El puma en el centro del debate: caza permitida, revocada y un escándalo viral

Un gran revuelo se armó tras una resolución emitida el miércoles por el Ministerio de Turismo de Neuquén, mediante la que se autorizaba la caza del puma y el tránsito de sus trofeos. Las redes sociales comenzaron a replicar el mensaje en poco tiempo. Aunque la medida se volvió atrás en pocas horas, los posteos fueron contundentes: “Matar pumas en Neuquén es legal”, rezaba el post de la cuenta de Instagram @pumakawareserva, una ONG dedicada a la flora y fauna autóctona.

“¡Neuquén acaba de autorizar la caza del puma! Una vez más, financian el negocio de los trofeos de caza a costa de la matanza de nuestra fauna nativa y la destrucción del ecosistema”, señalaban.

También apuntaron al ministro Gustavo Fernández Capiet, de la cartera de Turismo, quien “firmó la Resolución 76/2025, autorizando la caza del puma y el tránsito de sus trofeos” y señalaron que “en el documento, afirman Textualmente que el puma “debe controlarse” para "proteger los intereses ganaderos y los intereses de los cazadores". Ahora "Cada cazador podrá abatir hasta 2 ejemplares adultos por temporada".

“El puma no es un trofeo ni un peligro. Es fauna nativa y cumple un rol clave en el equilibrio del ambiente”, manifestaron. A su vez se cuestionaron: “¿Vamos a permitir este retroceso en pleno siglo 21? Basta de estos atropellos al ambiente y a la fauna nativa. Vamos a denunciar esta resolución y exigimos una audiencia urgente con Gustavo Capiet, Ministro de Turismo de la Provincia de Neuquén”. Con 171 mil seguidores, los defensores se hicieron escuchar y más tarde llegó la marcha atrás del ministro.

La resolución de la polémica

La Resolución 76/2025, habilitaba la temporada de caza de animales nativos como el puma. Según el documento firmado por el Gobernador Rolando Figueroa y el Ministro de Turismo, Gustavo Capiet, es para controlar al puma “balanceando su imprescindible papel como predador nativo en los sistemas tróficos silvestres, los intereses de la actividad ganadera y la actividad cinegética (de los cazadores)”.

Pero “el puma no es un trofeo ni es peligroso. Somos nosotros los que no hemos aprendido a convivir con el depredador”, explicaron desde la ONG Pumakawa. La firma citó al Fondo Mundial para la Naturaleza, desde donde se indica que “los pumas en la Patagonia se ven amenazados por la pérdida de presas debido a la invasión de su hábitat por parte de los desarrollos agrícolas”.

“Sin embargo, la caza deportiva se habilita igual: desde el 1 de junio al 30 de septiembre, permiten matar hasta 2 pumas adultos por persona. En el Área de Caza Mayor se permiten “abatir hasta 10 ejemplares”, indican.

Observan que “además, la medida habilita a los cazadores a “exportar partes de un ejemplar legalmente cazado: cráneo, cuero, etc.”, con un certificado CITES. En relación con los daños que a veces produce el felino en campos ganaderos, el gobierno habilita una “Temporada de Caza Control de Puma” durante casi todo el año: desde el 1 de marzo y hasta el 31 de diciembre, para cazar a aquellos pumas cuyo daño se pueda comprobar por parte de los productores.

Sin embargo, los expertos alegan que no es la forma correcta de controlar al puma. Según la ONG Pumakawa, hay métodos más sostenibles y que han demostrado eficacia como el uso de burros en el ganado, cuya actitud espanta a los grandes felinos sin necesidad de matarlos”.

Idas y vueltas

La provincia de Neuquén, en contradicción a esta resolución, ya viene trabajando en el manejo amigable con la fauna silvestre. Se gestiona el tema con productores ganaderos, y ONGs para ayudarlos a proteger sus rebaños de los depredadores utilizando una variedad de técnicas de disuasión, como perros protectores, luces nocturnas automáticas y otros métodos visuales y sonoros, que no son justamente el exterminio de los pumas.

“Se trabaja para restablecer poblaciones saludables de presas nativas, ayudando así a pumas y otros carnívoros a desplazar el consumo de ganado a sus presas nativas”, señala la Wildlife Conservation Society (WCS) en sus preceptos, una ONG de las que ha tenido cercanía con la provincia.

Entre su visión figura como desafío “la matanza frecuente o excesiva de ovinos y caprinos por pumas, que puede ser económicamente devastadora para los ganaderos. Debido a que los pumas habían sido eliminados de una región tan amplia, en algunas áreas la gente local los considera una especie invasora desde su reaparición y no tienen medios tradicionales eficaces para prevenir la depredación de su ganado”, explican.

Una historia de larga data

Desde WCS señalan que: “El puma, mayor carnívoro de la Patagonia, fue extirpado de la mayor parte de la estepa a mediados del 1900, pero comenzaron a recuperarse después de que la población humana rural disminuyera. WCS descubrió que en una zona recuperó el 91% de su distribución en un plazo de 10 años”.

Pero los ganaderos de cabras del norte de la Patagonia “pierden en promedio el 6% de su capital en ganado al año por los pumas; por esta razón WCS los asiste con métodos para reducir sus pérdidas sin matar pumas”. Una visión similar trabaja la provincia.

Los aumentos de niveles de predación por puma y zorro se incrementan en épocas de parición entre los meses de septiembre y noviembre y en las veranadas, entre los meses de enero y marzo.

Una salida posible

En Neuquén, una de las consecuencias de esta convivencia con el puma es el ingreso a mercados internacionales, lugar al que han podido acceder más de una vez con su destacada fibra (mohair) y su lana certificadas. El gobernador de la provincia, Rolando Figueroa, deslizó a los medios de comunicación que cuando se enteró, pidió derogar la resolución, a la que tildó de “una locura”.

Las primeras experiencias de uso de herramientas no letales para la mitigación de daños por predación en la provincia del Neuquén fueron utilizadas en el año 2012 en el Parque Nacional Laguna Blanca.

Allí, en el departamento de Zapala, pequeños productores de las inmediaciones accedieron a herramientas como luces led disuasivas, métodos sonoros de disuasión, etc. A través de la Articulación del entonces Ministerio de Producción de la provincia, INTA, WCS, y el CEAN.

Con estas experiencias en marcha con resultados positivos se siguió avanzando en la introducción de Perros protectores de ganado (PPG), a través del trabajo con campos demostradores en algunos predios de Pequeños productores con resultados significativamente positivos, reduciendo perdidas por predación de hasta un 97%.