Bananas para madurar en casa: la nueva propuesta de Tesco para evitar el desperdicio
Lanzan una nueva variedad de banana “para madurar en casa” que extiende su vida útil hasta 4 días. Una solución para reducir el desperdicio de alimentos.
En un movimiento que promete transformar la manera en que los consumidores almacenan y disfrutan una de sus frutas favoritas, Tesco -cadena multinacional de locales de venta al por menor con sede en el Reino Unido- lanzó oficialmente su nueva variedad de bananas “para madurar en casa”. Esta iniciativa tan sencilla como revolucionaria, pretende atacar de raíz un problema persistente: el desperdicio de alimentos en el hogar, específicamente uno de los productos más consumidos y, paradójicamente, más desechados en este mercado.
Las bananas, ese básico infaltable en los carritos de supermercado, son también protagonistas de un triste récord. Según el informe más reciente del grupo WRAP (Programa de Acción contra el Desperdicio y los Recursos), cada día se desechan cerca de un millón de bananas en los hogares del Reino Unido. El motivo principal: su maduración acelerada. Compradas en buen estado, pero olvidadas en el frutero o afectadas por un par de días calurosos, muchas terminan en el tacho de la basura.
Para ofrecer una alternativa concreta, Tesco introdujo estas nuevas bananas con una vida útil extendida de hasta cuatro días adicionales. De esta forma, los consumidores ganan margen de maniobra: pueden planificar mejor sus comidas, consumir las bananas con calma, e incluso aprovechar precios competitivos sin el temor de tener que desechar parte del producto a los pocos días.
Dan Bentley, directivo de Tesco, explicó la lógica detrás de la medida: “Hemos visto un incremento en la demanda de bananas durante el último año, pero sabemos que maduran rápidamente. Esperamos que, al ofrecer una opción con mayor durabilidad, nuestros clientes puedan comprar con más previsión y reducir el desperdicio en sus casas”. Esto se logra retardando la maduración de una nueva variedad para que pueda ser vendido como "bananas para madurar en casa". Esto significa que las bananas son recolectadas antes de estar completamente maduras y luego se empaquetan de manera que puedan madurar en el hogar del consumidor.
Un mercado en crecimiento y consumidores exigentes
La decisión llega en un momento oportuno. El consumo de bananas en el Reino Unido no solo se mantiene fuerte, sino que va en aumento. Según datos de Kantar Worldpanel (2025), se vendieron cerca de 4.000 millones de bananas en el último año, lo que representa un crecimiento del 2,6% respecto al año anterior. El mercado total está valorado en unos 910 millones de dólares.
Pero más allá de las cifras, Tesco se ha preocupado por entender el comportamiento de sus clientes. Una reciente encuesta interna revela patrones interesantes: la mayoría de los consumidores compra un solo racimo de bananas a la vez —especialmente en compras en línea— y espera que este les dure al menos cinco días. Además, quienes compran por color tienden a preferir frutas medianamente maduras, mientras que quienes adquieren múltiples racimos buscan frescura y planifican con antelación.
Este último grupo sería uno de los principales beneficiados con las bananas “para madurar en casa”, que vendrán en paquetes identificables con una banda adhesiva que indica claramente su propósito. El precio, además, será un incentivo adicional: 1,06 dólares por cinco unidades, exactamente el mismo que se cobra por las bananas maduras.
Un pequeño cambio, un gran impacto
La medida se enmarca en una creciente ola de conciencia ambiental y responsabilidad alimentaria. Reducir el desperdicio de alimentos no solo tiene beneficios económicos para el consumidor, sino que también reduce la presión sobre las cadenas de suministro, disminuye las emisiones asociadas a los desechos orgánicos y representa un paso firme hacia hábitos más sostenibles.
Tesco, como uno de los principales actores del retail británico, parece decidido a liderar esa transformación desde los estantes de frutas. Y con esta simple pero estratégica propuesta, podría estar marcando el inicio de un cambio cultural: aquel en el que elegir una banana verde no sea solo una cuestión de gusto, sino un gesto consciente hacia un futuro con menos residuos.
Una cosa es segura: con iniciativas como esta, los consumidores del Reino Unido no solo tendrán más control sobre su despensa, sino también una oportunidad concreta de hacer la diferencia económica aprovechando esta oferta .
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