China

Inminente anuncio de China sobre el futuro de los 1.300 contenedores de cerezas chilenas

Aumenta la incertidumbre sobre el destino de los más de 1.300 contenedores de cerezas paralizadas en China. Definiciones en las próximas horas.

Se cumplió el día 5 de la llegada del buque Maersk Saltoro al puerto de Nansha, China. Con las 11 horas de diferencia horaria, el viernes cierra para los exportadores chilenos otra jornada sin anuncios oficiales, pero llena de especulaciones sobre el destino final los más de 1.300 contenedores de cerezas provenientes de Chile. A esta altura de los acontecimientos, el silencio de las autoridades sanitarias y de Aduana de China dice mucho más que cualquier comunicado oficial que pueda emitirse. "Claramente, la suerte está echada", confió un empresario trasandino al ser consultado sobre el futuro de la carga del buque Maersk Saltoro.

Según pudo saber +P por distintas fuentes consultadas, la reunión que estaba prevista para hoy viernes entre las autoridades sanitarias de ambos países no pudo ser confirmada, pese a la expectativa que existía por algún tipo de definición. Por su parte el puerto de Nansha estuvo por segundo día consecutivo inactivo en relación a la carga del Maersk Saltoro: es decir, no se bajaron nuevo contenedores de la nave y de los 120 contenedores descargados y ya en la playa de consolidación del puerto, no hubo nuevas apertura para hacer análisis del estado de la fruta. La mayor parte de la carga, poco más de 1.200 contenedores, sigue en el buque a la espera de nuevas órdenes.

Sí se sabe que continuaron las comunicaciones telefónicas, en varias oportunidades durante el día de hoy, entre funcionarios de China y Chile, presuntamente para terminar de consensuar como es que se comunica la prohibición del ingreso de estos millones de kilos de cerezas al mercado del Gigante Asiático. Es mucho lo que hay en juego, independientemente de que todas las partes involucradas en este episodio ya comenzaron a activar sus seguros. Las pérdidas económicas llegarían a los 130 millones de dólares, un duro golpe para la industria de cerezas de Chile.

El principal problema que se plantea -de sentido común- es la perdida de calidad de la fruta en los contenedores en la medida que pasan los días. El buque Maersk Saltoro salió el 27 de diciembre desde San Antonio (Chile) con su carga completa de cerezas (a la que se le sumó un volumen marginal de arándanos y carozo) y debería haber arribado el 15 de enero a las lejanas tierras de China. Por dificultades en sus motores, la embarcación recién arribó el lunes 17 de febrero cerca del mediodía (hora de destino), al puerto de Nansha. A esto, ahora, se le suman -por ahora- otros cinco días más con la fruta inmovilizada. Estos 57 días de trayecto han generado un daño irreparable sobre toda la fruta que llevaba a bordo, la que hoy las autoridades sanitarias chinas la califican como "no aptas para el consumo humano".

"Los trabajos están paralizados por segundo día consecutivos. La decisión de rechazar el ingreso de esta fruta estaría ya definida. Seguramente lo que se está evaluando es que hacer con los 1.300 contendores de fruta que siguen varados en el puerto de Nansha", agregó en otra parte de la conversación el empresario chileno. Hay que remarcar, en este sentido, que un buque, de similares características del Maersk Saltoro, descarga sus contenedores de cerezas en el día y esa fruta normalmente ingresa y se distribuye en todo el país horas después para que mantenga la calidad que demanda el mercado. Aquí la fruta, al margen del enorme retraso en el viaje, ya lleva cinco días en el puerto a la espera de algún tipo de definición. La mayor parte de los especialistas consultados coinciden en señalar que es casi imposible, a esta altura de los acontecimientos, que las cerezas que partieron el puerto de San Antonio hace 57 días, estén en condiciones para ser vendidas en el mercado en fresco de China.

Seguramente en el trascurso de las próximas horas funcionarios de China, junto a sus pares de Chile, emitirán un comunicado oficial -consensuado- dando a conocer la prohibición de ingreso de los más de 1.300 contendores de cerezas al mercado del Gigante Asiático.

¿Qué hacer con los 1.300 contendores?

Luego de la comunicación oficial que impediría el ingreso de esta fruta a tierras chinas, se abre otra instancia: ¿Qué hacer con los más de 1.300 contenedores llenos de fruta? No estamos hablando de un número menor: son cerca de 25.000 toneladas de cerezas que hay que destruir. Una cifra que equivale a casi cuatro veces las exportaciones totales de cerezas argentinas, para tomar dimensión del volumen de fruta que está en juego.

"No hay forma, en el corto plazo de destruir semejante cantidad de contenedores. En los puertos existen digestores, los más eficientes, que pueden eliminar hasta 10 contenedores diarios. Estaríamos hablando, en el mejor de los casos, de más de cuatro meses de trabajo. Improbable", detalló la fuente mencionada. Asimismo el empresario destaca que hay que sumarle los costos que genera esta práctica que se ubican en torno a los 18.000 dólares por contenedor, más todo el proceso de sostener los 1.300 contenedores en playa del puerto en este tiempo, y los gastos de logística que significa la destrucción de semejante cantidad de fruta. "Este es el verdadero problema que se está por definir en las próximas horas", finalizó así la charla telefónica con +P.

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