granjas inteligentes

Te mostramos cómo son las increíbles granjas inteligentes en China

Están ubicadas en la región de Shandong. Las granjas inteligentes tienen una productividad única por la alta tecnología que manejan.

Nos ubicamos en Shandong, una provincia del este de China bañada por el mar Amarillo, y famosa por su patrimonio taoísta y confuciano. Se la denomina la "Capital de las Verduras". En la actualidad, concentra poco más de 120.000 invernaderos -denominadas en origen granjas- de los cuales más de la mitad están trabajando con inteligencia artificial, y son llamadas granjas inteligentes. La región genera anualmente cerca de 5 millones de toneladas de verduras y hortalizas, y es famosa por generar su oferta fuera de temporada siendo una de las regiones proveedoras de alimentos más importantes para para Beijing. Sus anuncios diarios de precios funcionan como un "barómetro" para el sector de las verduras de China.

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Si bien Shandong presenta una superficie cultivada limitada, en relación a lo que representa el país, la productividad por hectáreas que se genera se encuentra entre las más altas del mundo. Por muchos años la agricultura convencional sustentó las necesidades de la población de China. Sin embargo, debido al crecimiento demográfico, la mejora del poder adquisitivo y las nuevas exigencias de los consumidores, el proceso se ha modernizado a partir de principios de siglo hacia la agricultura inteligente, dando un salto espectacular en la oferta de alimentos.

En la región de Shandong, el Gobierno de Xi Jinping se concentró en generar unidades familiares que conforman una red de granjas inteligentes, las que generan un importante volumen de producción en el segmento de verduras y hortalizas. Este esquema es parte de la política de seguridad alimentaria que viene aplicando China para sustituir sus importaciones con producción propia. Pero, ¿Qué es la agricultura inteligente? Es aquella que trabaja con la introducción de nuevas tecnologías en las actividades agrícolas. El uso de drones, inteligencia artificial, macrodatos, IoT, satélites, etc. hace que la agricultura sean “inteligentes”, permitiendo a los agricultores optimizar su trabajo y obtener mejores resultados. Todo esto reduce el porcentaje de trabajo manual, disminuye los costos y aumenta los volúmenes de producción, haciendo que la industria agrícola sea más rentable. Esta agricultura también parte de las nuevas generaciones de semillas, que se adaptan a las condiciones agroecológicas de una región puntual, con la que se obtienen rendimientos mucho más elevados que aquellas semillas tradicionales.

Los expertos chinos han explicado que la agricultura nacional inteligente en la nueva era que vive la nación fundamenta un sistema de gestión agrícola destinado a optimizar los insumos para lograr los mayores beneficios económicos y ambientales, mediante tecnologías que incluyen la detección remota y la navegación por satélite. También el uso de drones para la fertilización y protección de los cultivos y los robots-labradores para la cosecha ayudan a aliviar las tareas a pie de surco, responden al envejecimiento poblacional y a la escasez de mano de obra, ahorran costos y gasto de recursos naturales, aumentan el ingresos de los agricultores y reducen pérdidas derivadas del impacto de los desastres naturales y los efectos del cambio climático.

“Indiscutiblemente, China es uno de los líderes mundiales en la agricultura inteligente porque tiene la experiencia de la agricultura clásica, instalaciones inteligentes, el arraigo cultural, profesionales de alto perfil y un grupo fuerte de institutos y universidades agrícolas”, sostiene Yordan Martínez Aguilar, experto extranjero del proyecto chino que investiga nuevos alimentos sustitutos de los alimentos convencionales. Y enfatiza que “al ser China un líder mundial en la fabricación de paneles solares y de drones, así como de softwares propios, logra soluciones más expeditas a los problemas agrícolas, maximizando su producción agropecuaria.”

Las granjas inteligentes

Pero ¿Cómo son las granjas inteligentes que están ya activas de a cientos en la región de Shandong? Son establecimientos de pequeñas a medinas escalas (por lo general menores a una hectárea promedio) totalmente cubiertos y con altísima tecnología que es financiada 100% por el Gobierno de China. Todas las granjas están dirigidas por las familias de la región y supervisadas por grupos interdisciplinarios de técnicos (ingenieros agrónomos, en sistemas, fitotecnistas, genetistas, etc.) que son los que hacen los seguimientos efectivos de la producción de altos rendimientos. Ingresemos a ellas a través del siguiente video.

