Agricultura

Así funciona la agricultura sin suelo y flotante de Bangladesh

La salinidad avanza 240 km tierra adentro, amenazando la seguridad alimentaria de Bangladesh. ¿Cómo cosechar cuando la tierra y el agua se vuelven amargas? La revolución flotante y el arroz súper resistente.

Bangladesh, el delta más grande del mundo, se ubica en la vanguardia global del impacto climático, clasificándose en el séptimo lugar entre los países más afectados por el clima extremo en las últimas dos décadas.

Los efectos del cambio climático, como el aumento del nivel del mar y los desastres naturales intensificados, causan una salinización acelerada de las aguas dulces. Esta intrusión salina avanzó hasta 240 kilómetros tierra adentro, impactando gravemente la agricultura.

image
Gradas flotantes y arroz resistente: Bangladesh implementa soluciones centenarias (balsas de jacinto de agua) y cepas que toleran el triple de salinidad. Foto: BBC

Gradas flotantes y arroz resistente: Bangladesh implementa soluciones centenarias (balsas de jacinto de agua) y cepas que toleran el triple de salinidad. Foto: BBC

El avance inexorable de la salinidad

El panorama hidrológico del delta del Ganges-Brahmaputra-Meghna es alarmante. Un análisis de casi dos décadas (2000 y 2017) reveló que la salinidad del agua superficial aumenta persistentemente. En el suroeste del país, las tasas de incremento superan los 100 μS/cm al año. En zonas críticas, como el sistema fluvial Rupsa-Passur, las mediciones alcanzaron un máximo histórico de hasta 25,000 μS/cm, un nivel que compromete la agricultura y el agua potable.

Esta severa salinidad provocó que el 86% de los hogares en áreas afectadas reporten una disminución en la producción local de arroz, ya que el suelo resulta demasiado salado para que el cultivo prospere.

La seguridad alimentaria se ve amenazada por la alta presión poblacional y la escasez de recursos terrestres; la mayoría de los agricultores poseen y cultivan menos de 0.4 de hectárea. Para contrarrestar la disminución de los rendimientos, la diversificación e integración de cultivos resulta vital en los arrozales.

Embed

Las estrategias innovadoras de adaptación incluyen:

  • Arroz y manejo hídrico mejorado: El Instituto de Investigación del Arroz de Bangladesh (BRRI) desarrolló do variedades de arroz resistentes a la sal que toleran hasta el triple de los niveles salinos que las cepas normales. Además, la técnica ‘Alternate Wetting and Drying’ (AWD) es crucial, pues reduce las emisiones de metano a la mitad y el uso de agua en un tercio, fomentando prácticas agrícolas más sostenibles.
  • Cultivo en diques y rentabilidad: Los diques, que a menudo están subutilizados, se han convertido en áreas clave de producción. El cultivo de especies como el frijol de campo (Dolichas lablab) genera ganancias significativas, llegando a $5 por metro sembrado de dique. La plantación de árboles para leña, como Sesbania grandiflora, también es altamente rentable. En una parcela de 0.06 de hectárea, los árboles plantados en cien metros de dique podrían alcanzar un valor de hasta $625 después de tres años.
  • Gradas flotantes (Agricultura sin suelo): Ante la persistencia de tierras anegadas, los agricultores han revivido técnicas centenarias utilizando balsas de jacinto de agua y bambú, de entre dos y cuatro pies de altura, que flotan y se ajustan al nivel del agua, permitiendo el cultivo de hortalizas como la calabaza.
  • Integración de acuicultura: La siembra de peces (carpas) en los arrozales aporta beneficios nutricionales y de ingresos, con una ganancia promedio por hectárea de alrededor de $50, que puede sobrepasar los $400.

image
Transición energética: Se requieren $500 millones para cambiar del insostenible riego subterráneo a aguas superficiales y cultivar 121,000 hectáreas. Foto: BBC

Transición energética: Se requieren $500 millones para cambiar del insostenible riego subterráneo a aguas superficiales y cultivar 121,000 hectáreas. Foto: BBC

Transición hacia el riego superficial

La producción de arroz con riego durante la estación seca ayudó a aumentar la producción total de cereal de 18 millones de toneladas en 1991 a 33.8 millones de toneladas en 2013. No obstante, esta expansión se basó en el riego subterráneo, una práctica insostenible que requiere un alto consumo de energía. Las bombas de diésel utilizan cerca de 4.6 mil millones de litros al año, con un costo que asciende a $4,000 millones de dólares, sumado a 1.4 mil millones de dólares anuales en subsidios energéticos gubernamentales.

Para garantizar la sustentabilidad ambiental a largo plazo, Bangladesh debe virar hacia el riego con aguas superficiales. Investigadores del CIMMYT identificaron más de 121,000 hectáreas (ha) de tierra de barbecho y temporal, donde la aplicación de riego con aguas superficiales podría aumentar significativamente la producción de cereales, como maíz y trigo.

El gobierno solicitó $500 millones de dólares de los más de $7,000 millones destinados al desarrollo agrícola en el sur, específicamente para apoyar la transición al riego superficial. Además de esta inversión, la adopción de prácticas agronómicas eficientes, como la siembra directa y la siembra en camas, es necesaria para reducir el consumo de agua.

En esta nota

Dejá tu comentario

Las más leídas