Atraso cambiario

"Deme 2": la controversia sobre el atraso cambiario de Argentina

El tipo de cambio impacta la economía argentina, afectando consumo, producción y comercio exterior. Su evolución revela patrones que guían decisiones de agentes económicos.

El nivel y las fluctuaciones del tipo de cambio (valor del dólar en pesos argentinos) es uno de los determinantes que influyen en las decisiones que adoptan los consumidores y empresas del país. El tipo de cambio incide sobre la capacidad de compra de sus habitantes, la conveniencia de producir en el país o importar, la rentabilidad y competitividad de los exportadores, factores que inciden sobre el nivel de actividad económica, de empleo y el saldo de divisas del comercio exterior. A estos factores se suman las inversiones externas, la transferencia de utilidades, y otros conceptos. Sus efectos determinan el balance de la entrada y salida de divisas del país.

Diversas mediciones e indicadores se han considerado en la teoría económica para analizar cuál es el nivel del tipo de cambio real de la moneda nacional en relación con el resto de los países.

Cada uno de estos indicadores tiene sus ventajas y debilidades, y sus resultados suelen despertar controversias entre los analistas respecto a la metodología y estimaciones utilizadas. Una apreciación del peso nacional implica que las exportaciones se vuelven más caras y las importaciones más baratas; por lo tanto, indica una pérdida de competitividad comercial, y torna más conveniente comprar en el extranjero.

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Argentina. Evolución del Tipo de Cambio Real Multilateral (Fuente: BCRA)

Argentina. Evolución del Tipo de Cambio Real Multilateral (Fuente: BCRA)

Historia de fluctuaciones

Si observamos el gráfico que describe la evolución del tipo de cambio real, vemos que las importantes devaluaciones de 2002, 2009 y 2015 fueron seguidas por un deterioro posterior, en lapsos de años o meses.

Lo que es llamativo en esta secuencia, es la abrupta caída que se produce en el valor real de la relación entre el peso nacional y la moneda de los principales países a los que exportamos después de la devaluación de diciembre de 2023.

Esto es consecuencia, fundamentalmente, de que en 2024 la inflación argentina fue de 117% mientras que el tipo de cambio oficial se incrementó (devaluó) el 27%; en 2025, la inflación acumulada hasta abril fue de 12% y el peso nacional se devaluó 13%

Esto significó que los productos importados (comprados en el exterior), convertidos a moneda nacional, se incrementaran en menor porcentaje que los productos nacionales. Así, nuestro país es caro en dólares, favoreciendo la importación, el turismo externo y la compra de divisas para el ahorro.

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La competitividad, una de las variables del análisis.

La competitividad, una de las variables del análisis.

Dado que los indicadores del tipo de cambio son definidos para monitorear la política económica, y no siempre son interpretados para las decisiones del día a día de las personas, los agentes económicos suelen guiarse tanto por la experiencia vivida como por la situación concreta que enfrentan para tomar sus decisiones. El primer paso de todo diagnóstico que realizamos es la observación de los hechos de la realidad, y cuando estos se repiten en el tiempo, sin bien no brindan explicaciones ni soluciones, identifican similitudes visibles o conocidas.

En este sentido, la inventiva criolla ha construido su propio indicador intuitivo, centrado en la observación y las conclusiones extraídas de lo ocurrido ante determinadas situaciones en el pasado. Nos recuerdan aquel dicho de “cuando el río suena, agua trae”. Si bien no sabemos cuáles son las causas de la crecida de una cuenca ni conocemos la dinámica de los cursos fluviales, la experiencia dice que es de buen saber empezar a prever sus consecuencias basándose en los efectos conocidos.

Deme 2

Cuando los gobiernos nacionales empezaron a reprimir la cotización del dólar mediante la venta de divisas a la población durante la dictadura militar, tan conveniente resultaba comprar productos en el extranjero que los argentinos viajeros empezaron a ser conocidos por el “deme dos”. El retraso cambiario hacía que todo lo importado o comprado en el exterior fuese muy conveniente frente a la oferta nacional, que seguía subiendo sus precios por el aumento de los costos internos. A partir de allí, gobiernos de distintas tendencias aplicaron el somnífero temporario del dólar barato, que combatiría la inflación abaratando las importaciones y las compras de los viajeros. Así fue como terminamos con menos industria y más deuda externa, repitiendo la experiencia con (Domingo) Cavallo, (Axel) Kicillof, (Mauricio) Macri, sabiendo sus consecuencias.

Cuando el río suena, agua trae, sin necesidad de ir a Miami y con solo cruzar la cordillera.

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