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El producto emblemático, entre otros importantes, que se produce en unidades pequeñas como las mencionadas, pero sumadas de a miles, generan escalas importantes en toda esta región, es el tomate bajo cubierta. Tal como se observó en el video, la agricultura inteligente es clave para poder lograr la productividad única en todo el globo. ¿Cuánto es capaz de producir como máximo una planta de tomate? Es la pregunta que se hicieron los técnicos hace más de 20 años cuando comenzaron con este tipo de proyecto. La respuesta es variada. En plantaciones a cielo abierto la producción es entre 50 y 75 toneladas. En invernaderos con baja tecnología; llevado a hectárea, la producción se ubica en las 120 toneladas aproximadamente. Invernaderos con tecnología media: entre 200 y 250 toneladas por hectárea y con alta tecnología: entre 250 y 600 toneladas. Los que aplican agricultura inteligente en Shandong, en promedio, logran una productividad entre 2.500 y 3.000 toneladas llevada a superficie de una hectárea.

Otro de los productos de esta forma de hacer agricultura ha sido el notable arroz híbrido chino. El padre de las primeras variedades, el científico Yuan Longping, recibió los más altos honores del Gobierno por lograr producir alimentos para más del 21% de la población del planeta en una tierra cultivable que no supera el 9% del total mundial. Para reforzar la seguridad alimentaria de la región y aumentar los rendimientos de las cosechas, la colaboración internacional china ha transferido sus variedades de arroz híbrido, como la cepa Honglian, a países miembros de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda, países en desarrollo y a sus vecinos del sudeste asiático.

“Dentro de la agricultura inteligente en China se destaca la producción de cereales (esencialmente el arroz) y la horticultura”, indica Martínez Aguilar. “Y en la producción animal, el cerdo sigue siendo el mayor interés, donde utiliza softwares inteligentes en todos los procesos productivos para minimizar los errores y brindar a la poblaciones alimentos de mayor calidad y acceso.”

Cabe destacar que desde el 2021, la tasa de mecanización en China ha alcanzado más del 71%. Asimismo, con el apoyo de proyectos sobre organismos genéticamente modificados, como por ejemplo es el caso del algodón resistente a los insectos producido en el país, representa el 99% de la producción total de este producto. La producción de semillas de tomate en Shandong es también 100% de investigación propia, para que el producto se adapte perfectamente a las condiciones de esta región.

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Además, China encabeza en número y área operativa de drones fitosanitarios, impulsando el desarrollo global de la protección vegetal a través de aplicadores aéreos y es una nación autosuficiente en el 70% de las principales variedades de ganado y aves de corral. En 2024, la producción de cereales de China alcanzó un máximo histórico superando las 700 millones de toneladas gracias, en parte, a los avances tecnológicos, y el sector agrícola contribuyó al 10,5 % del crecimiento del PIB. A la par, el ingreso disponible per cápita de los residentes rurales en China alcanzó en promedio el año pasado los 23.119 yuanes (3.160 dólares), lo que equivale un aumento real del 6,3 por ciento interanual, y un valor que representa alrededor de un 50% de los ingresos promedios de los hogares urbanos. Este resultado contribuye a cerrar la brecha entre las zonas urbanas y rurales y avanzar hacia la prosperidad compartida.

Bajo el impulso chino y del resto de los países de occidente, Martínez Aguilar considera que "el mundo puede alcanzar mayores producciones agrícolas y de mejor calidad, disminuir la hambruna y la malnutrición que aún persiste en los países en vías de desarrollo y reducir las enfermedades de las plantas y animales" para sintonizar con el fin real de la agricultura inteligente “que es poder lograr una seguridad alimentaria acorde a lo que plantea la ONU (hambre cero) y garantizar durante todo el año una correcta nutrición para todos los seres humanos”.

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