Cambio histórico en México: 35 plaguicidas que amenazan la salud quedan prohibidos
El gobierno de México, a través de un decreto histórico, prohíbe la producción, importación y uso de 35 plaguicidas altamente peligrosos para la salud humana.
En un hecho histórico, el Gobierno de México anunció este miércoles la prohibición de 35 plaguicidas considerados de alto riesgo para la salud humana, la biodiversidad y los ecosistemas, a través de un decreto firmado por la presidenta Claudia Sheinbaum. La medida, publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), establece la restricción total de estas sustancias, desde su producción e importación hasta su comercialización y aplicación en el territorio nacional.
De acuerdo con el Comunicado Conjunto 237/2025, emitido por las secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural (Agricultura), Economía, Medio Ambiente y Recursos Naturales (Medio Ambiente) y Salud, la decisión se tomó con base en evidencia científica que demuestra los graves efectos adversos que estos químicos provocan en la salud y el medio ambiente. Entre ellos, se señalan daños persistentes en los tejidos humanos y animales, así como su incorporación a la cadena alimenticia, con consecuencias irreversibles para otros organismos.
Un hecho sin precedentes en tres décadas
La última prohibición de este alcance en México ocurrió en 1991, cuando se vetaron 21 ingredientes activos. Han pasado 34 años sin una acción de este nivel, lo que convierte a la medida actual en un hito regulatorio y sanitario.
“Se trata de un esfuerzo sin precedentes en materia de protección ambiental y de salud pública”, subrayó el comunicado, destacando que este primer decreto forma parte de una estrategia nacional integral que busca garantizar la producción de alimentos inocuos, proteger la salud de la población y transitar hacia una agricultura más sostenible.
El decreto obliga a la Administración Pública Federal a revocar y abstenerse de otorgar permisos, autorizaciones o registros relacionados con los 35 plaguicidas prohibidos. La restricción incluye todos los eslabones de la cadena: producción, formulación, importación, transporte, comercialización, distribución, uso, aplicación y disposición final.
A continuación el listado oficial de los productos que salen del mercado:
Asimismo, el gobierno adelantó que en coordinación con la industria de protección fitosanitaria, la comunidad científica y las y los productores, se trabajará en el acceso a alternativas seguras y accesibles. El propósito es apoyar, especialmente a los pequeños y medianos agricultores, en la adopción de soluciones menos riesgosas, con el fin de equilibrar la salud pública y ambiental con los objetivos del Plan México, orientado a fortalecer la autosuficiencia y la soberanía alimentaria.
Compromiso internacional y global
La prohibición se enmarca en las obligaciones de México con los Convenios de Estocolmo y Rotterdam, tratados internacionales que regulan el manejo de contaminantes orgánicos persistentes y químicos peligrosos en el comercio global. De esta forma, el país se suma a la tendencia mundial de reducir el uso de sustancias dañinas y avanzar hacia prácticas agrícolas sostenibles.
El gobierno federal subrayó que esta política se alinea con los principios y estándares de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), reforzando la posición de México como un actor comprometido con la salud de su población y con el medio ambiente.
Las dependencias involucradas ya se encuentran trabajando en la identificación de otras sustancias que podrían ser prohibidas en etapas posteriores de la estrategia. Según adelantaron, el proceso seguirá basándose en la mejor evidencia científica disponible y en la experiencia internacional.
La presidenta Sheinbaum destacó que esta acción es un mensaje claro: “La salud de las y los trabajadores agrícolas, de la población en general y del medio ambiente está por encima de los intereses que perpetúan el uso de químicos peligrosos”.
Con esta decisión, México marca un antes y un después en la regulación de plaguicidas, enviando una señal firme hacia la construcción de una agricultura responsable, moderna y respetuosa con la vida.
Fuente: Gobierno de México con aportes de Redacción +P.
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