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Cierre del frigorífico Súper afectará la estabilidad laboral en Granja Tres Arroyos

El cierre de Frigorífico Súper acelera la tormenta en Granja Tres Arroyos, con despidos y pagos en cuotas que amenazan miles de empleos.

La crisis de GranjaTres Arroyos (GTA), la principal productora avícola de Argentina, se profundizó en los últimos años, convirtiéndose en un emblema de las tensiones que azotan al sector agroindustrial. En este contexto, esta semana se conoció el anuncio del cierre de la Planta del Frigorífico Súper, integrado al ecosistema de GTA.

Esta noticia representa un golpe directo a la estabilidad laboral en Entre Ríos. Confirmado este lunes por fuentes sindicales, el frigorífico –dedicado al procesamiento de carne aviar y vinculado a las operaciones de GTA– cesará actividades en su sede actual, con los trabajadores reasignados a la Planta La China de la misma empresa.

La medida, enmarcada en el Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) presentado a fines de 2024, busca optimizar costos operativos ante la caída del consumo interno y la volatilidad exportadora. Sin embargo, la transición no es exenta de sombras: el traslado implica ajustes logísticos, posibles reducciones de horas extras y exposición a las mismas dinámicas de pago fraccionado que han caracterizado la crisis de la compañía.

Cambios que preocupan

El secretario general del Sindicato de la Carne, Sergio Vereda, confirmó que en las "próximas horas" se notificará a los empleados sobre las nuevas disposiciones, pero advirtió sobre la necesidad de garantías para evitar despidos encubiertos. Esta reestructuración se alinea con la estrategia de GTA de concentrar operaciones en plantas más eficientes, como La China, que ya enfrenta sobrecarga y conflictos por desvío de producción.

Para los trabajadores de Súper, el cambio representa no solo un desplazamiento geográfico –potencialmente costoso en transporte y tiempo– sino una inmersión en un entorno de quiebra parcial, donde los pagos irregulares erosionan el poder adquisitivo.

Impacto en el sector

El cierre de Frigorífico Súper agrava la fragilidad del sector avícola, que pese a su rol clave en la balanza comercial –con exportaciones que superan los US$1.000 millones anuales–, sufre la contracción del mercado interno por la caída del consumo de proteínas accesibles como el pollo.

Analistas del rubro, citados en informes de la Cámara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA), proyectan que sin intervenciones estatales –como subsidios energéticos o devaluación controlada–, los cierres podrían multiplicarse en 2026, afectando a miles de puestos indirectos en proveedores de insumos y logística.

Desde el punto de vista sindical, el caso GTA ilustra un patrón: empresas que, amparadas en PPC, priorizan ganancias sobre derechos laborales, en un contexto donde el Gobierno de Javier Milei ha facilitado estos procedimientos para "preservar empleos" a corto plazo. No obstante, la escalada de protestas –incluyendo paros rotativos y bloqueos– sugiere que la contención social podría romperse si no se negocian quitas equitativas o planes de reconversión.

Para GTA, la supervivencia pasa por recuperar mercados perdidos, como China, y adaptarse a una cadena de valor más resiliente. Mientras tanto, los trabajadores de Frigorífico Súper y La China esperan que no empeoren sus condiciones laborales.

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Trabajadores de Súper denunciaron irregularidades en los pagos.

Trabajadores de Súper denunciaron irregularidades en los pagos.

Otra historia

Fundada en 1965, la empresa emplea a unas 7.000 personas en Argentina y Uruguay, procesa alrededor de 700.000 pollos por día –equivalente al 20% de la producción nacional– y genera una facturación anual de US$1.300 millones, exportando el 25% de su volumen a 67 países.

Sin embargo, desde finales de 2024, la compañía presentó un PPC ante la Secretaría de Trabajo para justificar recortes drásticos, argumentando "falta de sostenibilidad económica" derivada de factores como la influenza aviar de 2023, la pérdida del mercado chino –que causó pérdidas por US$160 millones en exportaciones– y un dólar poco competitivo que encarece las ventas externas frente a competidores como Brasil.

El PPC, autorizado por el Gobierno nacional en diciembre de 2024, permitió a GTA despedir personal o reducir salarios en casos de "fuerza mayor". La firma solicitó inicialmente el despido de hasta 700 empleados o la eliminación de adicionales salariales equivalentes al 21% de los sueldos, afectando principalmente plantas en Ezeiza (ex Cresta Roja) y La China, en Concepción del Uruguay (Entre Ríos).

Desde el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) y el Sindicato de la Carne denuncian que la "crisis" es una estrategia para flexibilizar condiciones laborales y tercerizar empleo, mientras la empresa desvía producción a plantas en Gualeguay y Buenos Aires para simular insostenibilidad en sitios clave.

Una crisis que escala

En 2025, los conflictos escalaron: en febrero, GTA paralizó faenas en La China, dejando en vilo a más de 1.000 trabajadores; en agosto, suprimió más de 80 puestos sin indemnizaciones completas y pagó salarios en hasta cuatro cuotas mensuales; y en septiembre, enfrentó paros en Pilar (Buenos Aires) por deudas en aguinaldos fraccionados en cuatro partes, con amenazas de cierre que ponen en riesgo 300-400 empleos.

Fuentes gremiales, como Miguel Klenner de STIA Concepción del Uruguay, afirman: "La empresa no está en crisis real; busca mano de obra esclavizada con sueldos inferiores y tercerizaciones ilegales". Esta tensión social ha generado protestas masivas, con hasta 1.000 manifestantes bloqueando accesos a plantas, y adhesiones de la CGT local y movimientos sociales.

Fuentes: medios locales, Cámara Argentina de Productores Avícolas y aportes de +P

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