Histórica cooperativa láctea en la cuerda floja: gremio propone quiebra con continuidad
La cooperativa atraviesa una de las etapas más críticas de su historia y los trabajadores buscan preservar los empleos.
La crisis de SanCor, una de las cooperativas lácteas más emblemáticas de la Argentina, ingresó en una etapa decisiva. La Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA) formalizó ante la Justicia su rechazo al plan de crisis presentado por la empresa, en el marco del concurso de acreedores que busca evitar la quiebra. El gremio calificó la propuesta de la compañía como “inviable” y reclamó la aplicación de la figura de la “quiebra con continuidad de la explotación”, una herramienta legal que permitiría mantener la producción bajo una nueva administración, preservando los puestos de trabajo.
La definición quedará en manos del juez Guillermo Adrián Valés, titular del Juzgado Civil y Comercial de la Cuarta Nominación de Rafaela, quien esta semana encabezó una audiencia clave con la participación de los directivos de SanCor, representantes de ATILRA y asesores legales. La resolución del magistrado determinará los pasos a seguir en un proceso que se arrastra desde hace años, y que cobró nuevo impulso con la apertura del concurso de acreedores a comienzos de 2025.
Un plan cuestionado por los trabajadores
Durante la audiencia, los representantes gremiales reiteraron su rechazo al plan que SanCor presentó la semana pasada. El proyecto contempla una reducción del 32,5% del personal, pasando de 936 a 632 empleados, junto con la venta de activos improductivos y una reconversión del modelo de negocios orientada al procesamiento de leche para terceros bajo la modalidad fasón. Según los directivos, esta estrategia permitiría reducir costos, generar ingresos adicionales y recuperar la estabilidad operativa.
Sin embargo, desde ATILRA sostienen que la iniciativa carece de sustento real. “El plan reconoce que la cooperativa no dispone de los recursos necesarios para cumplir con sus obligaciones salariales ni para sostener su nivel de actividad. Eso lo vuelve inviable desde cualquier punto de vista”, expresaron voceros sindicales tras el encuentro.
El delegado Alejandro Cabrera enfatizó que los trabajadores “no son responsables de la crisis” y que el gremio impulsa la figura de la quiebra con continuidad productiva, prevista en la legislación concursal. Esta alternativa permitiría mantener en marcha la producción bajo control judicial, mientras se busca un nuevo operador o una administración provisoria capaz de garantizar el funcionamiento de las plantas.
Una salida legal para evitar el colapso
El abogado de ATILRA, Alberto Coronel, explicó que la figura de la continuidad de la explotación tiene como objetivo preservar las fuentes laborales y evitar el desmantelamiento de la estructura productiva. “Cuando se decreta la quiebra, el juez puede autorizar la continuidad bajo una administración provisoria, para impedir que se liquiden los activos por partes. Es una herramienta que prioriza el trabajo y la producción frente a la especulación”, detalló el letrado.
Coronel también cuestionó la viabilidad económica de la propuesta de la cooperativa. Recordó que SanCor actualmente procesa apenas 550.000 litros diarios de leche, la mayoría bajo contratos de fasón, y aun así mantiene fuertes atrasos salariales. Según los datos aportados por el sindicato, la empresa adeuda el 70% de los sueldos de mayo y la totalidad de los haberes correspondientes a los meses de junio, julio, agosto y septiembre, además del medio aguinaldo.
A la postura del gremio se sumó el estudio jurídico Regali y Asociados, representante de un grupo de acreedores, que también pidió que se evalúe una eventual intervención judicial de la administración, en línea con la propuesta sindical.
SanCor defiende su plan y apela a la reestructuración
Desde el lado empresario, los apoderados de SanCor defendieron el plan como una restructuración integral destinada a ordenar las cuentas, optimizar recursos y garantizar la continuidad de las operaciones. Argumentaron que el proceso iniciado en 2017, con la venta de plantas, marcas y retiros voluntarios, permitió mantener activas las unidades principales, y que la nueva propuesta busca consolidar ese camino.
Durante la audiencia, los representantes de la cooperativa detallaron las capacidades productivas actuales de las plantas de Balnearia, La Carlota y San Guillermo, y afirmaron que se están firmando nuevos contratos de procesamiento con terceros para sostener la actividad. También aseguraron que el objetivo es normalizar los pagos salariales a medida que la empresa recupere flujo operativo.
El futuro de un emblema en crisis
El juez Valés deberá ahora decidir entre aprobar el plan de crisis presentado por SanCor o avanzar con la quiebra con continuidad productiva solicitada por ATILRA. La definición marcará el rumbo de una empresa que durante décadas fue sinónimo de la industria láctea argentina, pero que hoy atraviesa una de las etapas más delicadas de su historia.
Mientras tanto, la incertidumbre crece entre los trabajadores, las comunidades donde funcionan las plantas y los productores tamberos que dependen del gigante cooperativo. La resolución judicial podría llegar en los próximos días, y será determinante para saber si SanCor logra reestructurarse o si el proceso desemboca finalmente en una quiebra controlada que intente salvar lo que aún queda de su histórico entramado productivo.
Fuente: Redacción +P con aportes de medios regionales de Santa Fe y Ámbito Financiero.
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