¿Cómo una "multicrisis" de 40 años desató una catástrofe alimentaria de América Central?
Centroamérica vive una superposición de crisis que devasta su agricultura. ¿Es este el fin de la seguridad alimentaria en la región? La respuesta es alarmante.
En América Central, la inseguridad alimentaria no es el resultado de un único evento, sino de lo que un grupo de investigadores llama "multicrisis": una superposición histórica y simultánea de desastres naturales, pandemias, crisis económicas globales, degradación ambiental y modelos de desarrollo excluyentes.
Un reciente estudio, Multicrisis, agricultura y seguridad alimentaria en Centroamérica, difundido por Bloomberg, analiza cómo esta acumulación de vulnerabilidades a lo largo de cuatro décadas llevaron a un retroceso alarmante en la capacidad de las poblaciones para acceder a alimentos suficientes y nutritivos.
El concepto de multicrisis es clave para entender que los factores no actúan de forma aislada, sino que se entrelazan y potencian mutuamente. El análisis abarca un periodo crítico de más de 40 años, desde 1980 hasta 2024, trazando una evolución de la fragilidad regional.
Cuatro décadas de vulnerabilidad acumulada
La crisis actual tiene raíces profundas que se han ido agravando con el tiempo:
- Década de 1980: La región fue golpeada por caídas drásticas en la inversión pública, inflación galopante, conflictos armados internos y un asfixiante endeudamiento externo.
- Década de 1990: Estuvo marcada por transiciones políticas frágiles, programas de ajuste estructural y el impacto devastador del huracán Mitch, que reconfiguró la geografía social y productiva.
- Década de 2000: La dependencia de los mercados globales expuso a Centroamérica a las crisis internacionales de precios de los alimentos y a los efectos de la recesión mundial de 2009.
- De 2010 a 2023: A la ecuación se sumaron nuevas capas de complejidad como la migración masiva, el narcotráfico, un deterioro ambiental acelerado y la pérdida de soberanía agrícola. La pandemia de Covid-19, junto a los huracanes Eta y Iota y la escalada en los precios de los fertilizantes, completaron un escenario de desprotección estructural.
El impacto en cifras
Tras más de una década de mejoras, la seguridad alimentaria en la región retrocedió a niveles alarmantes. Según datos citados en la investigación, entre 2014 y 2022, el porcentaje de personas en situación de inseguridad alimentaria moderada o grave pasó del 34% al 45%. Este golpe fue particularmente severo para las mujeres, cuya inseguridad alimentaria creció del 12.3% al 17.5% en el mismo periodo.
Las causas de este deterioro son multifactoriales, pero el estudio apunta a una falla estructural en el modelo agroproductivo. Existe un profundo contraste entre un sector agroexportador intensivo, enfocado en monocultivos para el mercado internacional, y una agricultura familiar de subsistencia que carece de acceso a recursos, financiamiento y protección institucional.
A esto se suma una crisis ecológica profunda, con la pérdida del 52% de la biodiversidad y un aumento de más del 80% en la cantidad de especies amenazadas. Los desastres naturales son una constante: en 70 años se han registrado unos 15,500 efectos de inundaciones y 7,400 de deslizamientos, fenómenos que imposibilitan el autoabastecimiento de las familias más pobres.
Multricrisis, multisolución
El estudio no se limita al diagnóstico, sino que plantea la necesidad de transitar hacia sistemas más resilientes. Los autores advierten que el insuficiente desarrollo de Centroamérica llevó a que los factores de crisis se acumulen y mantengan altos los indicadores de inseguridad alimentaria.
Previsiblemente, la solución no es única. La resiliencia debe construirse desde múltiples frentes, combinando estrategias como: • Fortalecer la agricultura sostenible y diversificar las fuentes de ingreso rural; mejorar la gobernanza local y asegurar la participación comunitaria en la toma de decisiones; y, finalmente, implementar políticas públicas integrales que articulen a actores estatales, organizaciones sociales e instancias internacionales para abordar las causas estructurales del problema.
Fuente: Bloomberg con aportes de +P
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