La faena de ganado vacuno cayó 7% en el norte de la Patagonia
Datos del SENASA señalan que la faena de ganado alcanzó poco más de 37.000 cabezas en estos primeros dos meses del año.
La faena de hacienda vacuna en el norte de la Patagonia (Río Negro y Neuquén) totalizó en estos primeros dos meses del año las 37.058 cabezas, cifra que representa una caída del orden del 7% en términos interanuales y del 19% cuando se la compara con los promedios de este período de los últimos cinco años.
Así lo detalla un reciente informe elaborado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) en el que se destaca la tendencia decreciente que está presentando la faena en la región del norte de la Patagonia, y que está bien marcada en estos últimos años tal lo refleja la gráfica adjunta. El menor nivel de faena se da en un contexto de varios años con sequías bien marcadas que terminaron afectando los campos de la región, de aumento de costos internos en dólares que no pueden ser trasladados en muchos casos a las góndolas y una caída en el consumo de carne que pareciera no encontrar piso hasta ahora.
Los datos brindados por el SENASA dan cuenta que el índice de faena de hembras en esta primera parte del año se ubicó en 46%, por debajo del 48% del año anterior, pero por encima del 43% registrado en el primer bimestre de 2020. Hay que tener en cuenta que la participación de las hembras en la faena total a nivel país, fue del 47,7% durante todo el año pasado.
Patagonia: liquidación preventiva de vientres
La producción ganadera en la Patagonia enfrenta un panorama complejo debido a una intensa sequía que afecta a gran parte de la región. Según Aldo Segatori, presidente de la Sociedad Rural de Choele Choel, los campos han sido duramente castigados por la falta de precipitaciones, con excepción de algunas zonas cercanas a Viedma que han recibido algo más de agua.
Uno de los efectos directos de esta sequía ha sido la liquidación de vientres, aunque Segatori aclara que no se trata de una venta masiva, sino de una estrategia preventiva. "Se está sacando el vientre de mayor edad, el más usado, pero no se observa una liquidación de vientres útiles, como ocurrió en otros momentos de crisis", explicó. En otras palabras, los productores están aliviando la carga de los campos sin desprenderse de las hembras que aún pueden producir terneros por algunos años más.
Otro impacto de la crisis hídrica se refleja en la caída de la faena bovina en la Patagonia, aunque Segatori advierte que no cuenta con cifras concretas sobre la magnitud de la reducción. No obstante, identifica dos factores principales detrás de esta tendencia: la menor disponibilidad de ganado terminado para el mercado, debido a la reducción del encierre, y la pérdida del poder adquisitivo de los consumidores, que ha afectado el consumo de carne. "El precio de la carne en el mostrador está elevado y, aunque los consumidores lo sienten, los productores no son los principales beneficiados", señaló Segatori, apuntando a la distorsión de precios dentro de la cadena de comercialización.
A la espera de lluvias
La incertidumbre climática mantiene en vilo a los productores, quienes aún esperan la llegada de lluvias en abril y mayo que permitan la recuperación de los campos. Sin embargo, de mantenerse la falta de agua, la liquidación de vientres podría intensificarse en los próximos meses. "Si no llueve, los niveles de liquidación van a aumentar", advirtió Segatori.
En el mediano plazo, la menor cantidad de terneros disponibles tendrá un impacto directo en el mercado. "Menos terneros significan menos hacienda que entra al feedlot y, en consecuencia, una menor oferta de carne en el próximo ciclo. Esto inevitablemente llevará a un aumento en los precios", explicó el dirigente rural.
A esto se suma la crisis del consumo interno, donde el poder adquisitivo de la población no acompaña la suba de precios, afectando no solo a la carne, sino también a otros productos de la canasta básica. "Hay muchos productos que la gente no puede comprar o no puede asignarles el dinero que quisiera", concluyó Segatori.
Con un escenario de incertidumbre tanto climática como económica, los productores de la Patagonia enfrentan un desafío crítico en la administración de sus rodeos y en la adaptación a un contexto cada vez más exigente.
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