Respuestas de la academia ante el cambio climático y la mayor demanda de alimentos
Durante 3 días investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias, y de la Facultad de Recursos Naturales de la Universidad Católica de Temuco, presentaron los últimos avances de sus investigaciones.
Un auditorio colmado, preguntas precisas, grupos intercambiando ideas al sol en las pausas. En ese clima se desarrollan en la Facultad de Ciencias Agrarias -que tiene sede en Cinco Saltos-, las “I Jornadas Binacionales de Divulgación en Investigación y Extensión en Agronomía”. Un denominador común de las ponencias fueron los desafíos del futuro: Menos agua por cambio climático, y una mayor demanda de alimentos por parte de la población mundial. A ambos ejes temáticos surgieron respuestas esperanzadoras y concretas.
A los desafíos habituales que se les formulan a los investigadores, como desarrollar una nueva variedad de fruta con más pulpa o que se adapte mejor a la conservación en frío, le surgió una nueva y poderosa herramienta para poder arribar a los mejores resultados: La Inteligencia Artificial (IA).
Algunas de las presentaciones fueron “Potenciando la mejora biotecnológica de frutales con inteligencia artificial”, “Mejoramiento asistido por genómica en cultivos en contexto de cambio climático”, “Cambio Climático desafíos en la gestión de los recursos naturales”, y "Los programas de carbono como instrumentos para acelerar la adopción de la ganadería”, entre otros.
Cambio climático, tema central
Virginia De García es la Secretaria de Investigación de la facultad argentina y una de las organizadoras. Trabajó en conjunto con sus pares de la Universidad Católica de Temuco para reunir a los mejores especialistas en distintas disciplinas.
Destacó que “el pensar en las problemáticas del cambio climático fue bastante central en todas las charlas, porque la producción de alimento va a cambiar y necesitamos pensar distintas estrategias”.
Por ejemplo, la IA se la utiliza para, con una importante carga de datos, simular escenarios futuros con menos humedad, y a partir de esos resultados, los científicos comienzan a buscar mejoramientos genéticos para lograr plantas más resistentes y productivas. Y lo han logrado con BioTango, una herramienta innovadora que, a partir del análisis de una combinación de gran cantidad de datos genómicos, climáticos y ambientales, lograron una nueva variedad de durazno.
Braulio Soto Cerda, Ingeniero Forestal de la Universidad Católica de Temuco, Chile, y con un doctorado en Genética y Mejoramiento Vegetal, dio algunas pistas de los aportes de su especialidad: La genómica.
Aquí también es clave el desarrollo de las herramientas tecnológicas: “El salto fue la modernización de las tecnologías de secuenciación de ADN”, aseguró. Y eso se traduce en un ejemplo: Se tardó 5 años en obtener el genoma humano. Hoy, ya con la tercera evolución de esa tecnología, el mismo resultado se podría obtener en 4 días.
Mirar las imágenes
En lo local, De García explicó que se ha hecho más intenso “el desarrollo de tecnologías con imágenes (fotos y videos con drones), que permiten ver cómo está evolucionando la floración, o el desarrollo de las hojas. Esa información, con inteligencia artificial, permite dar una respuesta más rápida a las distintas necesidades”.
De todos modos, aclara, la IA “es una gran herramienta, sobre todo para todas las instituciones que tienen una buena ciencia básica, que tienen mucho dato”, desarrollado por los profesionales e investigadores con formación académica.
Este evento (un trabajo conjunto entre la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Comahue y la Facultad de Recursos Naturales de la Universidad Católica de Temuco, Chile), contó con cinco ejes troncales: Agroecología, Biotecnología, Producción Animal, Producción Vegetal y Recursos Naturales.
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