El vino argentino en un dilema: crecen exportaciones, ¿qué pasa en casa?
La comercialización en el ámbito nacional tuvo una disminución en la comparativa interanual contra 2023, de acuerdo al anticipo de INV. En diciembre del 2024 la baja fue de 2,6%.
En Argentina, conviven realidades contrapuestas en el mundillo del vino. Durante 2024 los vinos nacionales lograron un amplio reconocimiento internacional (para muestra, no hace falta que desviemos la mirada de los ejemplos de la Patagonia). Esta revalidación del prestigio mundial se tradujo en ventas. Sin embargo, se confirmaron resultados en el doméstico.
Por un lado, los despachos de vino en el mercado interno marcaron una disminución del 1,2% en 2024, respecto a las cifras que se habían dado en 2023. En total, fueron 765.971.400 litros que se volcaron en el ámbito local, lo que representa unos 9 millones de litros menos respecto al año pasado.
Los datos se desprenden del “Anticipo de Comercialización del Mercado Interno de Vinos Fraccionado”, elaborado por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) con los datos del mes de diciembre.
En el último mes del año, el indicador cerró con una disminución del 2,6%, que fue el promedio de un crecimiento del 2,4% del vino color y una caída del 14,1% del vino blanco. Algo similar, pero en menores magnitudes, de lo que fue el promedio anual, que completó el ciclo con un alza del 0,1% del vino color y una disminución del 4,5% para los blancos, lo que derivó en la cifra final de -1,2%.
Asimismo, en la comparativa del último mes del año versus los despachos que se dieron en el mes de noviembre, la baja fue de 18,3%, completando de esa manera una racha de cuatro meses consecutivos de caída intermensual en el mercado interno.
Los segmentos más económicos
En tiempos de crisis o de ajuste, los consumos se redefinen y eso mismo esta ocurriendo con el vino. Ante el menor presupuesto para los bienes suntuosos, y al no ser un consumo de primera necesidad, las categorías más accesibles de los vino son las que mejores indicadores han tenido.
En el mes de diciembre de 2024, conforme al INV, los vinos sin mención varietal, comúnmente llamados genéricos o de mesa, tuvieron un crecimiento de 0,1% respecto al mismo mes del año anterior. En contrapartida, los vinos varietales cayeron 9,1% y los vinos espumosos bajaron un 3%. Asimismo, la categoría “Otros vinos”, que representa solo el 0,5% sobre el total, creció un 3%.
Respecto a los tipos de envases utilizados, el crecimiento del tetrabrik también marca esta realidad. El multilaminado fue el único que creció en diciembre con una marca de 8,4%. En tanto, las botellas, las más utilizadas en el mercado, bajaron 6,7%. Damajuana, con -22,5%, la lata, con -19%, y el bag in box con -37,2% cerraron con números en rojo.
Un año a la baja
Al igual que lo reflejaron los números de diciembre del INV, en el promedio de 2024 también se da la tendencia de consumo de categorías más económicas en el mercado argentino. En el acumulado de enero a diciembre se dio una leve suba de los vinos sin mención varietal de 0,12%. El porcentaje es casi inversamente igual al -0,1% de los vinos varietales. Por su parte, los espumosos tuvieron una disminución de 25,4% y “Otros vinos” cayeron 8,8%.
En tanto, el comportamiento de los envases marcó un aumento de 0,9% en el uso de la botella frente a una disminución del resto de las categorías. El tetrabrik bajó 3%, la damajuana tuvo -18,6%, la lata disminuyó un 21,1% y el bag in box tuvo un retroceso del 26,8%.
El repaso por los números parece concluir en lo evidente: la caída de ventas en el mercado local tiene que ver directamente con la capacidad de compra que puede tener el consumidor; en la medida que se recupere el salario puede haber un crecimiento, pero leve porque son cambios que se dan con mucha lentitud.
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