cerezas

Quiénes son las personas que no deberían comer cerezas

Esta fruta es una fuente rica en hidratos de carbono, principalmente azúcares simples como la fructosa, la glucosa y la sacarosa.

Redondeadas o con forma de corazón; dulces o más bien ácidas; pequeñas como uvas o grandes como ciruelas; más bien rojas o más bien color bordó, las cerezas son la estrella de la temporada de verano. Son una excelente opción para almuerzos, meriendas o postres del verano. Pero no para todos.

Antes de abordar el tema central de esta nota, repasemos las bondades de las cerezas. Su alto contenido en nutrientes, antioxidantes y compuestos bioactivos las convierte en una parte muy valiosa de cualquier dieta equilibrada.

De hecho, la cereza aporta las vitaminas A, B1, B2, B3, B6, B9, C y E. También es una fuente rica en hidratos de carbono, principalmente azúcares simples como la fructosa, la glucosa y la sacarosa.

Hace ya diez años que la producción de cerezas no presenta un crecimiento de su superficie implantada.
Hace ya diez años que la producción de cerezas no presenta un crecimiento de su superficie implantada.
Hace ya diez años que la producción de cerezas no presenta un crecimiento de su superficie implantada.

De azúcares

Vale agregar que estos azúcares naturales funcionan como una rápida fuente de energía, lo que convierte a las cerezas en un excelente snack para aumentar los niveles de energía durante el día. A pesar de su dulzura, las cerezas tienen un valor calórico moderado, lo que permite su consumo sin preocupación excesiva por el aumento de peso cuando se ingieren con moderación.

Al contener estos azúcares, ¿son aptas para diabéticos? Según Diabetes UK, las frutas deben formar parte de la dieta de una persona con diabetes, y las cerezas no son una excepción. De hecho, lo ideal sería que consumiesen 5 porciones de frutas y verduras diarias. Hay consenso en que entre 10 y 14 cerezas son una porción saludable.

En este repaso por las bondades de las cerezas, la Mayo Clinic asegura que existe evidencia de que comer cerezas se asocia con un menor riesgo de ataques de gota.

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Otro beneficio es su alto contenido en antioxidantes, en particular las antocianinas, que poseen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Estas contribuyen a la salud cardiovascular al mejorar la función de los vasos sanguíneos y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.

Además, las cerezas pueden mejorar la calidad del sueño debido a su contenido en melatonina, una hormona que regula los ciclos de sueño-vigilia y puede ayudar a combatir el insomnio.

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No todas son buenas noticias

Al comienzo dijimos que las cerezas son la estrella de esta temporada, pero no para todos. ¿Qué personas no deberían comer cerezas?

Entre las principales razones para evitar el consumo de cerezas, se encuentra la alergia LTP, la cual se produce por la reacción a las proteínas transportadoras de lípidos que se encuentran en las plantas. Es una alergia compleja que puede afectar a niños mayores y adultos, y si comen cerezas, personas alérgicas, pueden sentir picazón, hinchazón, dificultades respiratorias o incluso shock anafiláctico.

Del mismo modo, las cerezas no están recomendadas en casos de insuficiencia hepática o renal, ya que son pacientes que tienen recomendados reducir la ingesta de potasio. Dado que las cerezas contienen cantidades elevadas de este mineral, su consumo debe ser limitado en estas situaciones.

¿Quiénes más no deberían comer cerezas? Por último, su consumo está desaconsejado para personas con problemas digestivos.

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