Patagonia

Resiliencia en Patagonia: la historia de una bodega que renace a través del agroturismo

Viñas Constanza, bodega boutique de Centenario, resiste a la crisis frutícola, la inseguridad y las inundaciones con el agroturismo. Conozcamos su historia de resiliencia.

La localidad de Centenario, en la provincia de Neuquén, posee cerca de 2500 hectáreas productivas para uso agrícola, aunque se estima que actualmente solo el 62% se encuentra en producción. Una tendencia que continúa a la baja.

Entre el mar de chacras abandonadas, sobre todo las que alguna vez se dedicaron a la producción de peras y manzanas, hay algunos pequeños productores que lograron reconvertir sus plantaciones y resisten a los embates de estos tiempos, con base en trabajo y creatividad.

Este es el caso de Fabián Platun y su bodega boutique Viñas Constanza, ubicada en el acceso Jaime de Nevares en el puente Centenario - Cinco Saltos. Desde su lugar en el mundo, Fabián se animó a apostar por las vides, luego de una historia familiar que tuvo incursiones en la fruticultura tradicional.

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El padre de Fabián se dedicó a la actividad petrolera y decidió comprar algunas hectáreas para producir peras y manzanas. Con el tiempo, fue el propio Fabián el que se hizo cargo de la chacra allá por la década del 80. Estudió algunos años de Agronomía en la Facultad de Cinco Saltos y más tarde se decidió por la enología.

Como la actividad frutícola tradicional no prosperó, vendieron la chacra y Fabián compró la tierra donde funciona hoy la bodega Viñas Constanza. Así, fue en el año 2006, que comenzó a plantar sin tener idea de vino. “Habíamos hecho vino dos o tres veces en casa y éramos productores de 30 años de trayectoria, pero de esto conocíamos poco”, reconoce.

“Una vez en casa haciendo un vino, de los primeros vinos que elaboramos, nos llamó la atención el sabor que logramos haciéndolo de manera casera”, agregó. Y así comenzó la historia de esta bodega, arrancó con la producción, bajo el asesoramiento y asistencia de distintos organismos, sumado al expertise del enólogo Juanjo Ferragut y más tarde de Juan Galante, de la Bodega del Fin del Mundo.

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Trabajo y pasión por el vino

Viñas Constanza hoy forma parte de la red de agroturismo de Centenario y Vista Alegre, una asociación que busca fortalecer el trabajo de pequeños productores. Con la red, suelen hacer eventos que incluyen venta de productos locales y guiados por los emprendimientos.

En uno de los eventos que hicieron en el marco de las actividades que propone la red, y en ocasión de la presentación del vermuth, Fabián invitó al público a realizar un recorrido por las vides para explicar en detalle el proceso de la producción de sus vinos. En su discurso experto y apasionado explicó con vehemencia cómo es el trabajo diario, cómo maneja las plantas y todo lo que tiene que luchar con las hormigas.

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“Cuando se hizo la ruta se trajo calcáreo para rellenar y trajeron la hormiga negra, que es una hormiga cortadora que no es típica de acá”, dice y amplia que los daños que produce “son enormes”: “hay años como la temporada pasada que me mataron más de 50 plantas, las cortan y le cortan racimo y todo, entonces la planta gasta toda la energía en volver a brotar. Si la parte está fuerte no es problema, si no normalmente se muere”, se lamenta el productor. Es por este motivo que Fabián debe recorrer las plantas todos los días para revisar y echar cebo.

Por otra parte, el tipo de suelo que tienen implica un exceso de drenaje, por lo cual utilizan el riego por goteo y deben regar hasta un día antes de la cosecha. Eso sumado a las altas temperaturas del verano que implican más riego aún.

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Variedad de cepas y un vermuth

Cuando comenzaron con la bodega, las primeras vides plantadas fueron de las cepas Chardonnay, Malbec, Merlot y Cabernet Sauvignon. Luego, agregaron Pinot Noir y Syrah y, por el último, en el 2009, el Refosco. De éstas, actualmente tienen en producción el Chardonnay, el Malbec, el Cabernet Sauvignon y el Refosco.

Fabián explica que particularmente el Refosco es una cepa proveniente de Italia, tiene un color violeta y se caracteriza por los sabores a frutos rojos silvestres como mora y que es distinto al Malbec, al Cabernet o el Merlot. “Acá por el clima que tenemos y la amplitud horaria en el verano, esa acidez la convierte en glicerol, entonces es un vino fácil de tomar, a pesar de que tiene mucho cuerpo”, explica el productor.

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Durante el 2024 con la bodega apostaron a lanzar un Vermouth “como para convertir hacia los más jóvenes” reconoce Fabián. “Aparte es interesante porque vas agregándole especias y demás, encontrás nuevos sabores y es algo que lo hacés y lo sentís enseguida”, agrega.

Todo el proceso del vino lo realizan en la bodega, aunque hace dos años sufrieron una inundación por el desborde del río Neuquén, “tuve que restringir todo”, se lamenta. Por este motivo, Fabián planea construir una nueva bodega para este fin exclusivo, ya que hoy debe utilizar el galpón del tractor.

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El agroturismo como alternativa

Hoy toda la producción está en una hectárea “llegamos a tener 2 hectáreas”, amplía Fabián y también agrega que producen 6.500 botellas de vino anuales aproximadamente. “Normalmente, llegamos a producir 15.000 botellas más o menos… bajé justo con estos problemas de hormigas y demás”, reconoce.

Fabián explica que esto de mantenerse en una hectárea tiene que ver también con lo que él puede trabajar “y tener algo que la gente venga y pueda ver que esté más orientada al turismo”. “No voy a expandirme más de lo que tengo, o sea, más de los 10.000 o 12.000 litros no voy a producir”, nos cuenta sobre su idea de hacer algo “más especializado”.

Bodega Viñas Constanza recibe a los visitantes y turistas los sábados, aunque con turno previo que se puede solicitar a través de sus redes sociales, guiado brindado por el mismo dueño y su discurso apasionado por el vino y la producción. También se pueden adquirir los productos y, en algunas ocasiones, participar de eventos especiales. Porque a pesar de todos los embates, el agroturismo se presenta como una buena alternativa para los pequeños productores que no quieren dejar la vida en la chacra.

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