Peras: las heladas dejaron sus marcas para la próxima cosecha
Las heladas primaverales afectaron parte de la potencial cosecha 2024/25 de peras en la región del Valle.
Las heladas que se presentaron en los meses de septiembre y octubre en toda la región del Valle de Río Negro y Neuquén habrían dejado importantes marcas en los frutos de peras, que se comenzarían a cosechar a partir de enero próximo.
Si bien no hay datos oficiales que muestren fehacientemente el tipo de daño generado, una recorrida realizada por +P por distintas explotaciones de Cipolletti, Allen y Cinco Saltos da cuenta de que mucha de la floración se perdió por las bajas temperaturas y que existe también pera marcada en varios de los lotes visitados.
"Nosotros observamos mermas del orden del 20%/30% de nuestra cosecha potencial", detalló uno de los productores de Cipolletti consultados por este medio. Al recorrer los establecimientos, claramente se observa que mucha pera se encuentra marcada por las heladas. Mismo escenario se observaron en explotaciones de Allen y Cinco Saltos.
En Villa Regina aseguran que si bien pasaron mangas de granizo sobre la zona de la costa con mucha agua dejó marcas que ahora con el realeo se está corrigiendo, descartando esa fruta. Las heladas allí fueron más atenuadas. Tal como se observa en la gráfica adjunta, la proyección de cosecha de peras efectiva esperada para la presente temporada se ubicaría en torno a las 630.000 toneladas, un volumen similar a la de la temporada anterior. Todavía no hay proyecciones para la cosecha 2024/25.
En general lo que se está observando en las chacras, es que el tema de la heladas jugo con un factor importante en la caída de los frutos. Pese a ello hay mucha pera es la que se está desestimando con el raleo y la que queda en la planta presentará buen tamaño comercial. Por lo que hay que esperar buenos calibres respecto a otras temporadas. En este contexto, queda por definir en las próximas semanas como terminará la ecuación final entre mejora de tamaños de frutos y caída de los mismos. Es decir si los buenos calibres compensarán la mermas observadas por la menor cantidad de peras.
En la recorrida realizada se observa claramente que aquellas explotaciones con defensas activas contra las heladas presentaron daños marginales en su potencial productivo, no así aquellas chacras que no pudieron combatir las bajas temperaturas.
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