Noemí Betancur y la felicidad de producir alimentos en Plottier
En el mes de las mujeres rurales, desde +P contamos historias salidas de las chacras, de las granjas y de miles de proyectos productivos de Neuquén.
El 15 de octubre es el día de la Mujer Rural y la fecha resulta una buena excusa para rescatar la historia de un puñado de productoras de Neuquén que le ponen cuerpo para desarrollar proyectos rurales en distintos puntos de la provincia. Ya recordamos a Valeria Sommadossi con su chacra de Centenario, y hoy viajamos a Plottier para charlar con Noemí del Carmen Betancur.
Ella es una de las muchas mujeres rurales que pasa sus días con las manos en la producción y en la generación de su propio sustento. Su establecimiento se llama “Adriancito” en honor a su marido y está ubicada en Colonia 2 de abril, de la localidad de Plottier.
Noemí se dedica a la cría y venta de pollos, y cuenta sobre su actividad productiva recordando que “hace 21 años comenzamos con un grupo, teníamos una Asociación de Fomento Rural (AFR) y sacamos un crédito para poder hacer cada uno su galpón. Cuando empezamos había varias mujeres en la AFR y trabajamos a la par de los hombres haciendo los galpones”, aseguró.
“Este trabajo nos ha ayudado a salir adelante, a hacer nuestra casa, poder terminar de criar a nuestros hijos”, reflexiona con una sonrisa de orgullo que le ilumina la cara.
“No comen otro pollo”
“Es un trabajo muy placentero porque uno produce y comercializa con otra persona y colabora también en la producción del alimento. Nosotros le compramos a un productor de alimento de acá, de Plottier, así se van moviendo otras producciones; y podes también vender un producto fresco a los clientes. Tenemos muchos clientes que no comen otro pollo”, asegura.
Haciendo un balance entre malos y buenos tiempos, recuerda que “en 2014 vino una inundación, llovió mucho, se nos murieron los pollos y también hubo mucho tiempo que estuvimos sin matadero”.
Todo llega
Rescató que “esos golpes y desafíos te fortalecen, porque no te das por vencido y seguís con más fuerza, con más ganas, eso te ayuda a reforzarte la idea de que tenés que seguir, que es algo bueno que estás haciendo y no aflojarle”.
“Lo importante es estar convencido de lo que estás haciendo, que es algo que te favorece a vos y a las otras personas; y no bajar los brazos porque vienen momentos difíciles, pero la cosa es seguir adelante con fe, con esfuerzo, y todo se soluciona, todo llega. No hay mal que dure 100 años, son momentos, son días, pero después si uno tiene fe y pone esfuerzo para seguir adelante, se sale”, reflexiona Noemí.
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