Efecto Vaca Muerta: Asado en Neuquén experimenta un notable aumento en consumo
Lejos de la tendencia nacional, el consumo de carne crece en Neuquén y Río Negro. El mercado sigue firme por el efecto Vaca Muerta.
El mercado minorista de carne en las provincias de Neuquén y, en menor medida, en Río Negro muestra, como tantos otros rubros de la economía, que el área de influencia de Vaca Muerta tiene comportamientos distintos cuando se hace un repaso de las estadísticas oficiales regionales respecto del promedio nacional. Es así que mientras la caída del consumo a nivel país -al noveno mes del año- reflejó una retracción del 12,3% en términos interanuales, en la región del norte de la Patagonia los datos van en sentido contrario.
Datos oficiales dan cuenta que la faena de vacunos en Río Negro y Neuquén pasó de 173.836 cabezas en los primeros nueve meses de 2023, a las 188.721 cabezas durante el mismo período de este año, reflejando un crecimiento del 8,5%. Hay que destacar que este punto que la faena de la región se orienta en más del 98% al consumo interno siendo marginal la exportación.
Los “matarifes” mayoristas de la región, con algunas diferencias, confirman esa tendencia positiva. En lo que todos coinciden, incluso los indicadores del gobierno, que en octubre las ventas tuvieron un salto positivo del 10%. ¿Bajó la carne ese mes? No, fue el Día de la Madre lo que rompió las estadísticas. “En este día se vende más carne que para las fiestas”, acotó Santiago, mientras atendía a un cliente en el local de Carnes Argentinas, que se dedica a la venta minorista y mayorista de este tipo de producto.
“El consumo se mantuvo firme. Yo lo noto todos los días cuando hago el cierre y siempre es alto”, comentó, y según su seguimiento cotidiano, en lo que va del año, las ventas mejoraron “un 20% por lo menos”. “Se nota otro poder adquisitivo en Neuquén”, reconoce quien se dedica de manera exclusiva a la venta de carne sin hueso, ya envasada, que viene del norte de la barrera sanitaria.
A 50 kilómetros de distancia, Pablo Iparraguirre, uno de los matarifes más importantes de General Roca -por distribuir en distintos puntos del Alto Valle-, sostiene que “el consuno está firme. Es más, subió en estos meses de 2024” y trazó un panorama que abarca los últimos 3 o 4 años: “Después de la pandemia quedó la tendencia de comer un poco más de carne de lo que veníamos. Y hoy la carne está en un precio que es accesible si se la compara con ir a comer una pizza. O comer verdura. Está todo más o menos parecido, y encima a notros nos gusta mucho comer carne”.
Resume reafirmando que “la verdad que se mantiene bien el consumo, y en tendencia de suba, día a día. Nosotros antes, llegábamos a fin de mes y estábamos mal, no vendíamos; y ahora la venta sigue pareja la venta. Pero no lo miro en relación de lo mío nada más, lo miro en relación del frigorífico, yo veo la faena y la veo parejo, que todos venden, todos cargan”.
Mientras este positivo contexto se da en los mostradores aledaños a Vaca Muerta, a nivel nacional las noticias para el sector cárnico no fueron buenas: el nivel de consumo se derrumbó 12,3% durante los primeros 9 meses del año respecto a igual período del 2023. Así se desprende de un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA).
Los datos sobre el consumo en la región fueron publicados por el área de Gestión de la Información de la Secretaría de Agricultura, Ganadería Y Pesca de la Nación. Se computó la faena de 6 plantas ubicadas en Río Negro (Fridevi, Grupo Icq, Antu Malal, Coop. de Trabajo Jesús Arroyo, Municipalidad de Valcheta y Coop. de Trabajo J.J. Gomez Ltda), y 9 puntos de faena de Neuquén (Agro Service, Municipalidad De Zapala, Cata, Municipalidad de Chos Malal, Frigorifico Añelo Sapem, y los municipales de Loncopue, Andacollo y Alumine.
De los 188.721 animales faenados en esos frigoríficos, la industria de Río Negro concentra el 79,8% (188.721 cabezas) y los de Neuquén el 20,2% (38.122 cabezas)
Agustín Carabetta, de @carnesmuca, reconoce que “a pesar de las dificultades económicas del país, nosotros consideramos que la zona está teniendo un auge particular por la actividad petrolera principalmente”. También adjudicó el buen momento de su empresa a que “nosotros siempre apuntamos al crecimiento, a la innovación, a cuidar el producto. Y también eso creo que nos ha llevado a mantenernos y a incrementar las ventas”.
Por su parte, Sergio Rivas, de Frigorífico SR, si bien reconoce que en octubre el incremento en las ventas rondó el 10% (lo que coincide con la última estadística de la Secretaria de Ganadería, donde registro la media nacional un 8,91% de incremento en las ventas de carne vacuna, en comparación de igual mes del año pasado), “se notó una caída fuerte entre febrero y agosto”, que estimó en un 22% según sus registros. Explicó que “en enero del 2024 empezó una remontada de valores que ascendió más o menos, un 30%. Si bien la inflación fue descendiendo, y si bien la carne estaba bastante retraída durante el 2023 por una cuestión de oferta y demanda de precio, eso incidió mucho en la comercialización”
Aseguró que los pequeños y medianos feedlot del Alto Valle de Río Negro, son los que más nos proveen” y que hoy, a raíz de que los engordes también tuvieron problemas de rentabilidad el año pasado y muchos cerraron “hoy la producción está en menos manos, y no alcanzan a cubrir la demanda de lo que fue final 2023”.
Un mercado muy sensible
Iparraguirre admite que “no sé bien explicarte por qué hay tanto consumo”, pero sí tiene muy presente que “el consumidor está muy atento y donde ve que le suben un poco, le afloja al consumo enseguida. No quiere avivadas”. Y ejemplifica: “Si la inflación fue del 4%, que la carne suba un 4% no pasaría nada. Pero ya cuando se pasan los números lógicos, la gente se frena por su bolsillo”.
En cuanto al porcentaje de animales que van a faena criados a campo o en feedlot, “hoy es todo feedlot”, confirma Iparraguirre, quien también es productor. “Puede ser un feedlot chico o mediano, para recría y terminación”, menciona entre sus clientes. “El campo, con la sequía, poco y nada”, acota, en referencia a los 12 meses previos a septiembre, cuando los ganaderos de Río Negro se tuvieron que desprender de 20.000 vacas madres para aliviar la carga de los campos.
Eso, traerá consecuencias en un año, cuando falten terneros para faena. “Se estaban muriendo los animales, por eso tenemos los campos achicados, reducidos un 50% en la carga”, señaló el matarife de General Roca.
En esta nota