Desastre marítimo internacional: naufragio del MSC Elsa 3 desata alarma
El desastre generado por el hundimiento del portacontenedores MSC Elsa 3 frente a la costa de Kerala, India, encendió las alertas operativas a nivel global.
El 25 de mayo de 2025, a poco más de 14 millas náuticas de la costa de Kerala, India, el buque portacontenedores MSC Elsa 3, de bandera liberiana y propiedad de la naviera Mediterranean Shipping Company (MSC), se hundió en aguas del mar Arábigo. El incidente, que no cobró vidas humanas pero sí provocó un grave impacto ambiental y logístico, fue declarado por el gobierno estatal de Kerala como una “catástrofe específica del Estado”. Detrás del naufragio se entrelazan múltiples causas: fallos técnicos, mala gestión operativa, envejecimiento de la nave y peligros mal controlados en la carga.
La causa primaria del hundimiento, según informes oficiales de la Dirección General de Transporte Marítimo de la India, fue un fallo en el sistema de gestión del agua de lastre del buque. Este sistema, fundamental para mantener la estabilidad y el equilibrio de cualquier embarcación de gran tonelaje, habría sufrido un desperfecto mecánico que causó una escora de 26 grados a estribor el 24 de mayo, antes de que el buque colapsara por completo al día siguiente.
Al agravarse la inclinación, se produjo un apagón total debido al fallo en el sistema de generación de energía a bordo. “Esto prácticamente inutilizó todas las operaciones del buque”, declaró Ajith Sukumaran, inspector jefe del gobierno de India. El incidente refleja no sólo un fallo técnico puntual, sino una posible carencia de comprensión operativa por parte de la tripulación o deficiencias en los protocolos de emergencia.
Un buque envejecido y con historial
Construido en 1997, el MSC Elsa 3 tenía ya 28 años de operación, un dato no menor en la industria marítima, donde la edad de un buque afecta directamente su eficiencia, seguridad y resistencia estructural. Aunque su última inspección en Mangalore, en noviembre de 2024, no lo inhabilitó para navegar, se registraron cinco deficiencias, lo que pone en entredicho el estado general del barco y las decisiones operativas de la naviera MSC, la mayor del mundo en transporte de contenedores.
La elección de seguir utilizando un buque con casi tres décadas de servicio para transportar materiales peligrosos y una carga de 640 contenedores en un mar con condiciones meteorológicas adversas parece, a la luz de los hechos, arriesgada. Entre los contenedores poco más de 100 contenían frutas, 13 mercancías peligrosas, 12 transportaban carburo de calcio y el resto otros productos. El carburo de calcio es altamente reactivo con el agua, generando gases inflamables como el acetileno, además de hidróxido de calcio (cal apagada), compuesto que puede causar daños severos a los ecosistemas marinos.
El riesgo se materializó tras el hundimiento: alrededor de 100 contenedores salieron flotando, varios de ellos llegaron a la costa o quedaron a la deriva, rotos y esparciendo su contenido. Según las autoridades, parte de la carga incluía residuos de algodón y nódulos de plástico, agravando aún más la amenaza ambiental.
Además, el MSC Elsa 3 transportaba 84 toneladas de gasóleo y 367 toneladas de aceite de horno. El vertido de estas sustancias fue detectado el mismo día del hundimiento y se desplazaba hacia la costa, empujado por fuertes vientos y oleaje. La Guardia Costera india respondió de inmediato con dispersantes químicos y patrullas marinas, pero las duras condiciones del mar limitaron la eficacia de estas operaciones.
Impacto humano y reacción internacional
Afortunadamente, los 24 tripulantes —entre ellos 20 filipinos, un ruso, dos ucranianos y un georgiano— fueron evacuados a salvo por la Marina y los guardacostas indios. Las autoridades filipinas ya iniciaron el proceso de repatriación de sus ciudadanos, que permanecen alojados en un hotel en Kochi.
Sin embargo, el impacto económico y social para la región costera de Kerala podría ser duradero. La zona es un importante destino turístico y pesquero, cuya economía depende en gran medida de sus recursos naturales. El Gobierno estatal ya alertó a las comunidades costeras sobre la posibilidad de daños ecológicos mayores y ha prohibido temporalmente las actividades pesqueras en áreas afectadas.
El Departamento de Marina Mercante emitió una advertencia de responsabilidad directa al grupo MSC, exigiendo medidas inmediatas de mitigación y limpieza. La empresa estadounidense T&T Salvage, especializada en salvamento marítimo, ha sido contratada para recuperar los contenedores, retirar los restos del buque y contener el derrame de hidrocarburos.
Con más de 100 miembros desplegados, el equipo trabaja en condiciones difíciles para contener los escombros flotantes y limpiar la costa, mientras los gobiernos estatal y federal de la India coordinan reuniones con la Armada, los guardacostas y organismos medioambientales.
Advertencia para la industria
El naufragio del MSC Elsa 3 pone en evidencia varios puntos críticos para la industria marítima global: la necesidad de un monitoreo más estricto sobre buques envejecidos, la importancia de sistemas de lastre modernos y operativos, y la revisión urgente de protocolos para el transporte de materiales peligrosos.
Además, deja un mensaje claro sobre la fragilidad de los ecosistemas costeros frente a desastres industriales mal gestionados. Aunque no hubo víctimas humanas, el mar de Kerala —con su biodiversidad única y su valor económico para millones de personas— pagará el precio de una cadena de negligencias técnicas y administrativas.
El caso del MSC Elsa 3 debe servir como precedente para endurecer los controles en la industria naviera global, donde la velocidad y la eficiencia comercial no pueden anteponerse a la seguridad operativa y la sostenibilidad ambiental.
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