Cooperativas de Río Negro vendieron la lana antes de esquilarla
Tres cooperativas se unieron para vender la lana de la esquila preparto y lograron fondos para afrontar la próxima zafra. Lograron precios por encima de los habituales.
De tomar créditos a financiarse ellos mismos, de esperar soluciones a buscarlas. De la dependencia a ser autosustentables. Esos pasos, que según los dirigentes son “revolucionarios”, fueron dados por tres cooperativas laneras de Río Negro, que optaron por hacer una “licitación temprana” de la lana que se produce en la esquila preparto. La meta fue poder financiarse hasta la próxima esquila ante el recorte del financiamiento estatal que llegaba de manera regular cada año. Salieron a la venta unos 210.000 kilos de lana y los precios obtenidos estuvieron por encima de los precios de referencia habituales. Hoy dicen que se sienten “más dignos”.
El mecanismo implicó salir a vender la lana que aún estaba en los animales que estaban en el campo. Los partícipes del proyecto acordaron un precio mínimo al cual estaban dispuestos a vender su producción, y lo mantuvieron en reserva. Llamaron a una compulsa y se presentaron tres empresas compradoras. El precio logrado estuvo por encima de lo pactado, y ahora disponen de recursos “genuinos” para afrontar la próxima esquila, y para sobrevivir.
Uno de los disparadores de la iniciativa fue que, al igual que años anteriores, los crianceros fueron una vez más a golpear las puertas del gobierno “y al no estar los créditos disponibles este año, bueno, se nos complicó”, admitió Carlos Mardones, presidente de la Cooperativa Ganadera Indígena de Jacobacci, que tiene 247 productores asociados, algunos en la provincia de Chubut. Los otros protagonistas fueron las coopertivas Amulein Com, de Comallo; y Calibui, también de Jacobacci.
Una puerta abierta
El mecanismo, según Mardones, “nos deja una puerta abierta hacia la independencia económica que hemos buscado durante tanto tiempo.”
En cuanto a realizar una licitación sin haber esquilado aún “fue una idea del técnico del INTA Andrés Gaitano, que diseñó una fórmula donde podríamos hacer una propuesta a las firmas compradoras, teniendo en cuenta que nosotros ya cumplió 51 años, la Amuleín Com tiene su trayectoria, y la Caligüí ya también tiene sus años de experiencia”.
Ese prestigio ganado a lo largo del tiempo, fue clave para que las empresas se presentaran a pujar por lotes de lana del preparto “sin todavía esquilarla, con base en los análisis del año pasado. Esto no es una venta en pie, eso tiene que quedar bien en claro”.
Explicó que “por lo general las firmas que te compran en pie, te bloquean el precio, te ofrecen un monto fijo. Pero en este caso no, porque nosotros vendimos a un precio por encima del SIPYM (Servicio Informativo de Precios y Mercados)”.
“Pusimos una base, que fue una base oculta. Las tres cooperativas estuvimos de acuerdo en que, si nos ofrecían menos, no vendíamos. Y por suerte las firmas confían en nosotros”, siendo Uniland la que ganó la compulsa.
Como fueron distintos lotes, con calidades diferentes, con base en los datos de la temporada anterior, los precios oscilaron entre los 3,80 y 4 dólares el kilo, lo que traducido a pesos da entre 3.400 y 3.600 pesos.
Cambia, todo cambia
El contexto fue determinante para que se llegara a esta instancia de comercialización, porque “nosotros todos los años tomábamos créditos ante la provincia, y la verdad que este año la provincia, al cerrarse la Ley Ovina nacional, no tiene fondos para darle a las cooperativas o sociedades rurales para afrontar la próxima esquila”.
Y el financiamiento no solo era esperado para afrontar los costos de la esquila, sino que además “si sobraba alguna moneda, compraban mercadería a la espera que nosotros desde la cooperativa le vendamos la lana o el pelo”.
Sobre la disponibilidad de fondos de los organismos provinciales “este año nos puso a disposición 10 millones de pesos, que en realidad no nos alcanzaban ni para darle 100 pesos por kilo a cada productor. Y no digo que no nos sirva lo que nos da la provincia, nos re servía”.
Lo cierto es que estas cooperativas fueron protagonistas de un cambio radical, y por eso especulan con que “quizás para el año que viene, ni siquiera sea necesario pedir nada al Estado, porque ya nos podemos autofinanciar”.
Por último, el balance de la licitación anticipada es que “el trabajo genuino e independiente continuará otorgándonos dignidad”.
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