Fruta del Valle llega a Mendoza sin los protocolos sanitarios del SENASA
Si bien está prohibido comercializar fruta sin los controles que se hacen en los galpones de empaque, se advirtió a las autoridades sanitarias que salen del Alto Valle entre 5 y 6 camiones por semana rumbo a Mendoza, donde se fracciona en bolsas de plástico.
A las oficinas de la regional Patagonia Norte del SENASA ingresó la denuncia de un empresario del empaque ante lo que considera “competencia desleal” y una práctica irregular en la manipulación de la fruta, todo documentado con varias fotografías. Todo tiene su origen en la compra de fruta por bines en el Alto Valle de mayoristas de Mendoza, que no pasan la fruta por ningún galpón de empaque (requisito indispensable para ajustarse a las normas sanitarias), sino que fraccionan casi en la calle.
Ante la caída del consumo a nivel general, y viendo que los precios no se recuperan, algunos productores que aún tienen fruta guardada en el frío, optaron por esta vía de comercialización.
El negocio no es menor, ni puntual, sino que las estimaciones de algunos empresarios de la región, indican que salen “entre 5 y 6 camiones por semana”.
La fuente, quien pidió reserva de identidad para no entorpecer la investigación, se lamentó porque “lo estoy hablando con la gente de SENASA Patagonia Norte, pero me dicen que dependen de SENASA Mendoza, y el SENASA Mendoza no hace nada”. A juzgar por las fotos, el empresario tiene dudas sobre la transparencia de la comercialización, y sobre todo, “cómo las procesan”.
“Acá tengo a la municipalidad todo el tiempo encima, SENASA con sus exigencias, por esto esta situación significa una competencia ilegal”, sostuvo.
En el medio hay poderosas razones, porque por estos días de retracción del mercado interno, “los que mejor pagan la manzana son los mendocinos que se la llevan en bines”, dijo, y aclaró que “no es ilegal llevarse la fruta en bines”, sino que “allá las ponen en el puesto y las venden directo del bin, sin proceso de empaque”.
La fruta ni siquiera es puesta en cajas, sino que se fraccionan en bolsas de plástico “sin proceso de empaque”. El empresario confió que “te da bronca porque se va fruta que no pasa por los galpones y la venden toda golpeada, y entonces pasa a ser una fruta de segunda calidad comercialmente hablando”.
La fuente –con 12 años de experiencia al frente de su propio empaque-, reconoció que, por el diferencial de precio que están obteniendo, “es posible que me vayan a putear los productores, por si se llega a cortar la venta a Mendoza, pero yo voy a luchar por lo mío. No me opongo a que se la lleven por bines, pero pasala por un galpón”.
Acotó que, las posibilidades de efectuar esta comercialización dentro de las normas vigentes, no es tan oneroso “porque en Mendoza, el galpón vale la mitad de lo que vale acá. Por eso, las mismas exigencias tienen para mí, deberían tenerlas allá también”.
En cuanto a las respuestas que obtuvo hasta el momento del organismo responsable de la fiscalización de la sanidad de la fruta, expresó que “me dicen que dependen del SENASA de allá, de Mendoza, y están dando vueltas”, y agregó que “no es que se va un camión, se van cinco o seis camiones por semana”.
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