Sidra de Río Negro: la revolución de sabores que cambia el juego

El gobierno de Río Negro, junto a productores, elaboradores, universidades y el sector privado, celebró la reciente actualización del Código Alimentario Argentino, que moderniza la definición de sidra, incorpora nuevas variedades y reconoce oficialmente la sidra de pera. Esta reforma busca revitalizar un producto tradicional, potenciar su competitividad y diversificar su oferta para atraer nuevos consumidores durante todo el año.

La actualización permite la elaboración de sidras champañizadas y con agregados naturales como frutos rojos, limón, jengibre o miel, alineándose con tendencias internacionales. Además, se apunta a desestacionalizar el consumo, históricamente ligado a las fiestas de fin de año, para fortalecer el sector frutícola con mayor demanda de manzanas y peras.

El ministro Carlos Banacloy destacó que estas medidas posicionarán a la sidra rionegrina en el mercado nacional e internacional, fomentando el crecimiento y la innovación. En este marco, se impulsan elaboradores artesanales, la planta piloto de sidra de la Universidad Nacional de Río Negro y la futura Indicación Geográfica para distinguir el producto.

Un sector con empuje

El sector muestra un crecimiento sostenido, con más elaboradores locales y nuevas plantas embotelladoras en Villa Regina, consolidando a Río Negro como referente en la producción de sidra.

Se estima que la producción nacional de sidra ronda los 40 millones de litros anuales (dato de informes de años anteriores, la distribución por provincia para 2024/2025 aún no está publicada). Sin embargo, sí se sabe que Río Negro cuenta con más de 20 productores de sidra radicados en la provincia (dato de finales de 2024).