El manejo regenerativo gana terreno en Patagonia Norte
Es una práctica cada vez más extendida. Se llevó a cabo un encuentro de productores en Bariloche y aseguran que "la mayoría de la gente que arranca con esto, termina trabajando menos”.
Con la participación de 25 personas, entre administradores de estancias, estudiantes y dueños de campos de secano del norte de la Patagonia, comenzó en la estancia Chacabuco de Bariloche un curso de especialización en manejo holístico de pastizales, una práctica que “cada vez tiene más demanda, porque se va recomendando de boca en boca”, sintetiza Pedro Helling, un ingeniero agrónomo y docente titular del nodo Simbiosis, que participa de Ovis21, empresa “B” (organización que busca ser un agente de cambio y contribuir a la solución de problemas socioambientales), orientada a promover la regeneración de tierras a gran escala a través de la ganadería.
“Se va recomendando porque los que participan ven mejoras en el campo, porque logran tomar decisiones de forma más ordenada, básicamente porque con una planificación de uno o dos días, se sabe qué se debe hacer por los próximos 7 meses, y eso da más tranquilidad al productor”, explicó Helling luego del encuentro que se realizó el viernes y sábado de la semana pasada.
Esta vez coincidieron productores de Las Grutas, Río Colorado, de la Línea sur de Río Negro, del norte Neuquino, de Junín de los Andes, y de Bariloche. “Eso te da una riqueza espectacular al encuentro, porque te encontrás con personas que tienen problemas semejantes, en otros ambientes, que te cuenten cómo lo resuelven, y que eso esté enmarcado en clases de planificación, sobre todo de pastoreo, tiene una riqueza enorme”, sostuvo.
El curso comenzó con un plan de pastoreo, continuará con la planificación financiera, y cerrará con capacitación sobre monitoreo ambiental y salud de las pasturas. Helling explica que “no es ni más ni menos que ordenarse, tomarte un día para tomar decisiones y pensar la planificación a 6 o 7 meses, y volverte a juntarse a los 6 o 7 meses y pensarla de vuelta, entonces te da una tranquilidad como productor y creo que esa es la mejor propaganda para este sistema, porque como que te armás una hoja de ruta”.
Podría pensarse que pasar de un manejo tradicional, a uno holístico, podría implicar más horas de trabajo o sumar mano de obra, pero “es todo lo contrario”, retruca este agrónomo radicado en General Roca, y agrega: "Pensá que mucha gente viene de pastoreo continuo en un campo de 10.000 hectáreas, por ejemplo. Si tenías que recorrer el campo, tenías que recorrer las 10.000 hectáreas. Pero hoy, con este manejo, si tenés esas 10.000 hectáreas divididas en 5 potreros, tenés todos los animales en un potrero y tenés que recorrer solo ese potrero. Es más intensivo, porque tenés que seguir al animal, estar encima para ver qué le está pasando, que no se esté quedando sin pasto, pero la mayoría de la gente que arranca con esto, termina trabajando menos”.
Lo que sí es diferente, y requiere cambios en la infraestructura, es la distribución del campo y la administración del agua, porque se necesitan más poteros: “cuanto más potrero tengas, más podés concentrar tu hacienda y más superficie en descanso tenés, que es lo que hace que el pasto crezca, y más potreros necesitan un mejor manejo del agua”.
El otro aspecto que se comienza a trabajar bajo los criterios del manejo holístico, es el pastoreo en unidades productivas dedicadas a la fruticultura, en áreas bajo riego, como plantaciones de frutos secos o vides.
Una de las experiencias analizadas el fin de semana fue “el uso de la ganadería ovina como una herramienta”, que mantiene limpio los interfilares en una explotación de nueces.
El próximo encuentro está planificado para los días 25 y 26 de octubre, también en la Estancia Fortín Chacabuco, que pertenece a una organización ambiental, y es un establecimiento de puertas abiertas en la aplicación de nuevas formas de producir y que se dedica a la ganadería regenerativa.
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