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Palmieri: "Con el dólar que tenemos, va a convenir traer manzanas de Chile"

El empresario habló de todo. De los magros precios que recibirán los productores, de los desafíos con un dólar bajo y del mal momento de la fruticultura.

Si a los empresarios frutícolas del Alto Valle se los pudiera graficar como malabaristas, estarían sosteniendo en el aire tres platos en un difícil ejercicio de equilibrio: la caída de precios de las peras en las góndolas locales, a lo que se le suma que aún no pueden liquidar los stocks de la temporada pesada por retracción del consumo interno; la devaluación de Brasil, que empujará los precios a la baja (habrá un duro golpe también para las manzanas); y el fin de la inflación, que los obliga a revisar todos sus costos para ser más eficientes.

“El panorama para el año que viene es heavy, muy heavy”, sintetiza Nicolás Palmieri en parte de una extensa charla con +P. Este empresario de 51 años y contador público, se desempeñó en Salentein Fruit S.A y Standar Fruit, y desde hace 12 años encabeza su propia empresa que presta servicio de empaque, y comercializa tanto en mercado interno como a destinos de ultramar.

Luego de aclarar que “somos Brasil dependientes”, recordó que, a comienzos de la temporada pasada, cuando el país vecino devaluó entre un 2,5 y un 3%, “estuvieron un mes sin cargar, así que imagínate ahora con una devaluación del 16%".

Sin embargo, en el corto plazo, la soga que ciñe el cuello del negocio frutícola se llama “altos stocks de peras”. Esto ocurre porque “el mercado interno está totalmente recesivo”. Y tiró un dato que puede resultar revelador de los “heavy” que se viene el 2025: “De toda la pera Packham's que queda en las cámaras de frío, en plata, para el productor, es cero”.

Veamos: “Vos tenés que pagar entre 280 y 300 pesos para sacar una pera de una atmósfera y hoy vendiendo la fruta, te quedan 250 o 200 pesos, depende de los lotes. Es decir, te ponen plata para sacarla del frío”. La pregunta es se queda mucha pera guardada, y la respuesta no es alentadora, porque “con la Packham's que está embalada, se llega hasta mediados de febrero. Por lo tanto, se va a mezclar con la pera del año que viene porque no está la venta. El mercado interno está recesivo y Brasil devaluó”.

Los números parecen ser simples y duros, si se tiene en cuenta que “por la caja cargada, te daban 12 dólares y esa caja tenía 10, 50 dólares de gastos”. Dentro de ese costo, la mano de obra “representa entre el 60 y el 65% del costo”. Pero no toda la pera es de exportación y a 12 dólares. “Eso es para los tamaños centrales, porque después por los tamaños chicos dan 9 dólares, o 10 dólares. Y ahí estás perdiendo un dólar por caja”.

Se puede presumir que se necesita liberar espacio en los frigoríficos, y que el remanente se remata o sale para industria, pero nadie está dispuesto a perder 10,50 dólares por caja de fruta, por eso, a pesar de una demanda escuálida, se buscan opciones. “Hoy la industria te paga 150 pesos el kilo, pero la que está embalada ya tiene los 10 dólares de gasto metido adentro, por la mano de obra, el empaque, el frío y todo”.

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Los costos de los servicios en el sistema frutícola crecen en dólares de manera peligrosa.

Los costos de los servicios en el sistema frutícola crecen en dólares de manera peligrosa.

Los precios de la manzana no serán los esperados por los productores, pero vale poner las particularidades de esta variedad en contexto: “¿Qué es lo que pasa con la manzana? Nosotros venimos desde hace 6 o 7 años, donde el productor le sacaba (el valor de) 4 o 5 cosechas en una”. Y ahí surge la referencia: “Hace dos años vos vendías 60 bins de manzana y te comprabas una Toyota SW4. Hoy con esos 60 bins no llegas ni cerca a esa camioneta”, dice Palmieri, y explica que “el tema está en que, muchos productores, con lo que ganaban en la manzana subvencionaban la pera. Ahora con la pera vamos a andar mal, y con lo que subvencionabas la mano de obra, que era la manzana, como están los mercados, ahora vas a quedar medio empatado con los números finales”. Y aclara: “no es futurología, lo que pasa es que va a haber muchos cambios”.

