Ganadería

Ganadería argentina: ¿Cómo superar el estancamiento y la incertidumbre económica?

El nuevo titular del IPCVA, Georges Breitschmitt, dio su visión sobre el futuro de la ganadería argentina. Los problemas y las expectativas a futuro.

Georges Breitschmitt es un productor agropecuario de Rojas, provincia de Buenos Aires, que un mes atrás asumió la presidencia del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA). Estudió Economía y tiene un máster en Finanzas cursado en Barcelona. Con experiencia en empresas internacionales en el área de finanzas, control de gestión y auditoría, llegó al gremialismo a través de la Cooperativa de Carabelas.

Al ser consultado sobre sus expectativas en el nuevo cargo, indica que “habrá tres grandes ejes de gestión: El primero, me gustaría sentar las bases para revertir el problema de producción que tenemos a nivel país, donde estamos estancados en cantidad de cabezas hace ya varios años y, sobre todo, cuando comparamos con nuestros vecinos. Brasil, que en algún momento dado tenía la misma cantidad de cabezas que nosotros, hoy está en 200 millones, mientras que nosotros seguimos en las 50/53 millones. Si bien mejoran algunos indicadores y el ratio habitante/cantidad de cabezas es similar, creo que tenemos todas las herramientas y la tecnología para aumentar tanto en calidad como en cantidad. El otro punto es en cuanto a la difusión y la comunicación de lo que hace el instituto. Creo que hoy todavía hay muchas personas que no tienen un conocimiento exhaustivo de qué es y qué hace el instituto. Estamos compitiendo con agencias de países como Australia, Uruguay, Brasil y Estados Unidos”.

- Frente a la baja producción y la competencia con Brasil y Paraguay, que tienen un manejo diferente del tema aftosa, ¿Cómo van a resolver esta cuestión?

- Desgraciadamente, la ganadería es una actividad que no conoce de tiempos políticos. Entonces hoy estamos sufriendo las consecuencias de lo que se hizo o se dejó de hacer por lo menos cuatro u ocho años. Para que lo que hagamos hoy dé resultados, recién los vamos a ver en no menos de cuatro años. Nuestros vecinos han tenido políticas agropecuarias y públicas que les permitieron desarrollarse. Nosotros en Argentina hemos tenido muchos vaivenes en las políticas agropecuarias.

- Ahora, en Argentina, otro dato llamativo es la baja en el consumo, no ya comparado con 50 años atrás, que bajó a la mitad, sino acentuado en los últimos tiempos. ¿A qué se debe esto? ¿A políticas públicas, al bolsillo de la gente que no alcanza, o al cambio en el consumo, la modernidad y el veganismo?

- Un poco como mencionas, efectivamente, sería deshonesto atribuirle el cambio en el consumo a un solo factor. Yo creo que son múltiples factores, y uno importante, diría, es el cambio en los hábitos de consumo. Si bien antes la carne, como estamos hablando, hace 100 años atrás se consumían alrededor de 100 kilos de carne bovina, hoy estamos en 50, redondeando los números. También tiene que ver con la introducción de muchas otras proteínas: la aviar, el cerdo, el ovino. Pero tengamos en cuenta que a nivel de consumo de proteína siempre estamos entre el primero y el segundo país a nivel mundial.

- ¿Cómo se ve el futuro?

- Y bueno, en el futuro sabemos que la demanda de proteína va a ser creciente. Sabemos que todos los productores a nivel mundial de bovinos de carne están trabajando para abastecer ese mercado, tanto internacional como interno. Nosotros tenemos hoy en día una población que también hay que seguir abasteciendo, pero para eso tenemos que cuidar a los productores para que sigan teniendo el incentivo de producir carne. De vuelta, tengamos en cuenta que es una actividad que no se deja fácilmente de un día para el otro, y para arrancarla tampoco es fácil. Muchos productores que dejan la actividad difícilmente vuelvan. Y aparte, y me voy un poco del tema, pero la parte de la producción bovina también tiene que ver con la territorialidad, con el arraigo en el interior; tiene un montón de otras aristas que yo creo que no podemos dejar de contemplar.

- ¿Y el incentivo tiene que ser vía precio solamente?

- Yo creo que es una de las variables; evidentemente, uno quiere estar haciendo malabares para poder lograr una ecuación estable. Entonces, muchas veces se pierde más tiempo en tratar de salir de la coyuntura que en lograr las políticas de largo plazo, donde por ahí hoy vimos que, por ejemplo, para ganadería, como decíamos antes, es una actividad que dura varios años, pero hay créditos a muy corto plazo.

