Silencio empresarial y vacas agonizando: el caso del Spiridon II que indigna al mundo
Tras más de 60 días en el mar, el buque reapareció en Libia con las 2.900 vacas de Uruguay enfermas y un exportador que no da explicaciones.
Después de más de 60 días en el mar y tras permanecer más de 48 horas sin dar señales, el buque de transporte de ganado Spiridon II reapareció en el puerto libio de Bengasi, reavivando las preocupaciones por las 2.900 vacas —muchas de ellas enfermas, moribundas y la mitad preñadas— que permanecen confinadas en el carguero. La embarcación, que partió de Uruguay el 19 de septiembre, había quedado varada durante semanas frente a las costas de Turquía debido a trabas administrativas que impidieron su descarga. Ahora, según fuentes vinculadas al monitoreo marítimo, el barco se dirige hacia el Líbano, un destino que genera inquietud tanto por las limitadas capacidades portuarias como por los antecedentes de trato hacia animales importados.
La situación del Spiridon II se deterioró con rapidez. Tras partir de Montevideo con animales destinados inicialmente al mercado turco, el buque llegó a Bandrma el 22 de octubre, donde las autoridades se negaron a autorizar la descarga debido a problemas en la documentación sanitaria. Durante ese período, el carguero permaneció varado y las denuncias sobre las condiciones a bordo comenzaron a multiplicarse. Activistas y veterinarios señalaron que las vacas estaban hacinadas, debilitadas y sin acceso adecuado a agua ni alimento. Algunas dieron a luz en las bodegas del barco, aunque la mayoría de los terneros no sobrevivió.
El 9 de noviembre, el barco fue autorizado a atracar brevemente en Bandrma para recargar agua y alimento para los animales, pero la medida resultó insuficiente. El 14 de noviembre, el Spiridon II abandonó Turquía rumbo a Montevideo, aunque rápidamente quedó claro que el retorno —una travesía extensa y riesgosa— difícilmente sería viable para animales en condiciones críticas. Luego, el 18 de noviembre, se perdió la señal de seguimiento: el GPS del buque dejó de emitir ubicación durante más de dos días, lo que generó alarma entre organizaciones de bienestar animal. Finalmente, el 21 de noviembre, el carguero reapareció en Libia.
La veterinaria australiana Lynn Simpson, referente internacional en bienestar animal en transporte marítimo, declaró a The Animal Reader que los animales están “cubiertos de aguas residuales, enfermos y moribundos”. Según Simpson, la escasez extrema de agua y alimento habría obligado al buque a buscar desesperadamente un puerto que le permitiera reabastecerse. Sin embargo, ni Libia ni Líbano cuentan con instalaciones adecuadas para recibir y manejar un cargamento de esta magnitud, lo que incrementa el riesgo de un nuevo rechazo o, peor aún, un desembarque en condiciones incontrolables.
El abandono del exportador y la falta de puertos dispuestos a recibir el cargamento agravan una crisis que ya generó alarma internacional.
El posible arribo al Líbano genera especial preocupación. Diversas organizaciones han documentado en años anteriores las duras prácticas de sacrificio en el país, lo que llevó incluso a campañas internacionales contra los llamados “barcos de la muerte”. Que las 2.900 vacas terminen allí, luego de más de dos meses de sufrimiento en altamar, es considerado por activistas como uno de los escenarios más crueles.
La empresa exportadora uruguaya responsable del embarque, Ganosan Livestock, ha mantenido un llamativo silencio. Su director, Fernando Fernández, elogió públicamente el negocio con Turquía cuando el buque zarpó en septiembre, pero desde que comenzaron a trascender informes sobre el grave sufrimiento animal, no ha emitido declaraciones ni ofrecido actualizaciones. El hermetismo de la empresa se contrapone a la creciente indignación pública, tanto en Uruguay como entre organizaciones internacionales.
La cronología del viaje refleja una secuencia constante de contratiempos:
-19 de septiembre: El Spiridon II parte de Montevideo con 2.900 vacas, la mitad preñadas.
-22 de octubre: Llega a Bandrma, Turquía; se rechaza la descarga por problemas documentales.
-9 de noviembre: Atraca brevemente para cargar agua y alimento para los animales.
-14 de noviembre: Sale de Turquía con destino inicial a Montevideo.
-18 de noviembre: Se pierde su señal; permanece incomunicado más de 48 horas.
-21 de noviembre: Es avistado en Bengasi, Libia; informes indican que navega ahora hacia el Líbano.
Mientras tanto, organizaciones de bienestar animal insisten en que la situación es ya insostenible. Las imágenes y testimonios describen un panorama crítico: animales debilitados, sin cuidados veterinarios y expuestos a condiciones sanitarias deplorables. La incertidumbre sobre su destino final, sumada a la falta de respuestas oficiales, profundiza la preocupación global sobre uno de los casos más dramáticos de transporte de ganado en los últimos años.
Fuente: Agencias internacionales con aportes de Redacción +P.
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