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Tappatá: "Deberíamos invertir en renovación de variedades"

Este año fue récord el envío de peras y manzanas a industria. Mariano Tappatá, economista y gerente de PAI, analizó el escenario actual y trazó perspectivas a futuro.

Los registros más recientes publicados por Servicio de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) muestran a la temporada 2025 con el récord de fruta enviada a la industria. Pero más allá de ese volumen inédito de peras y manzanas que tuvieron destino de procesamiento, lo ocurrido en el primer cuatrimestre del año no es una novedad. Y a partir de ese escenario recurrente es que vale reflexionar sobre pasado, presente y futuro de la economía regional.

¿Cuál es la puerta de salida más cercana para la crisis? Si se logra cruzarla, ¿Qué caminos se deben tomar? ¿Estamos produciendo la fruta que buscan los principales mercados del mundo? ¿Con que desarrollo tecnológico trabajan las empresas empacadoras y cuánto incide el eventual atraso en el costo final de la producción?

Esos interrogantes surgieron durante una entrevista con el economista Mariano Tappatá, gerente de PAI y docente universitario, en el programa Mañana de Noticias, de CNN Radio Roca. Y entre sus respuestas, sobresalió un concepto: “Si las condiciones macroeconómicas mejorasen, todos los que estamos en la fruticultura deberíamos invertir en renovación de variedades”.

Más fruta para industria, ¿por qué?

- Hay más fruta para industria que para exportar, no es la primera vez que le ocurre al Valle… ¿y no pasa nada?

- En realidad, hay ciclos, con años donde hay más fruta para industria, años donde no. La causa puede ser diferente de un año a otro. A veces es una cosecha con mucho volumen, o mala calidad por heladas, granizo… a veces es pérdida de competitividad y quizás eso sea lo que caracteriza este año. El tipo de cambio real de Argentina no nos beneficia en este momento.

- Y estamos con gimnasia para reaccionar ante ese nuevo escenario que no nos hace competitivos para ciertos mercados?

- Eso lo vamos a ir viendo con el tiempo. No es el escenario deseado de la fruticultura. Si bien las variables macroeconómicas o del país son buenas o mejores de lo que todos esperábamos, una de las variables que más impacta a la fruticultura es el tipo de cambio y respecto a años pasados, la posición de cualquier exportador es peor, simplemente porque el dólar está barato o el peso se está preciando. ¿La gimnasia de la fruticultura? Es verdad que hubo ciclos en los 90, en otros momentos también sucedió algo parecido y yo creo que la gimnasia existe.

- ¿De qué manera?

- Los productores están preparados, los empacadores están preparados, pero lleva mucho tiempo ajustarse. La fruticultura es como un transatlántico, que va a su velocidad. Uno no puede decir ‘bueno, ahora no, este año no producimos porque no nos conviene’. Hay que cosechar. Y eso se ve reflejado en cuánto volumen se va la industria, porque esa es la variable de ajuste.

- Supongamos que el escenario macro se acomoda, que se dan las condiciones para que los mercados del mundo vuelvan a mirar a la fruta argentina como una buena posibilidad para incorporarla. ¿Estamos produciendo la fruta que quieren esos mercados?

- No. La respuesta rápida es no. Tampoco es que tengamos una fruta no deseada, pero si las condiciones macroeconómicas mejorasen, todos los que estamos en la fruticultura deberíamos invertir en renovación de variedades, sobre todo en manzanas, invertir en más protección a la fruta con las mallas antigranizo. Y junto con eso imagino un país que invierte en rutas, en logística… El horizonte para pensar, si uno quiere imaginarse cómo sería la fruticultura argentina si el país se desarrollase en los próximos 10, 15 años, es Chile y Perú.

- ¿Por qué?

- Esos dos países tienen condiciones naturales muy parecidas a las nuestras y tuvieron crecimiento económico. Uno puede ver que automáticamente en el campo se empieza a invertir en nuevas variedades, en mayor tecnología y eso redunda hasta en un menor costo de producción. Argentina en los últimos 10 ó 15 años, con una tasa de interés tan alta y tanta incertidumbre, no incentivaba la inversión o la inversión era la mínima y necesaria.

