Logran mejores valores por la lana de predios regenerativos de la Patagonia
Los productores de lana en la Patagonia Argentina están logrando grandes recompensas financieras por su compromiso con la sostenibilidad y el bienestar animal.
“Los productores de lana en la Patagonia están obteniendo importantes beneficios económicos gracias a una mirada regenerativa que trasciende lo puntual y se consolida como un proceso sostenido, así comienza el comunicado difundido esta semana por Ruuts y Ovis 21.
Afirman que estos productores son recompensados consistentemente con mejores valores por su lana, gracias a características únicas que diferencian sus lotes.
El foco está puesto en varios aspectos. Primero, el origen regenerativo. Se verifican los resultados ecológicos con el Estándar GRASS, qué mide las mejoras (o no) en procesos ecosistémicos, salud del suelo y biodiversidad. En segundo, la certificación de bienestar animal y manejo de tierras RWS (Estándar de Lana Responsable por sus siglas en inglés). Finalmente, el tercero: lotes de lana de calidad, bien preparadas. Sin la calidad de lana, las certificaciones pierden efecto.
Esta combinación de regeneración, certificación y calidad posiciona a los productores de lana regenerativa de la Patagonia como líderes en un mercado global cada vez más exigente y consciente.
Mejores valores
Calidad de fibra, bienestar animal y ambiental son reconocidos por marcas globales. De hecho, las dos instituciones informaron que en el caso de las lanas especiales bien preparadas de este origen alcanzaron valores al nivel de las mejores ventas australianas.
El precio promedio recibido por los productores fue de US$14 por kilo limpio para lanas certificadas Ultimate Merino, que incluye el sello Ovis Regenerativo, en calidades de 17,5 micras. Esto representa más de un 30% por encima de los mejores precios de lana en el mercado local.
Impacto de la experiencia local
Incluso productores como Estancia Los Pozos, que vendieron una mezcla de Merino Supra y Merino Choice de 21 micras gris y negro a marcas de hilados a nivel global, lograron valores un 25% superiores al mercado tradicional de lanas merino de buena calidad. "Sumado al bienestar animal, ambiental y regenerativo de los productores que tuve el honor de conocer, le agrega profundidad a una fibra única", comenta Kristin Ford, fundadora de la marca Woolfolk, que se abastece de estas lanas.
En un contexto de baja en los precios de los commodities a nivel mundial, donde la demanda y los valores de la lana han caído, los productores que implementan prácticas regenerativas y mejoran la calidad de sus majadas son recompensados por la excelencia de su fibra y su contribución a la sustentabilidad.
Ventajas competitivas de nuestro país
Aunque la producción lanera argentina representa sólo el 7% del volumen de Australia, al considerar solo las lanas sin mulesing (una práctica controvertida), la participación argentina asciende al 29%. Más aún, el porcentaje de lanas certificadas entre 19 y 22 micras supera el 80%.
De acuerdo a Ruuts y Ovis 21, Argentina tiene importantes ventajas que le permiten potenciar este nicho de lanas sostenibles y de calidad:
- Productores y técnicos con amplia experiencia en manejo regenerativo, que han logrado incrementar la productividad y resiliencia de sus campos.
- Programas de servicios ambientales, como el Programa de carbono POA dirigido por Ruuts y Ovis 21, en el que se busca regenerar 3 millones de hectáreas, cubriendo los costos de capacitación, implementación, certificación e infraestructura. Esto abre oportunidades de venta de créditos de carbono y certificación de productos.
- El polo lanero de Trelew, que cuenta con las certificaciones necesarias para atender mercados exigentes y vender tops con menor impacto ambiental a los principales hilanderos del mundo.
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