El chivito traspasó las fronteras de Neuquén y tiene precios dispares
El chivito se puede conseguir en un rango de precio que va de los 120.000 a los 180.000 pesos. La mitad se comercializa por canales informales.
Cuanto más cerca del centro de la ciudad de Neuquén está el punto de venta, más caro es el chivito, uno de los manjares que muchas familias buscan para celebrar las fiestas de fin de año. En cuanto a su procedencia, un 50 % llega directo de los productores, que realizan su propia faena en los campos. Este segmento se caracteriza por la informalidad. El otro 50 % se comercializa a través de supermercados y todos los animales tienen un mismo origen: el frigorífico que la Corporación de Desarrollo de la Cuenca del Curí Leuvú (Cordecc) tiene en Chos Malal.
Los precios van desde 120.000 a 180.000 pesos por unidad, y las variaciones son notorias a medida que el vendedor se encuentra más alejado del centro neuquino. Por ejemplo, en Barda del Medio se pueden conseguir unidades de entre 7 y 8 kilos a 120.000 pesos, y en Cipolletti, de entre 10 y 12 kilos, a 130.000 pesos.
Sin embargo, en Senillosa se consiguen a 150.000 pesos y en Neuquén hay publicaciones de hasta 170.000 pesos por chivos de 8 kilos y de 180.000 pesos por animales de 10 a 12 kilos.
Formalización, faena y comercialización
“Este año hay mucho chivo”, aseguró Martín González, titular de la Cordecc, quien se mostró confiado en que este año se alcance la cifra de faena del año pasado, que rondó las 22.000 cabezas.
En este negocio hubo un salto cualitativo muy importante a partir de que el frigorífico ubicado en Chos Malal lograra la certificación de “tránsito federal” que otorga el SENASA. Eso permitió que ese 50 % de crianceros que apuesta por la formalidad (varios son socios del frigorífico) pueda defender sus precios. González explicó que el gobierno provincial paga un 80 % más sobre el precio del animal como “incentivo ganadero”; de ese modo, un animal que el año pasado podría rondar los 100.000 pesos, para los productores representaba 180.000 pesos.
La producción que se hace dentro de los carriles formales y con garantía de sanidad, y a partir de las habilitaciones del frigorífico, encontró una vía de comercialización en toda la Patagonia mediante un convenio con el supermercado La Anónima, y por estos días los chivitos neuquinos están llegando a las principales ciudades del Alto Valle, Las Grutas y otras de la costa atlántica.
La distribución esta semana ya llegó a Zapala, Añelo, San Patricio del Chañar y otras localidades del interior neuquino. El titular de la Cordecc además confirmó que prestan servicios a terceros. “Ellos se encargan de la logística del campo (comprar y trasladar) y nosotros hacemos la faena”, indicó, en referencia a otros dos clientes, como Capriolo y Lo de Carol, dos tradicionales puntos de venta de chivos en Neuquén capital. También son proveedores de Carnes Mucha y de la cadena La Cooperativa Obrera.
Denominación de Origen, zafra e inversiones
“Otros años hacíamos ventas directas en Neuquén capital, en algunos parques, pero este año es mucho el trabajo y es de muy pocos días”, señaló el presidente de la entidad, quien detalló lo que implica la Denominación de Origen (DO) del Chivito Criollo del Norte Neuquino, un protocolo de calidad que garantiza que el cabrito fue criado de forma tradicional en el norte de Neuquén, usando pastizales naturales y sin agroquímicos.
“También se observa que tenga determinado peso y que tenga más de la mitad del riñón tapado de grasa”, explicó. En un día habitual de trabajo se faenan unos 600 animales que proveen grupos de hasta 130 productores de la región.
La “zafra” de chivitos tiene dos etapas: una que comienza a fines de noviembre, del ejemplar mamón que se vende en las fiestas, y luego la que se denomina “vuelta de veranada”, cuando el animal ya tiene entre 12 y 13 kilos.
“Por la ampliación de la capacidad de frío, podemos guardar hasta 17.000 chivos y sostener la oferta casi todo el año”, acotó González, quien confirmó que los 200 chivos que se consumieron en la pasada Fiesta del Chivito tuvieron ese origen y que eran de la zafra pasada.
La Cordecc, para el fomento de la formalidad y el arraigo, gestionó en favor de los crianceros créditos por 220 millones de pesos en el último año, para que 100 productores puedan afrontar los gastos de traslado de hacienda, como los que insume la tradicional marcha hacia la veranada.
En otras ciudades del interior de Neuquén también existen frigoríficos que garantizan la sanidad de los animales y los protocolos vinculados al bienestar animal, como los ubicados en Zapala, Andacollo y Loncopué. Personal de la planta de Chos Malal, por ejemplo, estuvo brindando una capacitación en uno de estos establecimientos para que se sigan las buenas prácticas de faena.
La Cordecc es una SAPEM (Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria) y tiene representantes del gobierno provincial y de los productores locales en su directorio. Se fundó en 1986 y el Estado provincial es poseedor del 90 % del capital accionario.
Este año, la provincia volvió a invertir en la planta 200 millones de pesos para la compra de nuevos equipos para la faena, además de construir sanitarios y otras comodidades para el personal. “Estamos entre los tres mejores frigoríficos del país que se especializan en chivitos o cabritos”, destacó por último González.
Fuente: Redacción +P.
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