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El economista, recalcó la necesidad de contar con un marco económico estable para poder desarrollar la fruticultura.

El economista, recalcó la necesidad de contar con un marco económico estable para poder desarrollar la fruticultura.

Variedades de fruta: mirar lo que ya funciona

- Retomemos algunos conceptos, para profundizar. ¿Por qué no hay variedades nuevas en el Alto Valle? ¿No investigamos lo suficiente?

- No, ni siquiera voy a ese punto que es de crear nuestras propias variedades. Yo hablo de producir variedades que ya fueron descubiertas en el mundo. Plantar es esperar tiempo, es plata. Lo que yo digo ya es algo intermedio. lo que ya funciona. Invertir en ver si también funciona acá. En eso, el INTA tiene un trabajo importante.

- Otro aspecto importante para los costos es la tecnología. Si salgo a recorrer galpones acá en la región… ¿con qué maquinaria me encuentro? ¿De qué década?

- Hay de todo. Si visitas empaques en la zona vas a encontrar algunos muy tecnificados, otros con tecnología intermedia, que por ahí tienen algunos procesos automatizados, pero otros que son completamente manuales. La tecnología lo que cambia es el porcentaje de personas involucradas. Entonces reduce salario por un lado, pero aumenta el costo de capital. Y muchas tecnologías tienen un costo de capital inicial muy alto. En el mediano a largo plazo, pensando de nuevo en lo que hicieron nuestros vecinos Chile y Perú, obviamente que esas inversiones, si el negocio es redituable, se hacen en dos minutos, porque el empresario no es ciego.

- En ese mediano y largo plazo… ¿cómo evalúan y cuánto incide la avanzada de la industria del petróleo en el Alto Valle? Hablamos de la tierra, de la cantidad de hectáreas productivas disponibles, porque hay una clara interacción entre las dos economías.

- La primera y más visible (interacción) es el estado de la ruta. Transportar un producto tan delicado como una pera y una manzana en tan malas condiciones, obviamente no ayuda. Después, el tema de las tierras, hay zonas en Centenario, en Neuquén o en la franja oeste de Río Negro que ya empiezan a tener otro valor, porque tienen otros usos residenciales o incluso de depósitos y ya no conviene al productor. Pero no me parece que ese sea el problema, de que nos quedamos sin tierras por el petróleo. Hay tierra libre por todos lados y la caída en hectáreas de producción no se debe al petróleo: se debe a las condiciones macroeconómicas del país que hacen que el negocio no sea o tan rentable o no tenga tanto futuro.

La relación con el Gobierno Nacional

- Volviendo a la idea de hacer lo que hicieron Chile o Perú. ¿Están dadas las condiciones? ¿Hay un gobierno que escucha las demandas de las economías regionales? ¿O ve un gobierno muy cerrado y dogmático?

- Como gerente de PAI, estoy en CAFI, que es nuestra cámara. Y tenemos una agenda de reclamos constantes a cualquier gobierno, con prioridades. Yo entiendo, habiendo estado también en el gobierno en su momento, en el 2018, que el Gobierno cuando mira el país como un todo no piense en la rentabilidad puntual de la fruticultura. La apuesta del gobierno es aguantar hasta que empiecen a caer los impuestos. El tema es que lleva tiempo. Entonces, todos en la fruticultura estamos ansiosos por ver esos cambios.

- Y el mensaje hacia el resto de la comisión de CAFI, habiendo estado del otro lado del mostrador, es ‘hay que aguantar, que lo positivo va a suceder’ o hay que moverse porque no suceden las cosas que ya deberían haber sucedido?

- No, hay que seguir haciendo. El mensaje es ‘estamos en el buen camino, pero siempre plantear nuestras prioridades’. El gobierno no siempre conoce la realidad en la zona, entonces necesita interlocutores como las cámaras que les digan lo que está sucediendo. Y ese es un valor importante de CAFI.

* Del portal Literal.ar

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