Cultivo de cerezas en Suiza: energía solar y agricultura van de la mano
En Suiza, una innovadora tecnología convierte un cultivo de cerezos en una fuente de energía limpia.
Un innovador proyecto agrovoltaico comenzó a tomar forma en el municipio de Leuggern, en el cantón suizo de Argovia. En una iniciativa conjunta entre la empresa tecnológica suiza Insolight, el fabricante chino de paneles solares DAS Solar y la compañía energética Energie360°, se instalará una infraestructura fotovoltaica de última generación sobre un cultivo de cerezas de 12.000 metros cuadrados, marcando un importante hito en la integración entre producción agrícola y generación energética.
La tecnología agrovoltaica es la combinación de agricultura y energía fotovoltaica que básicamente consiste en la instalación de paneles fotovoltaicos sobre los mismos terrenos de cultivo. Así se aprovecha la misma superficie para dos propósitos diferentes: la producción de alimentos y la generación de energía renovable.
El sistema suizo contará con 1.300 módulos bifaciales de 600W, montados a una altura de tres metros sobre los cerezos de los agricultores RudolphObrist y HansjörgErne. La instalación, que se prevé esté operativa para el otoño europeo de 2025, tendrá una capacidad de producción anual estimada en 800MWh, suficiente para abastecer a unos 180 hogares con energía limpia y renovable.
Tecnología adaptada la producción de cerezas
El elemento clave de esta infraestructura es el sistema Insolagrin, desarrollado y patentado por Insolight. Se trata de una lona retráctil de plástico endurecido que combina funciones de protección agrícola y generación energética. Este sistema inteligente regula de manera dinámica la cantidad de luz solar que reciben los cultivos, proporcionando sombra parcial en momentos críticos, como durante olas de calor, heladas o lluvias intensas. Además, la estructura protege contra granizo, una amenaza recurrente en la región para la producción frutícola.
LaurentCoulot, director ejecutivo de Insolight, explica que el desafío técnico no solo consiste en optimizar la captación de energía solar, sino en garantizar la estabilidad estructural del sistema ante diversas condiciones meteorológicas. “La clave es tener en cuenta adecuadamente las cargas estáticas y dinámicas”, afirma. La lona retráctil, junto con los módulos bifaciales de alto rendimiento suministrados por DAS Solar, permite un aprovechamiento doble del terreno, generando electricidad sin comprometer el rendimiento agrícola.
Desde el punto de vista agrícola, los beneficios también son notables. Los productores implicados en el proyecto aseguran que el sistema Insolagrin contribuye a mejorar significativamente la protección de los frutos y a reducir el uso de productos fitosanitarios, gracias al control ambiental que ofrece la cubierta dinámica. Esto se traduce en una producción más limpia, sostenible y resiliente frente al cambio climático, una preocupación creciente en el sector frutícola europeo.
Los cerezos, sensibles a las variaciones climáticas, se verán favorecidos por esta capa de protección regulada que, además, no impide el paso necesario de luz solar para su desarrollo. Insolight ya ha probado esta tecnología con otros cultivos delicados como fresas, frambuesas y arándanos, con resultados positivos tanto en productividad como en reducción de mermas.
Un modelo de negocio colaborativo
La electricidad generada por los paneles solares será adquirida en su totalidad por Energie360°, la empresa energética encargada de inyectarla a la red pública. Esta colaboración fue posible tras una licitación gubernamental que buscaba impulsar proyectos innovadores alineados con los objetivos de transición energética del país. Suiza, como muchos otros países europeos, enfrenta el reto de reducir su dependencia de fuentes fósiles y aumentar la generación distribuida y renovable.
El modelo agrovoltaico propuesto por Insolight y sus socios responde a esta necesidad con una solución eficiente y replicable. La integración de estructuras móviles y semitransparentes permite adaptar la tecnología a distintos tipos de cultivos y condiciones climáticas, optimizando tanto la producción agrícola como la energética sin competir por el uso del suelo.
Proyección futura
Este proyecto podría sentar las bases para una expansión más amplia de la agrovoltaica en Europa. La colaboración entre actores de distintos sectores —tecnología, energía y agricultura— demuestra que es posible avanzar hacia un modelo de desarrollo rural más sostenible e inteligente. Además, la incorporación de tecnología avanzada como los módulos bifaciales TOPCon de DAS Solar, capaces de captar luz por ambas caras, mejora notablemente la eficiencia de la instalación.
En tiempos de creciente incertidumbre climática y demanda energética, iniciativas como esta ofrecen un camino hacia una agricultura más resiliente, una transición energética realista y una economía rural más fuerte. El caso de Leuggern, aunque localizado, podría ser el inicio de una nueva forma de concebir el campo europeo: productivo, tecnológico y sostenible.
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