Cerveza Artesanal

Bariloche, polo cervecero de la región

La reciente inauguración del Centro de Referencia en Levaduras y Tecnología Cervecera (CRELTEC) es una muestra del auge de la producción de cervezas artesanales en la ciudad.

Ya no caben dudas de que Bariloche es un destino cervecero. Esta afirmación incluye variables que van desde el atractivo turístico, el boom de emprendedores que apuestan a producir la bebida hasta el impulso científico que consolida una tendencia que se afianza con el paso del tiempo.

Para empezar, los “Happy Hour” que proponen las cervecerías locales son la excusa de encuentro que adoptaron los barilochenses y los turistas para compartir una charla, sin importar la hora o el día de la semana.

Calidad ligada estrechamente a una producción consciente y respetando normas de sustentabilidad son parte de los principios técnicos que engloba la cultura cervecera local. Pero allí, en el brindis de dos pintas confluyen otros valores intangibles que van siempre de la mano como la música y otras expresiones artísticas que rodean las citas entre artesanales.

El público con el correr de los años se fue instruyendo y afinando sus paladares y creció en paralelo al aumento de las exigencias y búsqueda constante de la perfección por parte de los productores cerveceros que se ganaron el respeto entre sus consumidores.

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El CRELTEC nació a raíz de un trabajo de muchos años.

El CRELTEC nació a raíz de un trabajo de muchos años.

El impulso de la ciencia

En diálogo con +p, el biólogo del Conicet Diego Libkind contó que el Centro de Referencia en Levaduras y Tecnología Cervecera (CRELTEC) nació a raíz de un trabajo de muchos años. “A lo largo del trabajo que venimos realizando con mi grupo de investigación en microorganismos y hongos que habitan en ambientes naturales, en 2006, nos encontramos con la levadura cervecera. Eso despertó muchas ganas de trabajar con cerveceros artesanales”.

Si bien, desde el año 90, el equipo de investigación viene trabajando con la cervecería Blest brindándole el cultivo, “nuestro objetivo es que todos los productores utilicen esta levadura, pero nos encontramos con que muchos necesitaban diferentes capacitaciones para mejorar el uso de producto que es más difícil de usar por su condición de salvaje”, detalló el investigador.

Y agregó, “nos pusimos a desarrollar capacitaciones y a realizar asesorías. Vivimos inmersos en un Parque Nacional y la idea es trabajar con materia prima que no impacte en el ambiente”.

En noviembre de 2015, el CONICET firmó un convenio con la empresa Heineken, con el objetivo de que investigadores desarrollasen nuevas levaduras cerveceras. “A raíz de este convenio, la empresa destinaba fondos y, en un principio, con ese dinero pensamos en hacer un laboratorio pequeño ya que era imprescindible un nuevo lugar. Pero yo los convencí de hacer algo más grande. Ante esta situación, desde el organismo comenzaron a apoyarnos y destinaba fondos para que la obra, que empezó hace dos años continuara y no quedara parada”, aseguró.

El investigador remarcó que, si bien se realizó la inauguración el mes pasado, aún faltan muchas cosas por hacer para poder cumplir el gran sueño de este grupo de trabajo.

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En 2016 se conformó la Asociación de Cerveceros Artesanales de San Carlos de Bariloche y Zona Andina.

En 2016 se conformó la Asociación de Cerveceros Artesanales de San Carlos de Bariloche y Zona Andina.

La unión hace la fuerza

Los productores de cervezas artesanales de Bariloche no sólo se están profesionalizando, sino que también se están uniendo para hacer más fuerte la industria. Bajo la premisa de cumplir con los estándares de excelencia y calidad de la cerveza artesanal de la región además de integrar a apoyar a los productores, los máximos responsables de las empresas de cerveza artesanal de la ciudad y alrededores se organizaron para sumar experiencia y esfuerzo.

Fue así como en abril del 2016 se conformó la Asociación de Cerveceros Artesanales de San Carlos de Bariloche y Zona Andina nucleando a los principales exponentes de la creación de uno de los productos que hoy identifica a la ciudad.

La Cruz, Berlina, Blest, 2 Monjes, Bachmann, Diuka, Prosit, Manush, Konna y Gilbert son las cervecerías que le dieron nacimiento la asociación que sella una unión y formaliza la relación colaborativa que existe entre los productores apuntando a potenciar el crecimiento del sector y difundir su propuesta.

En diálogo con Franco La Penna, presidente de la Asociación de Cerveceros Artesanales de San Carlos de Bariloche y Zona Andina contó que, en producción de este producto, Bariloche es pionera ya que la primera fábrica se construyó en 1989. “Si bien, sabemos que hay más cerveceros en la ciudad, actualmente, la Asociación está compuesta por 27 cervecerías. El auge del turismo en los últimos años hace que seamos cada vez más”.

Y agregó, “será por los años de experiencia seguramente, pero la calidad de nuestras cervezas es muy muy buena. Además, la vara está tan alta que los productores se esfuerzan por hacer un gran producto, que después se da a conocer en los distintos puntos del país en la travesía de los cerveceros artesanales”.

La Penna destaca el importante nexo que hay entre los productores y los científicos. “La creación del CRELTEC es un claro ejemplo de esta conexión, ya que los cerveceros nos apoyamos mucho en ellos solicitando análisis más complejos que en nuestros propios laboratorios no podemos hacerlo”, festejó el referente.

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Festival de la Cerveza Artesanal en el cerro Catedral, un fuerte impulso para la ciudad.

Festival de la Cerveza Artesanal en el cerro Catedral, un fuerte impulso para la ciudad.

Agenda cervecera

Como parte del impulso a este sector productivo, Bariloche es escenario del Festival de la Cerveza Artesanal en el cerro Catedral. El evento apunta a posicionarse como una de las más importantes de la ciudad, como lo es la del chocolate y la nieve. En este contexto, la Asociación busca declarar a Bariloche como la Capital de la Cerveza Artesanal.

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