¿Por qué estamos condenados a comer peras y manzanas de mala calidad?
Es casi unánime la crítica que existe del consumidor de la región del norte de la Patagonia sobre la calidad de las peras y manzanas que hay en el mercado.
Avanzada la primavera, comienzan a aparecer las primeras frutas de temporada en las góndolas de la región. Los precios son disímiles y, en algunos casos, se disparan por ser productos que son recién cosechados, en momento donde existe un mercado desbastecido por ellos.
Como rasgo distintivo, tras una recorrida realizada por el Mercado Concentrador del Neuquén (MCN), se observan pocas especies y variedades de frutas. "Lo fuerte llega a partir de enero que es cuando hay una mayor oferta de frutas", confió uno de los operadores del MCN al ser consultado por el tema.
Otro de los rasgos, es la diferencia de precios que existe en el MCN respecto de las bocas minoristas presentes en toda la región del norte de la Patagonia. Sin ir más lejos, por un kilo de manzana -de la misma calidad, tamaño y color- se pueden encontrar variaciones de precios de hasta un 250%. Lo mismo ocurre con el resto de las frutas presentes en el MCN.
Tal como se observa en la gráfica adjunta, las frutas más caras son aquellas que, por lo general, están ingresando al mercado de la presente cosecha. Tal es el caso de la frutilla y la cereza. Los altos valores en el resto, se argumentan por la falta puntualmente de oferta en el mercado o porque son productos importados, los que tienen costos adicionales de logística que son absorbidos por el consumidor.
Entre las frutas más económicas, se destacan las peras y las manzanas; ambas producidas en la región. Las principales críticas que se reciben en los puestos del MCN es la falta de calidad sobre este tipo de fruta. En general, estas críticas también emergen entre los consumidores a la hora de comprar en las puntas de góndola de los supermercados o comercios de la región.
Mucho de esto tiene que ver con que la fruta de calidad se orienta a la exportación y a los selectos mercados de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y el cordón norte del Gran Buenos Aires (GBA) donde se puede obtener muy buenos retornos, siempre que estemos hablando de calidad. Este mismo escenario se observa también en nichos bien definidos de Córdoba y Santa Fe.
Un ejemplo gráfica claramente lo mencionado: un kilo de manzana roja de calidad -con marca reconocida en el mercado, tapada de color, calibres que se demandan y sin golpe alguno- hoy se puede estar pagando en una selecta frutería de Belgrano C (CABA) poco más de 5.000 pesos el kilo; ese mismo producto, en una góndola de supermercado o frutería de Neuquén capital, por lo general no llega a pagarse 2.000 pesos el kilo. A esto hay que agregarle la escala que se maneja en uno y otro mercado, que también es una variable contemplada por las empresas que colocan volumen en el mercado interno. "Lamentablemente, estamos condenados a consumir peras y manzanas de muy baja calidad en Neuquén y toda la zona del Valle", protestó otro de los puesteros consultados. Toda una paradoja: en la principal región del país, donde se producen las mejores peras y manzanas, sus ciudadanos no puede disfrutar de este tipo de productos.
Sin dudas, lo que ocurre con las peras y manzanas que se venden en el norte de la Patagonia, es un tema complejo de abordar. Mucho depende de la calidad de lo que se cosecha, de las oportunidades comerciales y, como se mencionó párrafos arriba, de las escalas de venta que manejan las empresas.
Es importante señalar que, cuando hablamos de una calidad superior en manzana, que es la que verdaderamente paga buenos precios en el mercado, esta representa -en el mejor de los casos- el 20% de la cosecha que se destina al mercado en fresco en cada temporada. Dato clave, para entender también la crisis estructural que está atravesando la fruticultura de la región. Exactamente lo mismo ocurre con las peras.
Lamentablemente, el consumidor del norte de la Patagonia naturalizó el hecho de que en la región ya no es posible comprar en el mercado peras y manzanas de calidad, aunque esté esa demanda que pague los 5.000 pesos por kilo por esa fruta, la misma que abona el privilegiado ciudadano de Belgrano C.
Tendencia de precios
Es llamativa la volatilidad de precios que registran las frutas de una a otra temporada. La volatilidad esta dada por varios factores. Entre los más importantes encontramos: la cosecha que presenta la especie, si es mayor a la media, los precios tienden a bajar por sobre oferta, y viceversa; en segundo término, hay que analizar la capacidad exportadora y la demanda externa que pueda presentar el producto, si crece la exportación, baja el abastecimiento al mercado interno; y la tercera variable, la capacidad de compra que pueda tener el consumidor, clave para activar la demanda del producto.
Cuando se analiza la evolución de precios, en términos interanuales, tomando como referencia siempre los valores consolidados en el MCN, observamos que el limón fue la fruta que disparó sus precios. A mediados de noviembre del año pasado una caja de limón de 17 kilos se pagó 5.500 pesos, la semana pasada esa misma caja terminó vendiéndose en 32.000 pesos. "Este año falto limón. Aseguran que la crisis en el norte terminó afectando la cosecha...dicen que miles fueron las hectáreas que se sacaron", agregó una de las fuentes del MCN. Y es así. En Tucumán alrededor de 15.000 hectáreas ya han sido desmontadas, mientras que otras 12.000 se encuentran en un estado de abandono casi total. La menor oferta, impulsó los precios del producto.
Pero en está estadística de precios presentada aparece otro dato que llama la atención. ¿Por qué las peras y manzanas están entre las frutas que más subieron en el MCN? En el caso de la primera especie, en noviembre del año pasado una caja de 19 kilos se vendió a 4.000 pesos; doce meses después ese valor saltó a 16.000 pesos, reflejando una suba interanual del 300% muy por encima del 193% que reflejo el último índice de precios general (IPC) publicado por el INDEC.
Lo mismo ocurrió con la manzana roja, que ocupó el ranking de las frutas que más crecieron en precio. Hace una año en el MCN se conseguía una caja de 19 kilos de manzana roja a 7.000 pesos; en noviembre de este año ese valor trepó a 20.000 pesos, mostrando un crecimiento interanual del 186%. "Lo primero que habría que ver si las calidades de peras y manzanas que se están comprando entre una año y otro. Después hay que ver como ha sido la evolución del mercado local en materia de demanda y precios, claramente creo que ahí está la respuesta de esta suba", remarcó un importante empresario regional -que prefirió mantenerse en el anonimato a la hora de opinar- tras una consulta de +P.
En definitiva este año el consumidor del norte de la Patagonia terminó pagando más cara la pera y manzana que compró y no hubo, a grandes rasgos, una mejora en la calidad de esa fruta. Paradojas del mercado.
En esta nota