Economía sin maquillaje

El análisis macroeconómico, el empresario lo arranca con dos certezas: por un lado “tenemos un dólar planchado”, y por otro “somos caros en dólares, y no tenemos el margen del blue”.

El frente externo: “Bolivia, que era un gran comprador de manzana, no te puede pagar las importaciones porque está sin dólares. Paraguay está también bastante recesivo. No es el Paraguay de hace 3 o 4 años atrás. Brasil devaluó un 16%. Cuando devaluó el 2,5 o el 3% dejaron de cargar por un mes. Imagínate”.

Po lo tanto, “hay que hacer cuentas muy finitas para acomodarse a la temporada que viene. Yo le digo a muchos productores, que no gasten a cuenta lo que ellos dicen que van a ganar”. La presunción, luego de varias temporadas en el mercado, es que “nosotros vamos a vender la manzana en caliente al mismo precio (con todo el aumento de costos de un año u otro), que el año pasado”.

Si se da esta predicción (“me la juego de acá a la China”, acota Palmieri), habrá una fuerte reducción en los márgenes de rentabilidad. Ocurre que “empezamos a tener estabilidad y te empieza a cambiar todo el negocio. Porque vos con inflación, tapas ineficiencias a través del precio. Pero cuando ya hay estabilidad, esa ineficiencia, o las corregís, o empezar a perder plata. No tenés manera de acomodarlo de otra forma. Entonces ahora se van a empezar a ver las empresas deficientes. El otro día hablaba con el dueño de otro galpón, y coincidimos en que debemos revisar todos los costos, como los precios de los materiales”. Y puso como ejemplo, que un insumo para embalar que lo pagaba 45 pesos la unidad, lo consiguió a 27 pesos.

¿Conviene comprar la fruta en Chile?

Luego de ver carros con electrodomésticos, valijas llenas de ropa, colas de autos en la frontera. ¿También podemos ver colas de camiones yendo a buscar fruta? “Con el dólar que tenemos, te vas a convenir traer fruta importada, te va a salir más barato”, dispara el empresario y abre el análisis. “Si pudiera hacerlo, lo hago pensando solo en el negocio. Voy a Chile, les compro a 15 dólares la caja, ellos ganan plata, y traigo los calibres que quiero y las calidades que quiero. Y me olvido de todo el proceso de embalar, frío... Me podés decir que la manzana chilena tiene gusto a cartón, y lo comparto un 100 por ciento. Pero esto es un negocio lamentablemente. La dulzura y la frescura de la manzana nuestra, pasa a un segundo plano, si uno lo que quiere es ganar plata”.

Para un “galponero” ir a comprar fruta a Chile, sería además desentenderse del descarte: “Si yo trabajo la fruta, me sale elegido, comercial, jaula, descarte, grande, mediana y chica, y tengo que empezar a vender todo el mix. Ya con la jaula de mercado interno perdí plata. En cambio, la que viene de Chile ya viene en caja, y vos comprás elegido, fancy o extra fancy”.

Mientras esto se analiza en oficinas, cafés y en reuniones de empresarios, los productores aún no se han expedido. Las cámaras y la Federación vienen con muy pocas reuniones en lo que va del año. Y es posible que los números que estiman van a percibir por su producción, sean muy distintos “a la hora de los bifes”.

“Alguno puede estar pensando que van a recibir 27, 28 o 30 centavos de dólar por kilo de pera embalada, y con suerte van a recibir 20”, anticipó Palmieri. El año pasado se pagó entre 23 y 25 centavos de dólar por la pera embalada. Pero los stocks altos actuales de Packham's y D'anjou, arrastrarán hacia abajo los precios cuando, con la cosecha ya encima, salgan a la venta en calientes las primeras variedades.

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