Alerta en la ganadería: sube la faena y baja el stock de hembras
La faena del primer semestre de 2025 superó los niveles del año pasado, mientras la extracción de hembras sigue alta. Alerta en el sector.
Los números de este primer semestre revelan una faena total de 6.596.771 cabezas, cifra que, lejos de ceder, se sitúa ligeramente por encima (+0,5 %) de los registros del año pasado. Si bien durante los primeros tres meses del año la tendencia parecía marcar cierta moderación, con una faena 2% inferior a la de 2024, en lo sucesivo la actividad comenzó a acelerarse, cerrando el segundo trimestre con una extracción 3% superior a la del mismo período del año anterior. Como resultado, la faena acumulada en lo que va del año se mantiene en niveles mucho más sostenidos de lo deseable para este ciclo.
De los casi 6,6 millones de cabezas faenadas entre enero y junio, el 47,2% fueron hembras, mientras que en igual lapso de 2024, este mismo indicador ascendía al 48,1% del total. Pese a la leve baja, la participación continúa siendo elevada, particularmente en un contexto de valores consistentemente altos observados en los últimos años.
En efecto, a excepción del año 2021 —cuando se registró forzosamente una caída en esta participación debido a las restricciones impuestas a la exportación—, desde 2019 hasta la fecha la faena de hembras ha oscilado entre el 47% y el 50% del total, lo que refleja un porcentaje considerable y sostenido.
Lo cierto es que, al tratarse de un indicador relativo, el porcentaje de participación de hembras en la faena no refleja por sí mismo el nivel real de extracción del rodeo. Para un análisis adecuado, es imprescindible observar también los valores absolutos. En concreto, en lo que va del año, la faena de vacas fue informada en 1.226.775 cabezas, mientras que la de vaquillonas ascendió a 1.884.058, lo que en conjunto suma 3.110.834 hembras salidas del stock. Esta cifra representa apenas un 1,5 % menos que en el mismo período de 2024.
Ahora bien, ¿Qué representa este número en relación con la cantidad de vientres en stock? La faena del primer semestre de 2025 equivale al 18,2 % del stock de vientres registrado al 31 de diciembre de 2024. En tanto, un año atrás, este mismo indicador se ubicaba en 17,7 %, y en 2023 alcanzaba el 19,2 %.
En definitiva, lo que se observa es que, desde 2019 a la fecha, el stock de hembras muestra una tendencia descendente, en contraste con una extracción que se mantiene en niveles relativamente altos.
Por lo tanto, en términos de extracción y reposición, si bien no es posible arribar a un dato exacto, sí es factible analizar —en grandes números— la evolución de los ingresos y egresos del stock de hembras.
Tomando como ejemplo el último año, 2024, el ingreso de hembras al stock fue de 7,31 millones de cabezas, dato que surge del recuento de terneras al 31 de diciembre de ese año. Durante ese mismo período, los egresos del circuito productivo totalizaron 6,65 millones de cabezas, cifra explicada por la faena de vacas y vaquillonas informada entre enero y diciembre de 2024.
A este total debe sumarse un porcentaje de mortandad, que indefectiblemente ocurre durante el año por diversas causas. Si bien no se trata de un dato exacto —y puede variar especialmente en períodos afectados por condiciones climáticas extremas—, se estima un promedio del 2,5 % anual como referencia estadística, asumiendo un margen de error razonable. Por lo tanto, aplicando este porcentaje, los egresos del período analizado deberían aumentarse en aproximadamente 900.000 hembras, atribuibles a la mortandad anual estimada.
En consecuencia, al contrastar los ingresos (7,31 millones por stock de terneras) con los egresos (7,55 millones entre faena y mortandad estimada), es posible observar en términos generales el grado de liquidación -como en este caso- o retención de hembras registrado a lo largo de los años. De acuerdo con estos cálculos, en los dos últimos ciclos se han extraído más hembras del stock que las que se han producido. Si bien también es cierto que en los dos años previos el balance resultó positivo, con ingresos superiores a los egresos, estos episodios no dejan de ser movimientos compensatorios que, al ampliar la serie, siguen reflejando un déficit relativo de producción.
Sin recomposición de stock
En definitiva, al analizar estos números, se puede concluir que, si bien no estamos atravesando una fase de liquidación severa, tampoco se consolida una etapa de retención o recomposición del stock. Aumentar el número de terneros/as logrados por año requiere seguir incrementando los porcentajes de parición y destete. En este punto, un indicador imperfecto pero útil para el análisis es la relación entre la cantidad de terneros en stock y el número de vacas registradas el año anterior. En 2024, este índice se ubicó en 65,2 %, marcando una recuperación frente al 63,8 % conseguido en 2023, aunque todavía por debajo del máximo reciente de 66,7 % alcanzado en 2022, año en que se logró una producción récord de más de 15 millones de terneros.
Asumiendo un stock de vacas en torno a los 22 millones de cabezas, cada punto porcentual de mejora en este indicador representa un incremento de entre 220.000 terneros/as logrados, de los cuales aproximadamente la mitad son hembras.
En los últimos dos años, el stock de vacas se redujo en más de 900.000 cabezas. Compensar esa pérdida de hembras requeriría un incremento de más de 8 puntos porcentuales en el denominado “porcentaje de destete”, salto productivo que hasta el momento no registra precedentes en la performance de nuestra ganadería en los últimos 15 años. Por lo tanto, más allá de las mejoras que sin duda pueden lograrse en los índices reproductivos, la vía más rápida y efectiva para la recuperación del stock de hembras requiere, indefectiblemente, una drástica restricción del nivel de extracción, con el objetivo de revertir la sucesión de períodos de faena excesiva.
Fuente: Rosgan.
En esta nota