La salida del CEPO para la ganadería

- Desde que asumió esta nueva gestión al frente del IPCVA pasaron dos hechos importantes en lo económico. Uno es la salida del CEPO, y otro es el tema de aranceles con Estados Unidos, que después se revirtió, pero sigue dando vueltas ese tema. La salida del cepo, ¿Cómo afecta la ganadería hoy?

- El tema del cepo, y volvemos un poco a lo que decía antes, es tratar de lograr ese punto de equilibrio, y sobre todo, que toda la cadena pueda contar con una sola unidad de referencia, en este caso el dólar, con el que se compra y se vende. Si bien se unificó el tipo de cambio, por decirlo de alguna manera, todavía tenemos retenciones en la ganadería, que es algo que también distorsiona un poco, por razones obvias. Hay que encontrar el punto de equilibrio donde todo el mundo pueda trabajar sin sobresaltos, y ahí viene la segunda parte, que es la de los aranceles. Yo creo que Trump lo que hizo es desordenar, de alguna manera, el comercio internacional, obligando a todo el mundo a sentarse en una mesa a rediscutir los términos de intercambio en cuanto a tarifas. Y bueno, a nosotros nos pega lateralmente. En algún momento habrá que tener un nuevo punto de equilibrio donde todo el mundo pueda trabajar. Y hoy, efectivamente, todo esto de los aranceles, del ruido en el comercio internacional, pone un freno a la actividad.

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"Creo que Trump lo que hizo es desordenar, de alguna manera, el comercio internacional", aseguró el presidente del IPCVA.

"Creo que Trump lo que hizo es desordenar, de alguna manera, el comercio internacional", aseguró el presidente del IPCVA.

- Volviendo al tema del CEPO, y de un nuevo dólar por bandas, que se haya dado en las primeras dos semanas una tendencia a la baja, y un dólar más cerca de los $1000 que de los $1400, ¿no afecta el negocio de la carne? ¿O de la exportación?

- Venimos de épocas de alta inflación que, como sabemos, te permite esconder algunas ineficiencias. Evidentemente, este tipo de cambio de hoy en día pega en la competitividad, y sabemos que no solamente para lo que es la actividad agropecuaria y particularmente la carne, sino que es una realidad que no podemos dejar de discutir. Pero por otro lado, también había algunas ineficiencias que por ahí no se tenían en cuenta, y se va a tener que trabajar en eso. Y cuando digo ineficiencia, hablo de todo el proceso de producción, desde lo que estamos viendo con el famoso costo argentino hasta ser más eficientes a la hora de manejarlo. Y si va a haber un tipo de cambio en esas bandas, habrá que aprender a trabajar en ese rango.

- Para terminar, hay un tema que es muy sensible en estas semanas: la barrera sanitaria que el gobierno flexibilizó y que, si bien la medida está congelada, comenzaron a trabajar comisiones para debatirla. ¿Cuál es la opinión del instituto? ¿Dejan esto librado a las entidades y a cada uno de los representantes? ¿Cómo es el posicionamiento?

- En el caso de las entidades del campo, hay opiniones encontradas. Están los del sur, que obviamente quieren conservar la barrera, y los del norte, que no ven inconveniente en que entre carne al sur. En cuanto a la opinión del instituto, es una medida que no se puede tomar de un día para el otro. Y vuelvo sobre el mismo punto: la ganadería es una actividad que lleva mucho tiempo, y producir en el sur es mucho más difícil, tal vez, que en la pampa húmeda. Los costos de logística son otros, la alimentación se consigue, pero no tan fácil como en algún otro lado. Tal vez la apertura de la barrera sea un beneficio para el consumidor, porque hoy la carne tiene un precio un poco más elevado en el sur. Lo cierto es que todas estas medidas que se están poniendo sobre la mesa, que yo creo que no son buenas, pero hay que aplicarlas con consenso y con alguna temporalidad para no crear grandes daños.

- ¿El presidente del IPCVA es optimista en cuanto al futuro de la ganadería para el 2025?

- Soy optimista con la ganadería a largo plazo. En el 2025 tendríamos que dejar implantadas medidas que puedan ser políticas públicas para que todo el mundo siga adelante y poder crecer en stock, en calidad, y abastecer mejor el mercado interno y el mercado externo.

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