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Patagonia: para que baje el precio de la carne, se debe aumentar 30% la faena

Sería necesario incrementar la faena en unas 120.000 cabezas al año. Lograrlo depende en buena medida en la ampliación de las tierras bajo riego. En cuanto a los precios: “Nadie va a venir a hacer solidaridad”, dijo un funcionario de Río Negro.

Con la fallida experiencia de los controles de precios a la vista, se abrió el debate por el costo de la carne en las carnicerías de la región patagónica. La posibilidad de que bajen, para algunos especialistas, está supeditada a las reglas del mercado. Una de ellas es producir más, para incrementar la oferta, y de ese modo bajar los precios.

Tabaré Bassi es Secretario de Ganadería de Río Negro y hace 20 años viene haciendo un seguimiento detallado de la actividad. Consultado en diversas radios por los precios, dijo que “para bajarlos hay que continuar trabajando en el desarrollo ganadero para incrementar la oferta cárnica”.

La actividad se ha trazado esa meta si se analizan las estadísticas: “Nosotros, como patagónicos, en los últimos 10 años, hemos duplicado la cantidad de animales con destino a faena. Históricamente, faenábamos unas 180.000 cabezas por año en toda la Patagonia, pero con el trabajo que se ha realizado en los últimos 10 años, llegamos a unas 380.000 cabezas por año”.

La mano invisible del mercado

Pero a pesar de este esfuerzo, el mismo se considera insuficiente para lograr que los efectos se reflejen en las pizarras de las carnicerías: “Los precios no han bajado porque necesitamos llegar a 500.000 cabezas, de esa forma podemos equiparar la oferta cárnica al consumidor patagónico con el resto del país”, aseguró Bassi.

Esto es un 32% más de faena que en la actualidad, que sólo se puede lograr ampliando las áreas bajo riego atento que por condiciones climáticas y de suelo, los campos de la Patagonia están casi al límite de su capacidad. Y como aseguran los empresarios del sector, el engorde de vacunos es lo que permite financiar las inversiones necesarias para regar.

Sobre la posibilidad de que, si se abre la barrera, bajen los precios por incremento de oferta, el funcionario fue tajante: “Nosotros sabemos que no va a ser así. Es una posibilidad que se le transmite a la gente, para que la gente crea que va a tener precios inferiores, pero hay que aclarar que la carne bovina sin hueso puede entrar, y entra libremente, a toda la Patagonia. Entran por año unas cuarenta y cinco mil toneladas de carne deshuesada (todas las pulpas, por ejemplo), y nadie la trae a un precio inferior, todos los que la tratan de traer al máximo precio para sacar la máxima renta y hacer el máximo negocio”.

La cadena

Al describir la dinámica del negocio cárnico, explicó que “las industrias de exportación del norte, que son los grandes frigoríficos, y los supermercadistas, no van a venir a hacer solidaridad a la Patagonia para traernos asados baratos. Van a tratar de hacer su máximo negocio, comercializando carnes con huesos o principalmente asado, a precio patagónico. No a un precio barato”.

Insistió con que los cortes sin hueso, que no tienen restricciones para el ingreso, “deberían entrar a los mismos precios que se consumen en el norte. Pero ingresan a otro precio por intereses comerciales, o por la existencia de cosos de transacción que se trasladan a consumidor, por eso tenemos que fortalecer la producción local.

En ese sentido, adjudicó a la intención de levantar la barrera, a “intereses comerciales del norte”, los cuales, a criterio del Secretario, “no van a traer beneficios significativos para el consumidor patagónico y traerán un perjuicio enorme para la ganadería y la agricultura de toda la Patagonia”.

Encima, la aftosa

Sobre el plan de levantar la barrera, con el argumento de que no existen riesgos sanitarios de que se expanda la aftosa, Bassi dejó en claro el punto de vista de las provincias patagónicas: “Nosotros lo que consideramos es que, si están dadas las condiciones y no hay circulación viral como dice el Senasa, lo que el país tiene que hacer es dejar de vacunar como hacen todos los países serios del mundo. Como lo ha hecho Chile en su momento, como lo hizo Brasil el año pasado, y como lo hacen Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea, Australia, o Nueva Zelanda”.

Por ser la Patagonia un área libre de aftosa sin vacunación, “deberíamos igualar el estatus sanitario, y trabajar para tener una zona libre sin vacunación en todo el país, para lograr que todos tengamos un mismo estatus sanitario, y no ir en detrimento de lo que hicimos las cosas bien”.

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