas estructurales del sector frutícola. “Cuando se empieza a discutir el costo portuario es porque todo el resto de la cadena está exprimido. Hoy la actividad es inviable en todos los puntos, incluso para aquellos productores que lograron eficiencia. La carga impositiva combinada con el tipo de cambio hace que la fruticultura quede fuera de juego”, concluyó.
La posición de los exportadores
Desde la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI) que concentra a los exportadores más importantes de pomáceas del Valle de Río Negro y Neuquén, muchos de ellos accionistas de la TPPN, dieron una visión algo más optimista asegurando que la coyuntura es la que lo lleva a tomar estas decisiones. "Es simplemente una cuestión de costos", confío el titular de la Cámara, Nicolás Sánchez ante una consulta de +P. El ejecutivo señaló que "lejos está esto de ser la muerte del puerto. Es solo la coyuntura lo que nos lleva a tener que hacer estos ajustes", agregó. Por otro lado resaltó que el mercado de Rusia, no se manda con contenedores y el volumen que tiene este mercado es muy importante.
Pese a estos conceptos, queda claro que con un puerto operando a media máquina y una crisis frutícola que no da respiro, el panorama para la exportación de peras y manzanas sigue siendo incierto. La reducción de la frecuencia de los buques es un síntoma más de una actividad que lucha por mantenerse a flote en un contexto cada vez más adverso, frente a una crisis más profunda que requiere soluciones de fondo para recuperar la competitividad y garantizar la sustentabilidad del sector en el mediano y largo plazo.
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